Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de asistir a una presentación virtual de Gods Will Fall, el nuevo juego de Clever Beans, estudio afincado en Manchester al que le debemos WipEout Omega Collection, When Vikings Attack! o Lost Projects. Con su nuevo trabajo se desmarcan de todos los anteriores para ofrecer una propuesta realmente interesante: una mezcla de acción y 'dungeon crawler' con ligeros elementos 'roguelite' que, según nos contaban, gustará a los fans de la saga Souls y juegos como Spelunky.
Aunque lo cierto es que ninguna de esas palabras hace justicia a lo que propone en realidad este prometedor título independiente, así que olvidad los calificativos y las menciones a otros juegos, y acompañadnos en este avance de Gods Will Fall para descubrir todos sus secretos (bueno, todos todos, no).
Deus est mortuus
La premisa es relativamente sencilla: los humanos se han cansado de la impasibilidad de los dioses ante sus penurias. Una expedición, formada por ocho guerreros, pone rumbo a la isla donde aguardan los diez dioses que componen el panteón de Gods Will Fall para acabar con su existencia.
Los ocho guerreros son -evidentemente- los personajes que controlamos y los dioses, los jefes que debemos derrotar. Nada más llegar a la isla, lo primero que debemos hacer es elegir la mazmorra que vamos a explorar primero. El exterior de la isla no es un escenario como tal, más bien podríamos considerarlo un selector de niveles, una suerte de HUB donde controlamos al grupo como si fueran uno y los guiamos hasta la entrada de una mazmorra.
Y aquí es donde entran en juego los elementos 'roguelike': los enemigos y la dificultad de cada mazmorra cambian en cada partida, así que nunca vamos a saber lo que nos espera en su interior. De hecho, puede suceder que nada más empezar nos metamos en la mazmorra más complicada de todas... ¡O en la más fácil!
Una vez elegida la mazmorra, debemos tomar la primera decisión importante de Gods Will Fall: cuál de los ocho guerreros va a entrar en la mazmorra. Como nos señalaron sus responsables durante la sesión, pese a tratarse principalmente de un juego de acción, las decisiones son uno de los aspectos más importantes de Gods Will Fall, pues pueden tener efectos tanto sobre la jugabilidad como sobre la narrativa (en un momento lo entenderéis).
Cada uno de los ocho guerreros es único: tienen nombre y son reconocibles por su aspecto visual, pero también utilizan armas distintas, tienen una habilidad única y estadísticas diferentes. Vamos, que cada uno ofrece una experiencia jugable.
Tras elegir a un héroe o heroína, da comienzo lo que podríamos considerar el núcleo de Gods Will Fall: en el interior de la mazmorra es donde tiene lugar toda la acción. Un apunte importante, eso sí: pese a que nunca sabemos qué nos espera en el interior, las mazmorras no tienen una estructura procedimental, como suele ser habitual en los 'roguelike'/'roguelite'. En su lugar, el diseño de niveles está hecho a mano, y todas cuentan con una temática relacionada con el dios que las habita. La mazmorra del dios Osseus, por ejemplo, está llena de huesos.
La jugabildiad es bastante clásica: desde una perspectiva aérea en tercera persona (a lo Diablo) podemos realizar ataques rápidos, ataques fuertes, esquivas y saltos. Ninguna de estas acciones consume energía, así que se pueden usar sin miedo. También hay movimientos avanzados, como recoger armas de los enemigos para usarlas como objetos arrojadizas y un útil 'parry' realizado al esquivar hacia el enemigo justo cuando ataca. Al explorar podemos encontrar objetos de uso limitado, como bombas o escudos, que nos facilitan el progreso a través de la mazmorra (los objetos se mantienen de una mazmorra a otra, así que a veces convendrá reservarlos para más adelante).
La mecánica más interesante del sistema del combate es la que nos permite recuperar salud: al golpear a los enemigos la barra de vida se recarga, pero esa recarga sólo es efectiva cuando efectuamos un grito de batalla, así que debemos elegir cuidadosamente el momento adecuado para usar esta habilidad.
Si el guerrero que controlamos es vencido, quedará atrapado en la mazmorra (en la mayoría de casos; hay determinados tipos de ataque que suponen la muerte permanente para el personaje). Y no, no es posible dar la vuela y huir: una vez dentro de la mazmorra, sólo tenemos dos opciones: acabar con el jefe o morir.
Aquí se produce la segunda decisión importante de Gods Will Fall: si consideramos que la mazmorra es demasiado complicada, podemos ir a otra para subir de nivel... Aunque eso signifique abandonar al guerrero atrapado. De lo contrario, podemos volver a probar suerte con otro de los siete guerreros (no hay 'checkpoints', así que debemos empezar desde el principio). Si ese segundo también cae, tendremos dos personajes atrapados en la misma mazmorra.
Se puede producir una situación interesante, como que siete guerreros quedan atrapados en una misma mazmorra... Y sea el octavo el que logre derrotar al dios, liberando así a todos sus camaradas. Una remontada en toda regla.
El avance a través de la mazmorra es bastante lineal, y no hay puzles ni nada parecido, pero hay dos cosas importantes a tener en cuenta: la primera es que cuantos más enemigos derrotemos, menos salud tendrá el jefe cuando lo enfrentemos. Es decir, que técnicamente es posible recorrer la mazmorra en modo 'speedrun', sin derrotar a nadie... Pero entonces el combate contra el jefe será bastante más complicado.
La segunda cosa a tener en cuenta es que cada mazmorra incorpora mecánicas propias que podemos aprovechar. Por ejemplo, en una de las que nos enseñaron, a lo largo del trayecto el personaje se cruzaba con varias forjas. Al utilizarlas, su arma podía mejorar o empeorar de forma aleatoria, invitándonos a elegir entre confiar en nuestras habilidades o dejarlo en manos de la fortuna. De nuevo, decisiones.
Como decíamos, las decisiones también tienen un impacto narrativo: algunos guerreros pueden tener una relación tanto con alguno de sus compañeros como con los dioses. Durante el evento vimos cómo un guerrero contaba haber tenido una pesadilla sobre el dios que aguardaba en el interior de una mazmorra; al elegirle para afrontar esa misma mazmorra, algunas de sus estadísticas descendían, mientras que otras subían.
Otro ejemplo muy interesante lo encontramos cuando un guerrero cae: si pasa mucho tiempo antes de rescatarlo, la moral de uno de sus compañeros podría verse afectada... O todo lo contrario: tras subir varios niveles, un guerrero podría sentirse eufórico ante la idea de estar listo para rescatar a su amigo. Como veis, a través de estas decisiones se va tejiendo una narrativa única en cada partida y para cada jugador.
Hemos dejado los dioses para el final porque son los auténticos protagonistas: criaturas enormes con diseños muy llamativos y un gran surtido de ataques que debemos aprender si queremos tener alguna oportunidad de derrotarlos (esta es sin duda la faceta "heredada" de la saga Souls). En los enfrentamientos que nos mostraron, quedó claro que serán un auténtico desafío. Los dioses, además, tendrán su propia historia que podremos descubrir a lo largo de la mazmorra... Y a veces, ese trasfondo puede darnos una pista sobre cuál es el guerrero más indicado para hacerles frente. De momento sólo hemos visto cinco dioses, así que todavía quedan muchas sorpresas.
Si con todo esto que hemos contado hemos conseguido que Gods Will Fall os parezca tan prometedor como a nosotros, entonces recordad que tiene previsto su lanzamiento para PS4, Xbox One, Nintendo Switch, Google Stadia y PC el próximo 29 de enero de 2021.
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