Razer sigue con su imparable calendario de lanzamientos en 2021 y a los recientes lanzamientos del la webcam Razer Kiyo Pro, el nuevo teclado Razer Huntsman Analog o el ratón Viper 8K, se une ahora una nueva versión de su silla gaming, Razer Iskur Black Edition.
Una silla de gama alta que sin duda, no pasó desapercibida en su lanzamiento original en octubre del año pasado, en especial por una característica que la hace única y que no verás en el resto de modelos de silla gaming del mercado: el reposo lumbar regulable.
Este respaldo regulable es sólo la carta de presentación de una de las mejores sillas del mercado, y en este análisis de Razer Iskur Black Edition vamos a desgranar todas y cada una de las razones por las que debes tener muy en cuenta este modelo te estás planteando con comprar una silla de este tipo.
En primer lugar, no está de más decir que esta Black Edition de la silla Iskur de Razer es una nueva versión que, como adelanta su nombre, es totalmente negra. Es exactamente el mismo modelo, con las mismas características... pero aquí no encontrarás ni logos, ni costuras, ni texto, ni nada en verde como el modelo original, que aún está a la venta en nuestro país. Debajo de estas líneas puedes ver la diferencia.
Y es que los detalles de color fueron uno de los pocos aspectos que se criticaron en la primera versión, porque para algunos estropeaba el gran diseño de la silla (en especial la frase que estaba en la parte baja del asiento). Así pues, esta vez se trata de una silla gaming totalmente negra, y una que destaca por ser muy, muy elegante. Y antes de empezar a fondo con ella, vamos a ver sus principales características...
Características técnicas Razer Iskur Black Edition
- Peso máximo recomendado: hasta 136 Kg.
- Altura recomendada: hasta 1,90 m
- Tamaño: M
- Chasis: metal y madera contrachapada
- Cobertura: Piel sintética (cuero PVC)
- Base: recubierta con polvo de metal de 5 estrellas
- Reposabrazos: 4D
- Ruedas: de 6 cm
- Elevador de gas: clase 4
- Acolchamiento: Espuma moldeada de alta densidad
- Ajuste de respaldo: 139 grados
- Ajuste lumbar: completo
- Ajuste de cabeza: sí (cojín extraíble)
- Garantía: 3 años para las partes móviles
Razer Iskur Black Edition: presentación y montaje
La caja en la que se comercializa es, simplemente enorme, tamaño "arca perdida" de la primera película de Indiana Jones. Y tiene su razón de ser: desde que abres la caja te das cuenta del cuidado y mimo que Razer ha puesto hasta en el último detalle, empezando por el embalaje. Nada más abrirlo, no falta la clásica tarjeta de agradecimiento de Razer, pero en esta ocasión con tamaño XXL.
La presentación, como decimos, ya adelanta que estamos ante algo "especial". Todas las piezas van protegidas y cubiertas (cilindros de cartón para proteger barras, varias capas de gomaespuma para evitar arañazos), sin olvidar la apañada caja con todas las piezas menores (las ruedas, tornillos necesarios o incluso la herramienta con la que montarás todo), que hacen que todo llegue muy ordenado y organizado.
De verdad, no exageramos si decimos que, de todas las sillas que hemos montado, Razer Iskur es la que mejor presentada viene. Es un detalle menor, pero sin duda la antesala de lo que está por venir, tras un proceso de montaje sencillo. La propia caja alerta de que es un trabajo para dos personas, pero salvo por lo pesada que es la caja, lo cierto es que he podido montarla solo, sin ayuda de nadie.
Si estás familiarizado con el montaje de sillas gaming, podrás montar la Razer Iskur Black Edition entre 30 minutos y una hora. Las instrucciones son, muy muy claras, y en todos los pasos indica claramente, y de forma visual (sin texto), qué es lo que necesitas en cada paso, detallando lugares en los que va cada tornillo, si debes girar o no la silla para trabajar más cómodo, etc.
Cabe destacar que los pasos que más pueden inducir a error, por ejemplo, porque estamos trabajando en el lateral izquierdo o derecho, o con la silla tumbada, la parte frontal o trasera, vienen marcadas clarísimamente, lo que facilita aún más el proceso de montaje. Todo está pensado para que montarla sea realmente fácil y rápido. También incluye tapones para cubrir los embellecedores.
Por último, como en otras sillas gaming, las ruedas de Razer Iskur Black Edition (y el modelo normal) encajan a presión, un sistema que funciona y que facilita un montaje fácil y sencillo. Eso sí, hay que hacer algo de fuerza para que entren. Las ruedas son rígidas, no blandas.
Como decimos es un montaje muy simple, y sólo necesitarás la llave Allen incluida para dejar todo bien apretado y sujeto. De hecho, sólo cuenta con una decena de tornillos para armar el respaldo, los embellecedores laterales y el mecanismo inferior (para articular la altura, suavidad de giro y demás). La barra con regulación por gas y las ruedas van sin atornillar, a presión.
Materiales y acabados de Razer Iskur Black Edition
Durante el proceso de montaje, al simple tacto, se nota que Razer Iskur es una silla que cuida hasta el más minínimo detalle. Su superficie es de piel sintética (también conocido como cuero PVC) es multicapa, lo que garantiza una resistencia y duración mayor que la llamado polipiel (de poliester y algodón) que tiende a arañarse y desgastarse más rápido.
Si además se es minimamente cuidadoso, es un material que necesita poca atención y cuidado, por lo que se mantendrá como nuevo durante mucho tiempo. Es un tejido agradable al tacto, y que no da excesivo calor (salvo que estemos en verano a 50º). El detalle del logo pasa desapercibido salvo que le de una fuente de luz directamente.
Como hemos dicho, toda la superficie es negra, sin ningún detalle de color, aunque siguen estando presentes el logo de Razer (en la parte alta del respaldo) y el lema "For Gamers, By Gamers" en la el frontal del asiento. Al no contar con colores, son detalles que pasan más desapercibidos, al igual que las costuras, que son de color negro.
El relleno, tanto del respaldo, como del asiento en sí, es de espuma moldeada de alta densidad, lo que significa que no nos hundimos fácilmente. De primeras puede parecer un asiento un poco duro, pero basta con pasar un par de horas encima de la silla para comprobar que, ni lo es tanto, y que pronto te acostumbras: notarás que las piernas no se cargan, ni se duermen.
Eso sí: el asiento tiene una ligera "forma" y unos bordes realzados que nos "recogen" ligeramente las piernas, para facilitar una posición natural en la que no nos dañemos la espalda "dejándonos resbalar" por el asiento y acabando en posiciones poco o nada recomendables para nuestra columna. Pero eso es algo de lo que hablaremos en el apartado de ergonomía, como de los reposabrazos, que también son ES-PEC-TA-CU-LA-RES.
El resto de elementos, desde el pistón de clase 4 para regular la altura, al soporte con 5 radios para las ruedas rígidas (que no arañan el suelo), o los controles (palancas para regular el respaldo, el ajuste lumbar...) todos transmiten muy buenas sensaciones. Como solemos decir de muchos productos de Razer, el precio es elevado, pero también estás pagando por estas calidades.
Razer Iskur Black Edition: el ergonomía a examen
Estamos ante el punto que más distingue esta silla de cualquier otra propuesta del mercado. Razer Iskur Black Edition es una de las sillas gaming más cómodas de cuantas hemos probado. Punto. Y con unas características que encajan con una gran mayoría de la población (recomendable para personas hasta de 1,90 y 136 Kg).
Aquí la estrella es el respaldo lumbar regulable. Se trata de una función ligada a un control en el lateral derecho de la silla, una especie de pestaña que, al tirar de ella, hace que la parte inferior del respaldo, se separe del chasis. Es una pieza ergonómica, que por su posición y forma, nos obliga a sentarnos en una postura cómoda, en la que descansa la columna. Aquí podéis ver cómo sale de su posición neutra...
Es un concepto difícil de entender si no se ve y no se prueba, que poco o nada tiene que ver con los cojines lumbares y cervicales que incorporan muchas sillas. Esta pieza es completamente regulable, es decir, podemos fijar el respaldo lumbar en cualquier parte de su recorrido, donde estemos más cómodos, y bloquear su posición para que siempre se quede así.
Como decimos, una vez encontrado el punto de comodidad para nosotros, la sensación de descanso y apoyo no tienen nada que ver con el de otras sillas, y de hecho, tras mucho tiempo sentado, no tendrás la necesidad de "dejarte caer" y adoptar posturas dañinas para la espalda. Es el típico invento que pruebas y dices "como he podido vivir sin él hasta ahora".
Sobra decir que, como en todas las sillas gaming, el respaldo es alto y resistente, lo que permite apoyar el resto de la espalda sin ningún tipo de problema ni limitación (salvo que tengas el cuerpo de un armario empotrado y no entres en la silla).
Ligada a la característica estrella del respaldo lumbar regulable están los llamados reposabrazos 4D regulables de Razer Iskur. Las 4D se refieren a que podemos regularlo en cuatro dimensiones o áreas, desde la altura a que estén más pegados o alejados del cuerpo, más hacia delante o hacia atrás, y con capacidad de giro en el eje horizontal.
Cada una de estas acciones cuenta con un botón de control, que activa su desplazamiento en ese sentido, y al mismo tiempo lo bloquea cuando soltamos. Y gracias a esta enorme capacidad de movimiento, podemos encontrar la posición óptima para nuestros brazos en relación al escritorio. Esto, a su vez, redunda en que facilita nuestra capacidad de movimiento, algo que también puede influir en nuestra velocidad de respuesta al jugar. Si nuestros brazos, codos y muñecas están en la posición óptima, pueden responder mejor.
La silla incluye un cojín cervical, que como en otros modelos de silla cuenta con una cinta elástica para acoplarlo a la parte superior del respaldo. Yo mido 1,76, y debo confesar que nunca uso este tipo de cojines en el cuello, porque no me hacen estar más cómodo, ni me parecen agradables... pero es una cuestión puramente de gustos. En este caso, el relleno de este cojín es infinitamente menos duro que el del resto del conjunto y se hunde con mayor facilidad. Está revestido de tela, no piel sintética, y es agradable al tacto.
Sobra decir que Razer Iskur Black Edition, en conjunto, desprende una gran sensación de robustez. No hace ruidos, ni cruje al sentarse, y no se "cimbrea" en ninguna dirección, no transmite sensación de fragilidad o inestabilidad, ni siquiera al reclinar el respaldo al máximo, a 139º.
Para terminar, al menos en cuanto a ergonomía de Razer Iskur, está la altura de la silla. El pistón de gas permite ajustar la altura a nuestro gusto, pero no es una silla especialmente alta. Subida al máximo, con la espalda pegada al respaldo, seguimos apoyando los pies perfectamente en el suelo (repetimos, midiendo 1,76 m), y con las piernas totalmente relajadas.
Conclusiones:
Mientras realizaba nuestro análisis de la silla gaming Razer Iskur Black Edition, pensaba en otros modelos que había probado antes, como la Kitsune RGB, y lo cierto es que no recuerdo tener unas sensaciones tan buenas, cómodas y distintas como con este modelo de Razer. Lógicamente, también estamos hablando de una silla que cuesta casi cuatro veces más. Por el momento, Razer Iskur Black Edition ha llegado hoy en exclusiva a la web del fabricante y no está a la venta en otras tiendas.
Si empezamos por sus bondades, el respaldo lumbar regulable, junto con los reposabrazos 4D, los dos elementos que para mí marcan un antes y un después. Los niveles de comodidad y ajuste que ofrece Razer Iskur están en otra liga y si bien no puedes poner el respaldo en horizontal como otros modelos (para tumbarte) no es una cosa que eche de menos.
¿Es algo que marque una diferencia abismal respecto a otras sillas? Pues para mí sí, porque tiendo a pasar largas sesiones sentado, bien por trabajo, bien por ocio, y tener una silla cómoda y que facilite estar sentado en una posición cómoda es fundamental. Y ahí Razer Iskur cumple.
Y no sólo eso: todo en ella grita calidad, desde los pulsadores de reposabrazos al propio tejido que recubre toda la superficie. El modelo completamente negro, que es el que hemos probado en este análisis, es una versión bastante más elegante que la que se lanzó en octubre con los colores verdes.
Si le tenemos que reprochar algo, ese algo es lo que hemos comentado antes, del realces laterales del asiento, o que carezca de extras como luces RGB (algo que Razer suele incluir en muchos de sus periféricos), pero el primero es algo que va en gustos (y que insistimos, ayuda a mantener una buena posición) y lo segundo, pues dependerá de lo que le pidas a una silla...
Está claro que en el mercado existen sillas gaming más baratas y todas "hacen lo mismo" (permitirnos sentarnos encima), pero ninguna otra silla ofrece los extras de ergonomía que ofrece Razer Iskur, y muy pocas sus acabados. Para muchos, 499 euros será un abismo insalvable, para otros una gran y duradera inversión.
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