Crítica de Gorrión Rojo (Red Sparrow), con Jennifer Lawrence

Hoy llega a los cines la nueva película de Jennifer Lawrence, la cual ha generado cierta expectación. Gorrión rojo es un thriller de espionaje en el que la acción no cesa y que te mantiene al borde de la butaca en todo momento. La novela del mismo título de Jason Matthews, exoficial de la CIA, es el punto de partida de una película en la que el personaje de Jennifer Lawrence (Madre!) sufre sin parar hasta el mismísimo final.

Interpreta el papel de Dominika, una retirada bailarina del Ballet Bolshoi que ingresa en la Escuela Gorrión, un funesto lugar en el que aprenderá el arte de la seducción aplicado al espionaje de Estado. Su primer objetivo es Nate Nash, un funcionario de la CIA que dirige la infiltración más confidencial de la agencia en la inteligencia rusa: tiene infiltrado un topo y su deber es protegerlo a toda costa.

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Se trata de la cuarta colaboración de la actriz con el director Francis Lawrence, después de Los juegos del hambre: en llamas, Sinsajo Parte 1 y Sinsajo Parte 2. Probablemente es también la más ambiciosa, con un rodaje internacional que les ha llevado a filmar en Bratislava, Budapest o Viena por respeto a la narración. El caso es que queda patente su relación de simbiosis. La actriz se entrega por completo en un papel muy físico y convence con su contundente interpretación (solo si veis la película en versión original podréis apreciar el juego de los acentos, eso sí).

Por fortuna, además, el guión de Gorrión rojo (Red Sparrow) no es un panfleto ideológico, si bien señala el deshumanizador proceso de entrenamiento para crear agentes sumisos y reemplazables en la Rusia de Putin, o lo que es lo mismo, lo poco que ha cambiado el escenario desde la Guerra Fría a pesar de la depresión estadounidense en términos de liderazgo internacional.

Particularidades del libro que se han perdido

A pesar de ser una buena adaptación, la novela de "Gorrión rojo" es larga y densa. Está cuajada de términos en ruso que se han omitido en la versión cinematográfica en la que bastantes pasajes se han simplificado con la intención de conseguir una duración del metraje adecuada (y aún así la película es larga) y mostrar una coherente conversión de Dominika de inocente joven a femme fatale impredecible.

Otra de sus peculiaridades es que Matthews, cuyo estilo y pericia narrativa resultarán especialmente atractivos a los fanáticos de John le Carré o Ian Fleming, acompaña el desenlace de cada capítulo con una receta de cocina que te deja con su lectura un regusto similar al de la acción. Este recorrido gastronómico que nos lleva a paladear desde un sándwich cubano en el aeropuerto de Moscú hasta estofados de cordero, paté rústico o ensalada estonia de remolacha no es un mero añadido curioso, puesto que una de las misiones del escritor es jugar con nuestros sentidos. Y he aquí la mayor merma que acusamos en la traslación del libro a la pantalla y que solo se nombra una vez en la película: nuestra protagonista es sinestésica. 

Para quienes no estén habituados al término, una persona sinestésica puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. Es decir, sus sentidos sufren "interferencias". En el caso que nos ocupa, Jennifer Lawrence tiene una capacidad especial para "ver" la música, absorbiéndola como si fuera un flujo de colores que le permiten aumentar su desempeño en el escenario y le aportan una memoria prodigiosa. Una vez impedida para el ballet, comenzará a explotar esta cualidad para comprender las verdaderas intenciones de quienes la rodean, ir más allá de sus palabras y casi escanear sus pensamientos.

Es evidente que esto no es fácil de llevar al cine, y menos aún en una cinta de espías bastante oscura en general como es Gorrión rojo, pero alguna licencia un pelín fantástica habría podido aligerar un poco la historia otorgándole una mayor plasticidad.

Lo que la película le aporta al libro

Huelga decir que son fundamentales la banda sonora de James Newton Howard, que se ha encargado en los últimos tiempos de musicalizar películas tan dispares como Nightcrawler, Animales fantásticos y dónde encontrarlosoDetroit, y la fotografía plomiza de Jo Williams, con quien Lawrence también había trabajado ya en sus tres películas de la saga de Los Juegos del Hambre.

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Red Sparrow (4 imágenes)

La luz es casi un personaje más de la película y contribuye a crear esa atmósfera tan particular de misterio e incertidumbre que pesa alrededor de todos los personajes de la película. Si Jennifer Lawrence se antoja un acierto pleno de casting por ese hieratismo de la actriz que tan críptica la vuelve, Joel Edgerton me genera más dudas. No porque ponga en duda su capacidad interpretativa, sino porque no tiene excesiva química con su parteneur y da la sensación de estar a veces algo fuera de lugar, casi incómodo con su papel.

Y ojo a los secundarios porque forman un plantel fabuloso: Charlotte Rampling, Douglas Hodge, Jeremy Irons y Ciaran Hinds son algunos de los rostros que reconoceréis con facilidad.

Gorrión rojo es una cita ineludible para los amantes del género: es un gran thriller de espías en el que no hay escrúpulos a la hora de mostrar los entresijos de las operaciones encubiertas en las que todo vale. Nuestro consejo: acompañar el visionado de la lectura del libro que encontraréis publicado por la Editorial Lince. El cine y la literatura son artes hermanados y siempre es un placer ver lo que se suman el uno al otro.