Predator vuelve al cine: ¡regresa la cacería!
Ofrecido por Fox
Predator se estrenará en España el 14 de septiembre, y en Hobby Consolas ya hemos podido disfrutar de la película gracias a 20th Century Fox... Y lo decimos en sentido literal, porque es tremendamente divertida y eficiente a la hora de proponer un diálogo con la película original de 1987, Depredador, y su secuelas, Depredador 2 (1990) y Predators (2010).
Como bien sabéis se trata del cuarto episodio de la saga canónica, y por tanto una secuela de sus predecesoras, por lo que no sigue el hilo argumental de las películas que enfrentaban al Predator con el Alien de Ridley Scott, es decir, Alien vs. Predator y Alien vs. Predator. Requiem de 2004 y 2007 respectivamente.
El guionista Richard Dekker puntualiza: "Nuestra intención ha sido homenajear a la primera y segunda entrega. Y de hecho hacemos referencia a ellas en relación con la cronología y la historia. Pero en cuanto a la mitología, la hemos ampliado. Todo lo ocurrido en estas películas está ahí, pero abrimos el plano para desvelar una foto más amplia, un rompecabezas más grande”.
¿De qué trata Predator?
Un Predator se introduce en la Tierra aterrizando por casualidad en las inmediaciones en las que un soldado llamado Quinn McKenna está en plena misión. La criatura es atrapada después de destruir a su equipo, pero él acierta a encontrar algunas de sus armas antes de ser atrapado, como un casco, una muñequera y un dispositivo con el que consigue la invisibilidad.
Con el ánimo de quedarse con algunas pruebas, manda esos objetos a un apartado de correos, pero por error terminan llegando a su casa, donde su hijo activa un localizador que envía las coordenadas a los Yautjas.
Quinn desconoce que los Predators son los cazadores más letales del universo, que ya han estado antes en la Tierra, pero que, por encima de todo, ahora son más fuertes, inteligentes y letales que nunca, puesto que han logrado mejorar genéticamente valiéndose del ADN de otras especies.
Recuperando la esencia de los gamberros 80
Tacos, sangre, violencia y también mucho sentido del humor. Predator es una película honesta rodada por un hombre que ha bebido de realizadores como Rick Donner, Tony Scott, John McTiernan o James L Brooks y que ha desarrollado parte de su carrera al otro lado de la cámara, ejerciendo de actor y aprendiendo de cada nuevo trabajo.
Y para hacerlo funcionar al 100% era preciso que la película obtuviera la calificación R (es decir, que no fuera apta para todos los públicos, como sucedió recientemente con el coitus interruptus del verano que fue Megalodón).
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Cuando Black fue reclutado, peleó para que Predator consiguiera más presupuesto, más escala y alcance, más acción y personajes que fueran más empáticos que en una película de monstruos corriente: “Sin olvidar el realismo o una calificación para mayores de 18 años. Hablando en plata: ruedan cabezas. Estos Predators despedazan y trocean. Teníamos rienda suelta para hacer una auténtica aventura, como se hacían antes, una que contiene todos los guiños al género, los más queridos, y lo hacemos más grande. Se trata de un cocido sabroso, nada simple. No es una sopita de pollo. Es una bullabesa”.
El Predator del siglo XXI
Fiel al estilo, pero dejando que la técnica ayude a reflejar los avances, el siglo XXI requería a un nuevo Predator, pero que mantuviera sus señas de identidad y una gran fidelidad a la mitología de las saga.
El guionista de Predator, Fred Dekker, apostilla: “Considero que el Depredador es una de las criaturas más emblemáticas del cine por lo elegante de su diseño. Como todos los grandes monstruos, nos llega al subconsciente. Cuando miramos a esta criatura nos vemos de algún modo reflejados casi como en un espejo, en una visión más oscura, primitiva, y aterradora”.
El director tiene muy claro que quería conservar al máximo el aspecto de los Predators que todos tenemos en mente. “Es especial porque la máscara es alucinante. Pero lo chulo es que cuando se la quita es aún mejor,” dice Black. “Es una criatura reconocible, camina como nosotros, nos comprende, tiene los mismos impulsos primitivos que un ser humano, pero claramente no es de por aquí. La posibilidad de que una persona le mire a los ojos al Predator y que haya un reconocimiento mutuo es lo interesante. Le confiere la capacidad de ser un personaje más, un personaje real”.
En lo que a la estética del Predator se refiere, apunta Black que: “Es importante encontrar la variante más alucinante sin violar el principio básico que le hizo popular en un principio. No quería alejarme demasiado, porque añoraba mantener la nostalgia de la original. Lo bonito de la primera entrega de Depredadores precisamente la calidad humana, porque por muy letal que fuera, no era un animal salvaje sin más. Era inteligente, astuta, te miraba a los ojos y comprendía tus miedos, y los utilizaba para atraparte”.
Cazadores incansables
El Yautja, el aterrador alienígena de la cinta conocido como el Depredador desde 1987, fue una creación del gurú de efectos especiales en maquillaje Stan Winston, el cerebro tras icónicas criaturas del cine como Alieny Terminator.
Shane Black asimismo cree en la honestidad de estas formidables criaturas: “Parece que quieren jugar limpio. [...] Buscan un adversario a su medida, porque de otra manera no podrían trepar, saltar, escalar, hacerse invisibles... disponen de un mecanismo que les permite mezclarse perfectamente con cualquier entorno. De hecho, nunca los ves hasta que de repente parece que la pared, o el árbol, se mueven. Son como los ninjas en cuanto a armas, capacidad y aptitud física. Sienten el impulso de encontrar a un contrincante digno y buscan a los más poderosos y devastadores para medirse con ellos”.
Y esos somos nosotros, los humanos, mucho menos evolucionados tecnológicamente, pero con una voluntad de hierro de sobrevivir, altas dosis de orgullo y camaradería.
Hay distintos Predators en la película:
- El Predator inicial lo representa un actor muy alto enfundando en su vestuario
- El Predator Supremo o Actualizado es digital
- Los Predators científicos fueron también creados por ordenador. Black los define como "predators nerds"
- Los Sabuesos Predator son también digitales
Dice Black: “Nuestra intención fue la de crear un resultado sin costuras de efectos visuales y especiales. Elevar el Depredador al próximo nivel de letalidad requería cierto grado de animación por ordenador, de la mejor manera posible”.
El reparto
Los héroes que protagonizan Predator se autodenominan “Loonies”. Liderados por Quinn McKenna (Boyd Holbrook), a quien conocen a bordo de un autobús del sistema penitenciario militar, los Loonies son un grupo de veteranos que padecen trastorno por estrés postraumático o TEPT y se conocen en la terapia de grupo.
Williams (Trevante Rhodes), Coyle (Keegan-Michael Key), Baxley (Thomas Jane), Lynch (Alfie Allen) y Nettles (Augusto Aguilera) componen un equipo tan peculiar de camaradas que acaban cultivando in extremis una amistad nada convencional.
Olivia Munn es la bióloga evolutiva Dra. Casey Brackett. La actriz tuvo sus dudas sobre su personaje. De hecho, en principio lo rechazó al pensar que simplemente sería el interés amoroso del protagonista. Para su sorpresa su papel era mucho más rico: “Casey es una científica de primer nivel, su investigación gira en torno a los cambios y adaptaciones de las criaturas. Agencias como la CIA o el propio gobierno acuden a ella en caso de producirse contacto con otras formas de vida inteligentes. Lleva toda su vida deseando este momento sin saber si llegaría a producirse realmente. Y de repente, la llaman. Necesitan su experiencia y conocimientos. Jamás pensó que realmente llegaría este día”.
Tal y como narra la película, los depredadores llevan muchos años viajando a la Tierra y dando caza a los seres humanos, por eso el gobierno ha fundado una agencia de defensa dedicada exclusivamente a proteger a la población de una incursión por parte de un Predator.
El Proyecto Stargazer se entendió inicialmente como un laboratorio tecnológico y secreto cuyo fin era capturar a los Depredadores para estudiarlos. Dice Dekker: “Pero detrás, el gobierno necesitaba poder negarlo en caso necesario por lo que lo pusieron en las manos de la CIA. Pero cuando Traeger, interpretado por Sterling K. Brown, asume el control de las operaciones, privatiza Stargazer para beneficiarse de la tecnología Predator. Traeger es un personaje muy diferente a los que he hecho y creo que sorprenderá al público y he querido aprovecharlo. Me gustaba la idea de encarnar a alguien que no es que sea un malo de bigote rizado sino una persona que busca sus propios intereses, intereses que entran en conflicto con los de los demás. Eso me intrigó”.
Predator, sin lugar a dudas, es una película que no dejará a nadie indiferente. Aquí os hemos dejado una serie de poderosas razones para reencontraros con los yautjas en cines... así que, ¡tenéis una cita el 14 de septiembre!
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