Análisis de Sand Land, una aventura endiabladamente entretenida

Quién nos iba a decir hacer unas semanas que nos tocaría lamentarnos tan pronto del fallecimiento de Akira Toriyama. Aún así, su obra es inmortal y prueba de ello es la enorme cantidad de proyectos vinculados a él en marcha. El siguiente en llegar es este juego de Sand Land para PS4, PS5, Xbox Series X|S y PC, un homenaje al escueto, pero genial manga que creara a principios de los 2000.

Al igual que en la serie que ha llegado recientemente, tenemos que acompañar a Beelzebub, Rao y Thief en la búsqueda del manantial legendario, una fuente de agua que acabe con la sequía del desértico entorno de Sand Land. El ejército del rey intentará pararnos los pies, pero en esta aventura hay fuerzas incluso mas poderosas maquinando en las sombras.

Con los poderes demoniacos de Beelzebub, la habilidad para el robo de Thief y el genio militar de Rao (acompañados de varios vehículos), viajaremos más allá de las dunas para escalar, infiltrarnos, explorar y pelear mogollón, como no podría ser de otra forma en una aventura toriyamesca.

El análisis de Sand Land para PS4, PS5, Xbox Series X|S y PC en Hobby Consolas:

• El gameplay de Sand Land
• La duración de Sand Land. ¿Cuántas horas ofrece?
• Dificultad de Sand Land
• Cuánto cuesta Sand Land y dónde puedes jugarlo
• La opinión de Hobby Consolas sobre Sand Land
• Nota: lo mejor y lo peor de Sand Land

Jugabilidad y gameplay de Sand Land

A grandes rasgos, Sand Land es una aventura abierta de acción con toques de RPG. Salvo en una misión muy concreta al principio, nosotros siempre controlamos, en tercera persona, a Beelzebub, el príncipe de los demonios, mientras recorremos con Rao y Thief los diferentes entornos. 

Las misiones principales nos van "guiando" en la búsqueda del manantial legendario y, más adelante, en el conflicto con el país vecino de Forest Land. Por el camino, hemos de resolver muchas búsquedas y ayudar a los habitantes de diferentes pueblos, pero la gran seña de distinción del juego es la obtención y uso de vehículos.

En el manga original, el protagonista era un tanque que encontraban los protagonistas al principio de la aventura. Aquí también lo usamos, por supuesto, pero nos va a tocar usar muchos otros vehículos, cada uno con su utilidad. 

Así, tendremos una moto para atravesar zonas a toda velocidad; un meca saltador, para subir grandes alturas; o un aerocoche para levitar por encima del agua.

Tenemos una rueda de selección de cinco vehículos, a los que podemos invocar cuando queramos y todas las veces que queramos, una vez los hayamos desbloqueado, claro. Ello, simplemente lanzando una cápsula al más puro estilo Dragon Ball.

Este uso casi constante de los vehículos es muy divertido, ya que son cómodos de controlar e incluso podemos pasar de uno a otro al vuelo, sin tener que bajarnos.

Aunque los imprescindibles se obtienen "por narices" al avanzar en la trama principal, hay muchos otros que podemos conseguir si damos con los planos y las piezas necesarias, como un flexible buggy o hasta un minitanque volador. 

Los vehículos más pesados suelen ser más lentos pero más dañinos, mientras que con los más ligeros ocurre lo contrario, pero todos se pueden modificar con diferentes piezas, desde nuevos cañones (que disparen láser o bombas de racimo, por ejemplo) o motores hasta extras de todo tipo, ya sean mejoras de la durabilidad, auto reparaciones...

Sumad a esto que podemos tener items que mejoren nuestro ataque o defensa temporalmente y podréis dar pie a unos combates muy personalizados, al estilo que prefiráis.

Pero ojo, que no siempre vamos montados. En varias ocasiones, será Beelzebub quien tenga que combatir a pecho descubierto. 

Al principio, esos combates son algo sosos, con apenas un par de movimientos y un remate, pero a medida que acumulamos experiencia, podemos subir de nivel y adquirir nuevas habilidades de esquiva, ataque o pasivas para "Belce".

Incluso podemos ver ciertos "modos furia" muy dragonballeros que nos vuelven apisonadoras demoniacas por unos segundos, aunque para eso hay que avanzar en la trama.

Solo no puedes; con amigos, sí

Aunque Rao y Thief no se pueden controlar en combate, sí que podemos usar cada cierto tiempo llamadas de ayuda para que nos asistan. 

Dependiendo de las mejoras que les asignemos al subir de nivel, podemos hacer que Rao use un segundo tanque de apoyo o que Thief robe items a los enemigos, por ejemplo.

Esas subidas de nivel son independientes de los propios vehículos, que tienen sus niveles propios, los cuales ascienden si invertimos los materiales necesarios en los talleres. Las piezas también se pueden subir de nivel individualmente para mejorar sus estadísticas.

De eso se encarga Ann, una misteriosa chica que no aparecía en el manga original y que aquí, además de ser una mecánica prodigiosa, guarda más de un secreto en su pasado...

Como veis, los vehículos y la lucha son fundamentales, pero no suponen la única faceta de nuestra aventura. También nos toca explorar mucho, ya sea para dar con misiones secundarias, para encontrar objetos o para salir airosos de templos perdidos entre las dunas.

Las misiones secundarias suelen tener un desarrollo algo simple, basado en encontrar algún objeto o eliminar algunos enemigos concretos, pero pueden tener recompensas muy jugosas, ya sea en forma de dinero o items o incluso bastidores de nuevos vehículos.

Hay algunos desafíos especiales, como carreras con vehículos y premios especiales, batallas contra reloj en un coliseo o contratos de cazarrecompensas que nos hagan ir a por enemigos de niveles muy altos.

También podemos activar torres de radio para aumentar la cobertura del mapa de la región, al más puro estilo atalayas de Assassin's Creed, cazar enemigos especiales y gigantes o hasta decorar nuestra base de operaciones para tener una "choza" a nuestra medida. Vamos, que tenéis un mundo por descubrir.

Para sazonar todo este desarrollo, asistiremos a numerosas escenas de vídeo, algunas extraídas del manga y otras creadas para la ocasión, además de habituales diálogos entre los protagonistas mientras nos desplazamos por el desierto, a lo God of War. Acaban volviéndose bastante repetitivos, pero tienen su gracia y nos dan más detalles sobre los personajes y su mundo.

También hay algunos tramos con un desarrollo especial, como zonas de infiltración en las que no nos pueden detectar los enemigos o escasísimos quick time events en los que pulsar un botón a tiempo. La infiltración es bastante rudimentaria y los enemigos muy bobos, así que esa parte es una especie de "peaje" por el que tenemos que pasar, pero no resultan muy divertidas.

¿Cuántas horas dura Sand Land?

Ya habréis supuesto que, al tratarse de un juego tan abierto como el propio desierto, la cantidad de horas que os lleve llegar al final va a depender mucho de lo que os entretengáis explorando y ahondando en misiones secundarias.

En nuestro caso, hemos dedicado tiempo a trastear en el taller, acometer varias tareas secundarias y explorar por aquí y por allá, pero dejando varias cosas en el tintero. Eso nos ha llevado a una duración de 26 horas y media, lo que no está nada mal.

Una vez se supera el juego, podemos seguir explorando libremente con todo lo que hayamos conseguido, para encontrar nuevos vehículos o superar los desafíos secundarios que queramos. Vamos, que siendo completistas, seguramente la duración suba por encima de las 30 o quizá las 40 horas.

¿Es difícil Sand Land?

Nosotros hemos jugado en dificultad intermedia (aunque también existen el modo fáicil y difícil) y lo cierto es que la gran mayoría de los combates y desafíos son bastante asequibles. Durante dos tercios de la aventura, podríamos considerar que es algo más sencilla que la media del género, a poco que os preocupéis un pelín de acumular items de recuperación y mejorar a los personajes.

El tercio final quizá complica un poco las cosas, pero de nuevo, resulta algo más accesible que otros. Dedicad algo de tiempo a mejorar vuestros vehículos y no tendréis mucho problema.

Si queréis desafíos más complejos, probad con las misiones de cazarrecompensas o en el coliseo, donde sí podréis encontrar enemigos con niveles muy superiores al vuestro.

Lo que quizá sí os parezca algo más complejo es la faceta de exploración, pues hay algunos objetivos (secundarios, en su mayoría) que pueden estar bastante escondidos entre la escarpada orografía. ¡El robot saltador es vuestro mejor aliado!

Precio y plataformas disponibles

Todas las versiones estándar de Sand Land (física y digital) se venden a 69,99 euros. En el caso de PC, la versión digital se vende a 59,99 euros.

Por 79,99, se puede conseguir la edición digital Deluxe, que incluye sets de muebles para la base militar y la guarida, nuevos colores para los vehículos y sets de adhesivos de Beelzebub.

Si os sobra algo de dinero, existe una edición Collector en físico, que por 134,99 euros incluye todo lo anterior más unas calcomanías, un set de postales del juego, una caja steelbook para guardarlo y una figura de Beelzebub.

Más de un mundo por descubrir

Convertir una historia tan agradable, pero cortita, como es el manga Sand Land en un enorme videojuego de aventura y RPG parecía una labor complicada, pero tenemos que aplaudir el enorme trabajo que ha llevado a cabo Bandai-Namco para hacerlo realidad.

Al margen de la propia historia que concibió Akira Toriyama para la historia principal, sencilla, directa y entrañable, aquí se ha concebido un mundo aún mayor, lleno de facciones, razas animales, máquinas de fantasía y personajes con un pasado muy complejo. 

Toda la obra original está aquí, pero aumentada con un lore que, a veces puede parecer tópico, pero te hace querer descubrir más.

En ese sentido, puede que al principio os decepcione una dinámica de juego algo básica, especialmente si la comparamos con los juegos de mundo abierto más potentes, pero el juego va subiendo enteros con cada misión principal, gracias a más y más dinámicas que se nos van proponiendo.

Sin lugar a dudas, los combates con vehículos son lo mejor del juego, con algunos duelos con jefes finales en el tramo final que son realmente memorables y espectaculares, a tope de misiles, disparos y explosiones.

Pero también queremos destacar cómo han conseguido que un concepto en principio tan anodino como el de un desierto se vuelva tan interesante. Encontramos templos derruidos, cascadas de arena y zonas de arenas movedizas, algunos de ellos con un apartado artístico super bonito.

Esto nos lleva al rendimiento técnico. El juego utiliza Unreal Engine 5 y esto se nota en algunos efectos de iluminación que llegan a sorprender por momentos, sobre todo cuando nos movemos entre las dunas.

Hemos jugado en PS5 y la fluidez gráfica es total, aunque es cierto que este no es el juego más detallado del mundo. Destacan unos modelos de personajes que siguen a pies juntillas los diseños de Toriyama, incluso con unas texturas de sombreado que imitan las tramas duras que usaba el sensei en sus dibujos. El uso del cel-shading sienta de lujo a los protagonistas.

Con todo, es verdad que los personajes tienen el nivel de detalle poligonal justo y que se abusa de ciertas expresiones y muecas en los personajes secundarios. Curiosamente, los escenarios de Forest Land, que podrían lucir más con su enfoque vegetal frondoso, nos parecen más sosillos que los desérticos. También chocan algunas texturas pixeladotas en primeros planos de personajes.

Aún así, es un juego muy bonito de ver en términos generales y transmite muy bien las sensaciones que uno tiene al leer la obra original.

En el sonido, tenemos voces en inglés americano o japonés (como casi siempre, PONED LAS JAPONESAS, por favor) y subtítulos y menús en castellano bastante bien traducidos. La música mezcla algunos momentos épicos con otros algo más "chill out" que quizá no acaban de casar con el conjunto, pero nos ha pasado solo en algunos templos y mazmorras.

Terminamos este análisis de Sand Land diciendo que es una aventura que no inventa la rueda (nunca mejor dicho) y va sobre seguro en la mayoría de los aspectos, pero que tiene la suficiente personalidad, espectáculo y personajes interesantes como para engancharnos hasta el final. Incluso esconde más de un homenaje a Dragon Ball. No es un espejismo: el legado de Toriyama sigue vivo.