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Los videojuegos, colaboradores en el cambio climático

Metro Exodus Complete Edition

Si eres ecologista y jugador de videojuegos, tengo malas noticias para ti. Da igual que recicles, que te hayas comprado un coche eléctrico, que solo consumas carne de explotaciones sostenibles e incluso que seas vegano… ¡Eres un contaminador impenitente!

Ya sabéis que a mediados de noviembre se celebró una cumbre climática cuyo objetivo era confirmar los Acuerdos de París para reducir las emisiones contaminantes a la atmosfera y frenar el cambio climático. Al final, la cumbre COP26 se ha quedado en nada. Ni se destierra el carbón, ni se reduce el consumo de combustibles fósiles… 

La verdad, era de esperar, porque cuando se nos toca el bolsillo todos reaccionamos igual, y pedirles a los dirigentes del mundo que piensen más en el medio ambiente que en la economía es una misión imposible. 

Quizá pensando en eso, Credit Suisse publicó un estudio destinado a los consumidores, a las personas de a pie, para concienciarnos de las cosas que podemos hacer por nosotros mismos, aunque nuestros dirigentes pasen de todo. 

El estudio, llamado Treeprint (que podéis consultar aquí), relaciona nuestra producción CO2 con los árboles, ya que los árboles (como aprendimos en el cole), absorben CO2. La premisa es sencilla, ¿cuántos árboles harían falta para “limpiar” lo que “manchamos”?

Credit Suisse: nuestra huella de carbono en el transporte

Y es que, no nos olvidemos, siempre, continuamente, vamos dejando una huella de carbono, como pasos en la atmósfera, por el mero hecho de existir y respirar. Pero ya, cuando tiramos de tecnología, nos quedamos solos dibujando huellas en el aire. 

Encender la luz cuando nos levantamos, ducharnos, tomarnos un café con leche, coger el coche para ir a trabajar… trabajar. Todo ayuda a incrementar las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Incluso los negacionistas del cambio climático deben reconocer que hay veces que no se puede vivir con la polución. 

La boina de contaminación sobre las ciudades, esas cuatro gotas que arrastran la porquería del aire y dejan los coches, las calles y la ropa que da penita verlos, los problemas respiratorios en niños que no dejan de aumentar… 

El estudio Treeprint nos indica que comer verduras, ir en bici o manejar un smartphone solo “necesita” un árbol de compensación, frente a los doce árboles de un buen filete con patatas, los dieciocho de conducir un coche de gasolina y los once de jugar a videojuegos. 

Credit Suisse: nuestra huella de carbono con la tecnología

Credit Suisse

Vaya, que los videojuegos, especialmente jugando en un PC gaming de alta gama, contaminan un montón. Lo que nos faltaba. Los videojuegos no solo son culpables de masacres, de adicciones o de poner en duda la custodia de los hijos, ahora también resulta que contaminan a lo loco… 

Al hilo del estudio Treeprint, un medio francés, Les Échos, nos ofreció unos sabios consejo para ayudarnos a reducir nuestra huella de carbono personal, recortando de aquí y allí, para ajustarnos a las emisiones ideales por persona y año. Lo podéis leer aquí

Según nuestros vecinos del norte, deberíamos cambiar, y mucho nuestros hábitos diarios. Por ejemplo, solo deberíamos ducharnos tres veces por semana (duchas de 8 minutos), poner dos lavadoras semanales y quitarnos del café, que por lo visto contamina lo suyo. 

Además, solo podríamos ver dos horas de contenidos en streamig al día en la tele, coger el avión una vez al año para viajes cortos… y en turista (¿no contamina lo mismo el avión?). Eso sí, el tiempo dedicado a videojuegos es… Cero. Patatero. Aquí no hay reducción, hay desaparición.

Modo de vida sostenible según Les Echos

Y, a ver, no me sorprende. Si se trata de reducir el número de “árboles” que necesitamos para ser sostenibles se recorta de aquí y de allá. Solo se nos permitiría hacer 1.000 kilómetros al año y en un coche eléctrico… 

Al fin y al cabo, los videojuegos no son importantes. No podemos vivir sin comer, sin beber, sin viajar (aunque solo sea para ir a trabajar), pero podemos vivir sin videojuegos… ¿O no?

Este trabajo de Les Échos es un simple ejemplo de la cantidad de cosas que deberíamos reducir en las sociedades occidentales para conseguir que nuestro planeta no se consuma….

… Pero también es un ejemplo patente de lo lejos que están los videojuegos de ser considerados, en algunos ámbitos, como un modelo de entretenimiento y ocio al mismo nivel que todos los demás. 

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Los videojuegos siguen siendo vistos como un entretenimiento de segunda, del que se puede prescindir sin más. Se le hace un hueco a la televisión, faltaría más. Pero los videojuegos (como el café, que también me ha dolido) se quedan en cero… 

Eso es lo que me ha molestado de un informe que, en el fondo, solo quiere concienciarnos de que no es sostenible renovar el armario cada temporada, comer carne diariamente, mover el coche hasta para ir a por el pan…

Es bastante posible que la mención a los videojuegos haya venido para conseguir precisamente lo que yo estoy haciendo ahora: que se hable de ello. A lo mejor han impactado en más público que nunca, pero entre la comunidad “gamer” no ha sentado del todo bien. Me atrevería a decir, que ha sido contraproducente. 

Hace mil años, en un informe de Amnistía Internacional, se mencionaba la violencia en los videojuegos y, como no encontraron de qué tirar (y será que no hay cosas) destacaron un que en Crash Bash (creo que era) se disparaba con un bazooka a un oso polar.

Tuve ocasión de hablar del tema con una persona de Amnistía Internacional que me reconoció que se incluían videojuegos en el informe porque si no, nadie es hacía caso… 

Sí, los videojuegos tienen un imán para que se hable de todo lo malo que los rodea o podría llegar a rodearlos. Se usan para dar noticias de todo tipo, tratando de meter el dedo en la llaga, pero se siguen sin entender y sin valorarse. 

De hecho, hace tiempo que se sabe que los videojuegos son contaminantes, tanto por la producción transporte masivo, como por el consumo de energía, pero la propia industria ya puso en marcha mecanismos para solucionarlo... O intentarlo. 

Así surgió la iniciativa Playing4theplanet, a la que se han sumado numerosas compañías, como Sony, Microsoft o Google. Y tengo mala noticias, es mucho más ecológico, jugar en digital.

Yo, por lo pronto, voy a seguir reciclando (¿dónde tiráis los envoltorios de las magdalenas?), tengo un híbrido y mi marido está mirando para cambiar el suyo por uno eléctrico; he puesto bombillas de bajo consumo, solo muevo el coche lo imprescindible… Y juego a videojuegos siempre que quiero. 

Otros viajarán más, irán más al cine, irán a estadios de fútbol, correrán todos días (que también contamina, ojo) o minarán criptomonedas. 

Yo pondré mi granito de arena para frenar la contaminación medio ambiental en lo que pueda y quiero pensar que todo el mundo hará lo mismo en la medida de sus posibilidades. Tampoco voy a vigilar a nadie, que eso de la policía de balcón no me gusta nada.

Lo mismo he contaminado más escribiendo este tocho que decorando una casita en Animal Crossing (en modo portátil, que gasta menos). Pero nadie ha dicho nada todavía de que haya que dejar de trabajar… y de respirar.

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