Logo Hobbyconsolas.com

Análisis de Assassin's Creed Mirage, un regreso a lo esencial para un viaje personal

Assassin's Creed Mirage

El nuevo juego de Ubisoft es un homenaje a 15 años de franquicia. Veamos cómo nos recuerda el credo con el análisis de Assassin's Creed Mirage.

15 años de trayectoria pueden bastar para quemar mucho una franquicia, sobre todo si esta tiene lanzamientos anuales, como pasó durante mucho tiempo con Assassin's Creed. Ahora, Ubisoft quiere un nuevo enfoque y han decidido volver a los orígenes, en muchos sentidos. Assassin's Creed Mirage para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC busca recuperar lo que nos enamoró del Credo.

Para ello, recurren a una apuesta curiosa: una especie de precuela de Assassin's Creed Valhalla en la que tomamos las riendas de uno de sus personajes más importantes, Basim, para movernos en una Bagdad del siglo IX donde el ingenio y el sigilo son más importantes que las armas poderosas. Montad en el camello, que nos vamos de viaje con nuestro análisis de Assassin's Creed Mirage.

El análisis de Assassin's Creed Mirage para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC:

Jugabilidad y gameplay de Assassin's Creed Mirage

Como decíamos, el desarrollo intenta recuperar el estilo visto en el primer Assassin's Creed con Altaïr o en las posteriores aventuras de Ezio, sin caer en su propia trampa del "cuanto más grande, mejor". En esta ocasión, la inmensa mayoría de la acción transcurre en una sola ciudad que, eso sí, es descomunal. Se trata de Bagdad, el epicentro de la cultura y el comercio en el siglo IX.

Nosotros controlamos a Basim desde sus humildes orígenes como un joven ladronzuelo callejero hasta que se convierte en un pilar clave de la Orden de los Ocultos, lo que poco después se convertiría en la Orden de los Asesinos.

Tras provocar un choque con los intereses de los Antiguos (que luego pasarían a ser los Templarios), Basim es reclutado por Roshan, una veterana asesina, para ayudar a frenar el poder en la sombra de los Antiguos en todo Bagdad, mientras ellos buscan unas pistas que parecen apuntar a los Isu, la civilización perdida siglos atrás.

Por otro lado, Basim parece soñar con un extraño ser, un temible genio, que lo acosa cuando más débil se encuentra. ¿Qué es ese genio y por qué vuelve a verlo con frecuencia?

Con estos misterios y motivaciones sobre la mesa, nuestro objetivo es ir aceptando las diferentes misiones de un panel de investigaciones que podemos ver al pausar el juego y que es una especie de evolución del tablón de objetivos de la entrega previa.

Cada investigación se resuelve dando con una serie de pistas, las cuales pueden basarse en hablar con alguien, espiar una conversación o encontrar una serie de documentos, por ejemplo.

A medida que vamos resolviendo las pistas, podremos dar con las identidades de los Antiguos que tienen el poder en Bagdad, momento en el que nos tocará ir a eliminarlos. La gran pregunta es ¿quién es la mente en la sombra?

Como en todos los juegos de la saga, tenemos libertad total para movernos por la ciudad y sus alrededores, siempre y cuando no entremos en una zona restringida, donde los guardias nos atacarán sin preguntar.

Assassin's Creed Mirage

El parkour vuelve a ser fundamental para movernos por las agitadas calles o para colarnos en las fortificaciones y, en ese sentido, no tenemos ninguna novedad relevante, aunque es cierto que no cualquier superficie vale para escalar. Se acabó el hacer el "Spider-man" como Eivor, aquí habrá que buscar lugares útiles a los que agarrarse, si bien el control es muy cómodo.

Podemos explorar a base de usar la clásica Vista de Águila o llamando a Enkidu, nuestro águila, para que explore el entorno y marque los objetivos clave. Ojo, esta vez puede que haya arqueros que la ataquen, así que habrá que eliminarlos primero.

La infiltración gana mucho peso y, además de conseguir algún disfraz en misiones muy concretas, hemos de aprovechar las formas de distraer a los guardias, ya sea escondiéndonos en estructuras, agachándonos entre la maleza, sentándonos en bancos o pagando a trovadores o mercenarios para que causen distracciones.

En este último aspecto tenemos una pequeña novedad: para pagar a estas ayudas o para sobornar a guardias que nos den acceso a ciertas zonas, podemos encontrar emblemas que sirvan de moneda de cambio. Estos emblemas pueden estar en cofres, pero normalmente se consiguen hurtando a los pobres transeúntes.

Assassin's Creed Mirage

Los hurtos se superan mediante un sencillo minijuego de pulsar el botón en el momento adecuado, pero si fallamos, llamarán a la guardia. En esos momentos o, cuando nos pillen en un lugar prohibido, tocará sacar la espada y la daga a pasear.

La hoja como último recurso

El sistema de lucha cambia respecto a lo visto en Valhalla. Aquí usamos un solo botón para atacar. Si lo dejamos pulsado, ejecutaremos un ataque fuerte. Con otro botón, podemos bloquear y repeler un ataque. Si lo hacemos en el momento justo, dejaremos al rival expuesto para un contraataque.

Por último, tenemos la posibilidad de rodar para esquivar los ataques imparables. El sistema es simple y directo, pero eso no significa que los combates vayan a ser sencillos. De hecho, a diferencia de juegos previos, en los que se potenciaba mucho la lucha, aquí se ha de reservar como recurso solo de emergencia, pues los rivales serán muy duros de pelar y numerosos. Mejor huir e infiltrarse.

Otro cambio importante es que ya no tenemos subidas de nivel, así que no es cuestión de ser nivel 40 para masacrar a un soldado de nivel 20, sino que hemos de usar la inteligencia, la cautela y nuestros recursos para ganar.

En ese sentido, cuando superamos misiones importantes sí recibimos unos puntos de habilidad que podemos invertir en una mejor exploración con Enkidu, más espacios para herramientas o una concentración de asesino más eficaz.

Assassin's Creed Mirage

Esta última es el añadido más llamativo y, quizá, chocante de esta entrega. Se ha sustituido el medidor de furia por uno orientado a esa concentración. Si tenemos la suficiente y los guardias no nos están viendo, podremos marcar a un par de ellos (más adelante podrán ser más) para que Basim se teletransporte junto a ellos y los aniquile de un plumazo.

En un principio, no hay justificación para este "superpoder" y rompe un poco el concepto más realista del resto de habilidades, pero reconocemos que es de lo más práctico.

Y de ahí pasamos a las herramientas, que podemos usar para sacar ventaja en combate y en infiltración. Las vamos desbloqueando al conseguir los materiales necesarios e invertirlos en las bases de los Ocultos que vamos encontrando. No hay novedades destacables y, aparte de una simple antorcha, tenemos el buscapiés, dagas arrojadizas, cerbatana, bomba de humo y mina trampa.

Lo que sí podemos hacer es ir mejorándolas poco a poco (de nuevo, con los materiales necesarios) para que, por ejemplo, las dagas tengan más alcance o para que la cerbatana añada el siempre útil efecto berserker al impactar.

Pasando el rato en Bagdad

Las armas y nuestra armadura también se pueden mejorar en las tiendas correspondientes, pero hay que encontrar escurridizos diagramas de conversión para ello y no hay una gran cantidad de armas diferentes, así que olvidaos de tener un arsenal gigantesco de armas y armaduras de todo tipo, como pasaba en Odyssey o Valhalla. 

Hay unas cuantas por encontrar e incluso alguna muy especial, sí, pero todo recuerda más a los tiempos de Assassin's Creed II, cuando un simple tinte para nuestro traje parecía una gran novedad.

Assassin's Creed Mirage

Más allá de eso, tenemos los tradicionales objetivos secundarios, como aceptar encargos de robo o asesinato a cambio de materiales o emblemas, buscar libros únicos o entradas de códice sobre la historia de Bagdad, objetos especiales que hurtar o dar con unas misteriosas esquirlas.

En cualquier caso, aunque hay mucho con lo que entretenerse, la variedad de desafíos parece más concentrada. No hay minijuegos como el orlog, ni duelos de insultos... Ni siquiera hay tramos en el presente, algo que siempre nos gusta visitar.

Pero, ¿sabéis qué? No los vais a echar de menos, porque a cambio de un mapa menor (sigue siendo muy grande, pero menor) y una variedad de desafíos más delimitada tenemos una narrativa muy buena, que os hará entender mejor a Basim y sus motivaciones.

Cuántas horas dura Assassin's Creed Mirage

Tal y como se anunció, Assassin's Creed Mirage es un juego más corto que los descomunales títulos que lo han precedido, pero aún así tiene una duración más que considerable.

Superar los objetivos principales os llevará cerca de 20 horas, lo que no está nada mal. Por otro lado, tenemos muchas tareas secundarias, como la búsqueda de esquirlas o de trajes y armas especiales, por lo que esa duración podría aumentarse muchas horas más.

Assassin's Creed Mirage

Una vez superado el juego, podremos continuar la partida con todas las mejoras y armas obtenidas previamente, aunque no se abre ninguna rutina nueva. Os puede servir para completar las tareas que hubierais dejado pendientes.

Nivel de dificultad de Assassin's Creed Mirage

Como suele ser habitual, tenemos tres niveles de dificultad, que tienen en cuenta, principalmente, el grado de agresividad y alerta de los guardias con los que nos topamos.

En el nivel intermedio, que es el seleccionado por defecto, los enemigos son bastante espabilados y tardarán apenas un par de segundos en detectaros por completo su estáis relativamente cerca, pero el juego nos suele dejar un margen de reacción para escabullirnos, a no ser que nos demos con ellos de bruces.

Eso no quita que, a la hora de patrullar, sigan teniendo un comportamiento algo robótico y bobo, como cuando se lían a espadazos al entrar en modo berserker pero cuando se les pasa el efecto siguen hablando entre ellos como si nada.

Assassin's Creed Mirage

En cualquier caso, los desarrolladores han cumplido con lo prometido y los duelos con ellos son duros, de tal forma que tenemos claramente las de perder si dos o tres de ellos nos atacan a la vez. Más adelante, al mejorar nuestras herramientas y habilidades, las armas de humo o la concentración de asesino nos pueden sacar de un buen apuro... Pero lo mejor es pasar desapercibidos.

De ahí pasaríamos a la dificultad en la exploración y la infiltración, el verdadero "hueso duro de roer" del juego. Algunas fortificaciones tienen una seguridad férrea y puede que nos quedemos algo atascados mientras intentamos encontrar una zona de entrada o dónde puñetas se encuentra el objetivo que estemos buscando.

Aún así, en general la experiencia de juego es cómoda y contamos con todas las ayudas necesarias para nuestra tarea. Si conjugamos bien la vista de águila, la brújula, el mapa y el vuelo de Enkidu, acabaremos prosperando sin excesivas complicaciones. 

Eso sí, hay que entender que el ritmo es más pausado que en juegos anteriores. No podemos ir tan a lo loco, que ya no tenemos armas incendiarias con las que ir arrasando por la vida, como Thalía.

Precio y ediciones disponibles

Dado que la envergadura del proyecto es algo inferior a la de los juegos previos, en Ubisoft han sido consecuentes con ello y lo lanzan a un precio algo inferior: 49,99 euros en su edición estándar, tanto digital (en PC mantiene este precio) como física. 

En digital y físico, también hay una edición Deluxe que cuesta 59,99 euros e incluye nuevos atuendos para Basim y Enkidu, una espada y daga especiales, un libro de arte digital y la banda sonora. Por ese precio, no está mal.

Assassin's Creed Mirage

Por último, solo en físico hay una edición coleccionista que incluye todo lo anterior (con estética inspirada en Prince of Persia), una figura de Basim, steelbook exclusivo y réplica del broche de Basim. Game tiene la exclusiva, pero por ahora aparece como no disponible.

Por un momento, hemos creído volver a ver a Ezio

Desde que arrancamos el juego, con una secuencia homenaje a todos los héroes de la serie por su 15 aniversario, queda claro que esta entrega es diferente. Es una especie de oasis en el desierto, que quizá por esa ausencia de presión consigue ser más fresca y creíble.

Es cierto que, a nivel jugable, no tiene ninguna novedad memorable, pero sí parece haber conjugado muy bien las ventajas de los juegos más recientes (facilidad para encontrar montura, gestión de inventario, el águila de apoyo...) con lo que hacía grandes a los originales: ese mayor enfoque en la historia y en la exploración de una ciudad con alma, que nos importa.

Assassin's Creed Mirage

En lo técnico, la naturaleza intergeneracional del juego lo lastra y hace que no veamos ningún paso adelante respecto a Valhalla, pero sin duda la ciudad está llena de detalle y la dirección artística es estupenda, con unos juegos de color, unas luces o una vida que por momentos es fascinante. Ir remando mientras una bandada de aves vuela al atardecer es una preciosidad.

Aún así, es cierto que los modelos y animaciones son solo correctos, especialmente en unos combates que han perdido algo de salvajismo y espectáculo. A cambio, los efectos de humo y el caos que podemos generar entre el tumulto cuando huimos nos hacen sentirnos como un verdadero "assassin". El motor Anvil sigue aguantando el tipo, al menos por ahora.

Hemos jugado en Xbox Series X, donde existen dos modalidades de visualización y, para variar, os recomendamos el modo Rendimiento, donde todo se ve en 4K escalados con unos 60 frames por segundo super sólidos. 

El modo Calidad se defiende bastante bien a nivel de fluidez, pero la diferencia de detalle gráfico no compensa frente a la otra opción, más útil. El HDR ayuda mucho a esa ambientación bucólica, casi mágica, que tenemos en los exteriores más llamativos.

Por cierto, incluso podemos activar un filtro que dé un tono azulado a la imagen, en homenaje a la estética del Assassin's Creed Original.

Assassin's Creed Mirage

Pasando al sonido, regresa un doblaje al castellano muy sólido que esta vez no cuenta con voces invitadas, pero que imita las del doblaje original. Los más puristas incluso tienen un doblaje en árabe para que todo resulte más fidedigno.

Las melodías se encuentran a un altísimo nivel en este entrega, desde las puramente ambientales hasta una versión "arabizada" del tema principal de la serie (ese inolvidable Ezio's Family) que es una auténtica chulada.

Todo esto culmina con un final del juego que os dejará muy locos y que sin duda supone un broche a una narrativa más cercana, menos "expansionista" pero que sabe calar más, como cuando flipamos por primera vez con el legado de Los Que Vinieron Antes.

Hay pequeños guiños a Bayek de Siwa, a la importancia de la fortaleza de Alamut para los asesinos, incluso al futuro de Basim como maestro... Además, el juego hace mucho hincapié y nos recuerda lo importante que es el Credo para la Orden (algo que se había difuminado con cada entrega), o cada pequeño ritual, como dominar el salto de fe o dar un mensaje final a nuestra víctima.

Este es, en definitiva, un muy merecido homenaje a una serie que, con grandes momentos y grandes tropiezos, ha sabido hacer volar nuestra imaginación y ha abierto nuevas fórmulas jugables y narrativas. 

Assassin's Creed Mirage no es un juego perfecto y difícilmente atraerá a un público diferente al habitual, pero os hará sentir una reconfortable nostalgia que, quizá, podría marcar un nuevo camino a seguir para la saga. ¿Quién sabe? A fin de cuentas, nada es verdad, todo está permitido.

VALORACIÓN:

No es el juego más grande ni el más espectacular de la serie, pero tampoco lo pretende. Si quieres nostalgia de tiempos pasados con una factura técnica propia de tiempos presentes, aquí podrás disfrutar a lo grande sin necesidad de conectarte al Animus.

LO MEJOR:

La satisfactoria sensación de "currarte" cada asesinato. La estupenda ambientación y una narrativa mucho más atractiva.

LO PEOR:

Muy pocas innovaciones respecto al pasado. La IA y algunos elementos técnicos están algo anticuados.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox Series X,

Xbox One,

PS5

Versión comentada: Xbox Series X

Hobby

87

Muy bueno

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.