Análisis de Corsair K100 RGB, el teclado gaming más completo, y premium, que podría durarte para toda la vida

Lanzado hace unas semanas, el K100 RGB de Corsair es el nuevo teclado top del fabricante. Es un modelo donde han condensado todo su saber hacer, junto a unas cuantas interesantes novedades, para culminar uno de los mejores teclados gaming, si no el mejor, que ha pasado por nuestras manos.

Y como en otros productos del fabricante, como el reciente SSD compatible con PS5 MP600 PRO LPX o el soberbio auricular inalámbrico HS70 para PS4 y PC, estamos hablando de un periférico de calidad, en el que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle.

No es un teclado económico, todo lo contrario: pero la tecnología, extras que incluye y opciones de personalización hacen pensar que, con unos cuidados mínimos, podrías tener un teclado "para toda la vida", como vamos a ver en este análisis del Corsair K100 RGB.

Como hemos adelantado, el K100 RGB es el nuevo tope de gama del fabricante. Se lanzó junto a otros dos modelos a finales de febrero, los K70 RGB TKL y K65 RGB MINI, con precios, tamaños y propuestas distintas. Pero si buscas el más completo, ése es el K100 RGB.

Estamos hablando de un teclado completo, con teclado numérico, teclas de macros dedicadas, controles multimedia y novedades como una rueda de control ICUE o dial del que hablaremos más adelante, todo en un chasis con superficie de aluminio cepillado, iluminación individual para cada tecla... y mucho más.

Vamos que en un primer contacto, queda claro que es un teclado "premium". Pero si nos ponemos a mirar las características, esa sensación se refuerza aún más, porque Corsair no ha escatimado para reunir en este teclado lo mejor de lo mejor.

Si empezamos por las propias teclas, ya no están fabricadas en PBT de doble capa, sino que son de policarbonato, un material más resistente a la corrosión y el desgaste y que, además, permite que la iluminación RGB del interruptor pase mejor.

Vamos, que tras cientos de horas de uso, las teclas seguirán teniendo un aspecto impecable, sin el desgaste que presentan las teclas fabricadas con otros materiales. Pero la cosa no se queda ahí.

Los interruptores que monta el K100 RBG que hemos probado son obra del fabricante, bautizados como switches OPX de Corsair, que son del tipo óptico mecánico, es decir, cada interruptor detecta la pulsación gracias a un haz de luz y un sensor que marca la pulsación cuando la tecla baja.

Son unos interruptores con un comportamiento lineal, es decir son silenciosos, suaves y con un recorrido "consistente", es decir, sin el salto o "bache", respuesta habitual en otro tipo de interruptores.

Su distancia de actuación es de las más bajas del mercado, 1 mm (aunque tienen un recorrido total de 3,2 mm), lo que sumado a la tecnología AXON de 4000 Hz de frecuencia de sondeo y 0,25 ms de tiempo de respuesta, convierte al K100 RGB en uno de los teclados más rápidos del mundo.

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El diseño del interruptor no difiere mucho de lo visto en otros modelos, y cuenta con una base transparente con un único LED, desde el que irradia la iluminación de la tecla. Una iluminación que es potente y con muchas posibilidades, como veremos más adelante. 

La cosa no se queda ahí, y otra de las principales características de los interruptores Corsair OPX es que tienen una vida estimada de 150 millones de pulsaciones, barriendo del mapa, en términos de durabilidad, a la inmensa mayoría de los interruptores del mercado. 

Es por eso que decíamos al principio que tendrás teclado para casi toda la vida... pero no sólo por la durabilidad de los interruptores. Todo ha sido pensado para que el teclado te dure más que las pilas de cierto anuncio...

Es un detalle que se nota incluso en el dial cilíndrico para controlar el volumen: es completamente metálico, tiene un tacto increíble y ha eliminado los extremos de plástico de anteriores modelos para hacerlo aún más duradero. O la nueva rueda de control ICUE, también metálica.

La superficie del teclado es de aluminio cepillado, un acabado presente por regla general en teclados de alta gama, como Razer Huntsman V2 Analog o HyperX Alloy Origins Core, lo que de nuevo redunda en que sea prácticamente indestructible. 

El cableado, por su parte, sale de la zona central inferior y está reforzado con un acabado en plástico y el cable recubierto de nilon para que el desgaste y deterioro sea mínimo.

¿Más? Los dos conectores USB 3.0 son otra de las novedades de este modelo, uno para el funcionamiento del teclado y otro para el USB "pass-through" o puerto USB integrado en el chasis (también con velocidades 3.0).

Ambos conectores cuentan con un robusto acabado que protege tanto el cableado como el conector y facilita a que el proceso de conexión o desconexión del teclado sea más cómodo.

Además, la parte inferior del teclado cuenta con canalización para cableado, por lo que puedes conectar, por ejemplo, un ratón USB y gestionar su cable para que salga por uno de los seis extremos que ofrece este sistema (laterales, zona inferior...). Y quien dice ratón, dice headset, micro...

Por su parte, la caja del K100 RGB incluye, además, interesantes extras como un reposabrazos con sistema de sujeción imantado, así como dos juegos de teclas intercambiables con distintas textura y acabado (WASD y WDERDF) y una pinza para extraer las teclas fácilmente.

El reposabrazos ha cambiado sustancialmente frente a anteriores modelos del fabricante. La superficie texturizada de reposabrazos imita la piel sintética o polipiel, aunque es plástico con un tacto agradable. Es un diseño "sobrio", en color negro con el único detalle de color situado en el centro, con la marca del fabricante.

La sujeción imantada del reposamuñecas no es rígida: son dos pequeñas piezas flexibles que se encajan en las ranuras de la parte inferior del chasis del teclado, y que están ahí a tal efecto. 

No es un sistema de sujeción "ultra potente" (el imán tiene la fuerza justa para que retirar el reposabrazos sea sencillo y si levantas el teclado de la mesa se separa con facilidad), pero es más que suficiente para no se mueva una vez colocado en el escritorio, gracias también a las piezas de goma antideslizamiento de la base. 

El acolchado del reposabrazos es espuma de memoria y aunque no es el más mullido que hemos probado, es más que suficiente para que la experiencia sea muy cómoda y las muñecas descansen mientras aporreamos las teclas.

Un último detalle: el contorno del teclado cuenta con la llamada iluminación "lightedge", 44 zonas de luz personalizables individualmente, que proyectan su luz sobre el escritorio, terminando de darle un toque único a nuestro setup.

Todas estas características hacen que K100 RBG sea un teclado "pesado", que supera los 1300 gramos de peso y que, gracias a sus cuatro esquinas inferiores con remate de goma antideslizante, apenas se mueve una vez colocado en el escritorio. Cuenta con un sistema de pata doble para regular su altura.

Si nos metemos en sus "tripas", cuenta con 8 MB de memoria para albergar hasta 200 perfiles distintos, aunque si creamos efectos de luz complejos, secuencias de macros largas y otras elecciones, este número se reducirá sensiblemente.

Además, la tecnología AXON, compuesta por un potente SoC o System on a Chip y un sistema operativo dedicado, se encarga de llevar a cabo todas las acciones que permite el teclado hasta cuatro veces la velocidad de un teclado gaming "convencional".

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De hecho, registra las pulsaciones y las transmite al PC hasta 4 veces más rápido, mientras gestiona efectos de luz con hasta 20 capas. 

Al conectar el K100 RGB al PC y usarlo con el software ICUE de Corsair, es posible encontrar distintas opciones, como asignaciones de teclas e iluminación, algunas de ellas duplicadas, añadiendo "hardware" al nombre.

Esto es porque el K100 RBG permite dos modos de uso: las opciones que llevan el apellido "hardware" nos permiten crear y guardar configuraciones directamente en la memoria del teclado. La otra, guarda configuraciones y ajustes en el propio software de PC.

De este modo, podemos tener en placa distintas combinaciones de atajos y macros, usos de los 6 botones G (que tienen integración con Stream Deck de ElGato) o efectos de luz, entre las que podemos cambiar pulsando el botón de perfil (el primero de la esquina superior izquierda).

De este modo, si usamos el teclado en distintos equipos, accederemos automáticamente a los perfiles guardados, sin tener que tener instalado ICUE en ese equipo.

Y es un software robusto, con unas enormes opciones para personalizar los efectos de luz (recordamos, el efecto es independiente para cada tecla, más las 44 zonas del contorno "lightedge"), entre una gran variedad de efectos (onda, latido, activación al pulsar...) y millones de colores.

Pero sin duda alguna, la gran novedad del K100 RGB es la rueda de control ICUE. Esta rueda tiene giro infinito a izquierda y derecha, y nos permite controlar distintas funciones, que por supuesto son también son personalizables.

Nada más sacarlo de la caja, trae de serie 4 opciones, entre las que vamos rotando con tan sólo pulsar el botón central de la rueda. Así, podemos alternar entre el control de brillo del teclado, modo AV/RE (para avanzar o retroceder rápido en las canciones de Spotify o en un vídeo de VLC), cambiar de pista o grabar macros al vuelo, sin ICUE de por medio. 

Las dos primeras opciones no necesitan explicación: girando la rueda a izquierda o derecha, aumentaremos o bajaremos el brillo de la iluminación del teclado o nos desplazaremos dentro de la canción.

La opción de cambiar de pista es, quizá, el uso más "tontaina" de todos los que trae de serie, ya que hay botones dedicados y, lo que es peor, sólo funciona si la aplicación está en primer plano (si estamos por ejemplo en el navegador, no funcionará).

La grabación de macros es muy sencilla, y con una presión larga comenzamos el proceso. Sabremos que está activa la grabación porque tendremos una luz papadeando en el panel central del teclado, donde se activan los "chivatos" para indicar que el modo juego está activado, el muteo...

Una vez iniciado el proceso, sólo tendremos que elegir la tecla G (las 6 del lateral izquierdo), para acto seguido, introducir la secuencia de pulsaciones que queremos, para terminar pulsando de nuevo el botón central de la rueda. ¿Fácil, verdad?

Aparte de estos cuatro usos, el software ICUE nos permite activar otros cuatro adicionales más, que vienen sin activar, o añadir, crear y modificar los nuestros propios que se nos ocurran.

Los cuatro usos adicionales nos permiten cambiar entre las aplicaciones abiertas (como ALT + TAB), controlar la barra de desplazamiento vertical (en un navegador, por ejemplo), la de desplazamiento horizontal (para excel, por ejemplo) o aplicar el zoom.

A cada uno de esos usos le podemos asignar el color que queramos, para que el código de color de la rueda nos permita identificar la función de la rueda en cada momento.

En gaming, lo cierto es que la rueda puede tener un uso más limitado (por ejemplo, ¿selector de armas?), pero en tema multimedia y ofimática, como pueda ser movernos por un excel o editar un vídeo, puede ser un elemento muy útil y, además, sin tener que sacrificar el uso normal del dial de volumen.

Del mismo modo, tampoco mentimos si decimos que, al comenzar a usar el Corsair K100 RGB, necesitarás un pequeño período de adaptación. Sobre todo por las seis teclas G de la izquierda, que nos obligan a "recolocar" las manos en el teclado. 

No son molestas, ni lleva mucho tiempo hacerse a ello... pero tampoco está de más comentarlo. El período de adaptación dependerá de cada uno, pero no es algo que requiera una enorme cantidad de tiempo tiempo.

Será entonces, una vez te te hayas acostumbrado, cuando valores en su justa medida todo lo bueno que ofrece este teclado gaming, que es mucho, y en realidad tiene vocación de "teclado para todo". 

Porque aunque en este análisis del teclado K100 RGB de Corsair hemos hecho hincapié en su faceta gaming, lo cierto es que cumple perfectísimamente para tareas ofimáticas. 

Escribir con él es muy cómodo y rápido, en parte debido al reducido espacio de activación del switch de cada tecla. Además, al ser un teclado N-Key rollover y "antighosting", no perderás pulsaciones.

Todo con un diseño y acabado al que se le pueden poner pocas pegas, y menos aún en términos de manejo y funcionalidad. El Corsair K100 RGB uno de los teclados más completos que hemos probado.

Eso sí, el K100 RBG no es un teclado al alcance de todos los bolsillos. Su precio, 249,99 euros, lo alejan del gran público. Pero si el presupuesto no es problema, o simplemente buscas "lo mejor de lo mejor", estás ante uno de los mejores teclados del mercado, así de simple.

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