Si todavía te haces un lío con todas las conexiones posibles que hay en un PC, sobre todo en gaming, aquí va un pequeño resumen de los conectores que tienes que conocer y cuáles son sus usos principales.
HDMI, DisplayPort, USB-C, VGA... En el mundo de la informática y, sobre todo, el gaming, hay una enorme cantidad de conexiones que nos permiten disfrutar del contenido del PC en nuestro monitor.
Por eso siempre viene bien hacer un pequeño repaso y saber qué podemos encontrar por ahí, qué está de moda y qué no se utiliza ya prácticamente.
Es importante saber qué conexiones tiene tu tarjeta gráfica así como las del monitor, ya que te puedes llevar alguna que otra sorpresa. En PS5 o Xbox Series X la cosa es muy sencilla ya que todas van por HDMI, pero en el PC es otro tema.
También es importante saber que una tarjeta antigua puede revivir en un monitor con las conexiones adecuadas. Pero dejémonos de teorías y vayamos al lío.
Estas son las conexiones que puedes encontrar en un monitor para un PC gaming, que son las que vamos a repasar a continuación:
El más antiguo de los conectores de PC en un monitor: VGA
Los monitores VGA o Video Graphics Array están actualmente fuera del mercado, por lo que no los vas a encontrar a la venta desde hace mucho. Si en algún momento ves que alguien intenta venderte un monitor que cuenta con esta conexión, nuestro consejo es que salgas huyendo.
Este conector es el último que queda con conexión analógica, dejando en manos del monitor la conversión de la señal al digital. Por eso, cuanto mayor sea la resolución más posibilidades hay de que la imagen resultante esté degradada.
Su resolución máxima fue la del Full HD, o lo que es lo mismo, 1.920 x 1.080. Mientras duró su época tenemos que reconocer que nos dio muy buenos tiempos, pero con el avance de la tecnología y la mejora en la potencia gráfica, ya no existe, desde hace años, como posibilidad en las tarjetas gráficas.
Reconocer un monitor que use este conector debería ser bastante sencillo ya que suelen ser monitores CRT: panel gordito y con marcos gigantes para la pantalla que tenían.
El DVI, el aspirante que nunca llegó a despegar
Cuando el VGA comenzó a quedarse corto para los estándares llegó el DVI, un conector bastante grande que podíamos encontrar en distintos formatos: single link y dual link.
Este conector estuvo un tiempo entre las posibilidades que ofrecía un monitor, especialmente porque era capaz de utilizar señal digital directamente, aunque también era compatible con la analógica.
Sin embargo, seguramente por este lío que suponía tanta posibilidad y que tampoco ofrecía tantas ventajas con respecto al VGA (su resolución máxima era de 2.560 x 1.600 en single link y 3.840 x 2.400 en dual link), concentrando sus mayores problemas en el refresco, teniendo en el mejor de los casos 60 Hz y muchas veces 30 Hz a su máximo de resolución.
Tampoco era capaz de transportar el sonido, por lo que había que llevar la imagen por un lado y el sonido por otro. Este estándar, aunque es más reciente y avanzado que el VGA, estuvo poco tiempo entre los más usados.
El HDMI, el más utilizado a día de hoy
Cuando empezaron a llegar los primeros conectores HDMI, pocos adivinaron que sería uno de los más utilizados durante tanto tiempo, gracias en parte a su comodidad de uso y, sobre todo, a la multitud de actualizaciones que ha recibido desde entonces.
El conector HDMI se puede encontrar en cualquier monitor actual así como en las tarjetas gráficas e incluso las consolas de última generación, las cuales han basado en este conector su conexiones durante las últimas generaciones.
Con el aumento de la potencia en los ordenadores y las consolas, el HDMI se ha ido actualizando para ser capaz no solo de aumentar la resolución, sino también la tasa de refresco. Ojo porque estas actualizaciones son compatibles de arriba hacia abajo nada más. Esto quiere decir, que una nueva se puede usar en una antigua, pero no al revés.
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También existe la posibilidad de encontrar una conexión mini HDMI, aunque esas están relegadas a equipos portátiles y tablets. A día de hoy, hay que buscar siempre una conexión HDMI 2.1, que es la que se encarga de ser compatible hasta con 8K y 120 Hz.
Entre sus principales inconvenientes, además de que es difícil distinguir a simple vista la versión de un cable o conector (habrá que mirar las especificaciones), es que no permite el intercambio de datos, solo de imagen y sonido.
El DisplayPort, otro aspirante que se ha estancado
Es otro de los conectores presentes en la actualidad en prácticamente cualquier lado, y que viene a resolver algunos de los problemas presentes en el HDMI como es la posibilidad de transportar datos y no solo imagen y sonido.
Sin embargo, debido a la constante actualización de la conexión HDMI, se está resistiendo un poco a alzarse con el número uno de las conexiones, y sus actualizaciones son menos frecuentes. Ahora que llega la versión 2.0 del DisplayPort veremos qué es lo que ocurre. Con la actual que tenemos en el mercado, la 1.4, se podría llegar ya a tasas de 8K a 60 Hz.
Sin embargo, se supone que la 2.0 ofrecerá 16K, lo cual podría dejar muy fácilmente obsoleto al HDMI con el tiempo, ya que su uso actual es muy escaso. Esta conexión tiene ciertas ventajas, como que es totalmente compatible con USB-C y que permite conectar varios monitores en cadena con una sola conexión DisplayPort.
Sea como fuere, actualmente el DisplayPort se utiliza bastante pero sigue reinando por ahora el HDMI. Eso sí, no debes perder de vista el futuro para saber si este cable finalmente despega, algo que se confirmará si la nueva generación de consolas utiliza este tipo de conector.
Existe también el mini DisplayPort que, al igual que el del HDMI, está centrado en dispositivos portátiles y no se utiliza demasiado.
El USB-C, el rey de los portátiles
Aquí hay que tener bastante cuidado porque no todos los USB-C permiten la transmisión de imagen y sonido además de datos. Es más, esta clase de conectores está casi centrada en los portátiles y no encontrarás gráficas ni placas base con esta clase de capacidades. Para que te hagas una idea, las nuevas RTX 4090 y RTX 4080 no llevan esta clase de conectores.
Si quieres saber si USB-C es capaz de realizar estas capacidades, por norma general está señalado con el símbolo de un rayo, y entre sus especificaciones encontrarás la nomenclatura Thunderbolt. Todavía no es un estándar, ni mucho menos, en los monitores, pero sí que puedes encontrar alguno con un puerto Thunderbolt.
Actualmente, se ha presentado hace poco el Thunderbolt 5 con unas capacidades que realmente han impresionado por sus capacidades, pero sin estandarizarse todavía en tarjetas gráficas y monitores, tampoco nos valdrá para mucho fuera del ámbito portátil.
Este nuevo estándar tendrá retrocompatibilidad, lo que siempre es una buena noticia, y además es compatible con DisplayPort 2.1 y el USB4 2.0, por lo que ya te puedes hacer una idea de las capacidades que va a tener.
Entonces... ¿qué conexiones debes buscar?
Después de ver todos lo anterior, queda bastante claro que las conexiones VGA y DVI están totalmente descartadas, ya que no vas a encontrar tarjetas gráficas en el mercado que utilicen esta clase de conexiones, al menos no unas de primera mano.
A partir de aquí es importante saber qué es lo que tienes en tu tarjeta gráfica y qué es lo que tiene tu monitor. A día de hoy hay que intentar siempre buscar el HDMI 2.1 y, en cuanto se pueda, también el DisplayPort 2.0. De esta forma, maximizarás tus posibilidades y te cubrirás con respecto al futuro lanzamiento de nuevas tarjetas gráficas.
Si de paso, puedes encontrar una conexión Thunderbolt en el monitor, pues mejor que mejor. Pero hay que tener en cuenta que estas suelen ser más útiles en los portátiles que otra cosa.
Ahora ya no tienes excusa para decir que no conoces los tipos de conexiones que puedes encontrar en un PC, tanto las pasadas como las presentes y algo del futuro. HDMI o DisplayPort, tú decides. Pero no pierdas de vista el USB-C que puede dar alguna sorpresa en el futuro más próximo.
Descubre más sobre David Losada, autor/a de este artículo.
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