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Rocky II introdujo un cambio "ilógico" pero necesario para que Sylvester Stallone pudiera sacar adelante la película

Rocky II (1979) - Apolo Creed (Carl Weathers) y Rocky Balboa (Sylvester Stallone)

Tras el éxito de Rocky, Sylvester Stallone entrenó duro para que la secuela estuviera a la altura, pero ese entrenamiento estuvo a punto de costarle muy caro.

Sylvester Stallone saltó a la fama de forma contundente gracias a Rocky, la película que terminó de colocarlo en el radar de los grandes estudios no solo como actor, sino también como guionista. No tardó en querer darle una secuela al Potro Italiano, que llegaría en 1979.

La revancha contra Apollo Creed (Carl Weathers) estaba servida y a Sly le tocaba entrenar duro para estar a la altura en el cuadrilátero en el papel de Rocky Balboa.

El actor lo dio todo en el entrenamiento, pero esa misma preparación estuvo cerca de poner fin a Rocky antes de que la primera secuela pudiera filmarse.

Sylvester Stallone ha estado esta semana en un especial de TMZ para hablar de su rivalidad con Arnold Schwarzenegger, que también ha asistido al programa, así como para que ambos titanes del cine de acción hablasen de sus carreras. Allí, ha rememorado que Rocky II casi no se hace por una lesión que sufrió con el rodaje a punto de empezar.

El gran cambio que necesitó Rocky II para que Sly pudiera estar en la película

Tal y como destacan en Variety tras el programa, Sylvester Stallone se arrancó el músculo pectoral del hueso mientras entrenaba con el culturista Franco Columbu, algo que pudo dejarlo fuera de Rocky II y, por extensión, descartar la película. Pero a Sly se le ocurrió un giro que no solo encajaba en la película, sino que le permitiría subir al ring.

"¡Estoy calentando y escucho un ¡PAM!. Me caí al suelo. Franco se acercó y dijo: 'Déjame ver'. Palpó con los dedos y confirmó que se me había arrancado el músculo pectoral. Oí cómo se rompía. Estuve a punto de desmayarme”.

Me fui a casa convencido de que mi carrera había terminado. Se supone que iba a empezar a dirigir y protagonizar Rocky II en un mes y medio. Aquí está la diferencia, y [Schwarzenegger] habría hecho lo mismo… No podía usar este brazo, así que lo cambié para pelear con el derecho.

Fue completamente ilógico, pero dije: 'No voy a detener la película solo por esto'. Fue una lesión trascendental… cambié de brazo. Pero es interesante la forma en que ocurren las cosas. No nos detenemos, no nos damos por vencidos".

La película estableció que Rocky Balboa tenía problemas de visión que le obligaban a cambiar de brazo para poder defender los ataques. Fue una jugada arriesgada, pero necesaria para sacar adelante el filme.

Rocky II fue un éxito como su predecesora y estableció el potencial de saga que tenía Sylvester Stallone con su drama pugilístico. Claro que el actor no aprendió la lección y, en Rocky IV, Dolph Lundgren casi lo envía a criar malvas porque Sly "quería realismo".

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