Cuando se anuncia un nuevo proyecto de alguien que ayudó a crear Halo, lo lógico es sentir emoción por ver qué puede hacer con un nuevo equipo, un nuevo universo y una nueva jugabilidad. Disintegration quiere dar un giro al género de los shooters en primera persona, y tras jugar a la beta técnica, es el momento de daros nuestras primeras impresiones.
Disintegration aún no tiene fecha de lanzamiento, pero sus responsables quieren probar los servidores, estabilidad y equilibrio del multijugador en una beta técnica que ha tenido dos fases estos últimos días.
A continuación, os contamos nuestra opinión de Disintegration tras probar dos de sus modos multijugador con las siete clases disponibles para elegir.
A los mandos del speeder en multijugador
Antes de nada, os recordamos que Disintegration es una nueva IP que mezcla los géneros RTS (estrategia en tiempo eral) y shooter en primera persona. Comandamos un grupo de cuatro soldados en el que solo manejamos directamente a uno de ellos.
El comandante (nuestro personaje) va a bordo de un planeador, una pequeña nave monoplaza que tiene capacidad ofensiva y desde la que damos órdenes a los tres personajes semicontrolados por la inteligencia artificial.
Estos tres personajes nos dan apoyo desde tierra a la vez que atacan a las unidades enemigas... y a los planeadores de otros jugadores. Y es que, en los modos multijugador que hemos probado nos enfrentamos dos equipos de cinco, cada jugador con sus tres personajes del grupo.
Nuestra tarea al frente de la 'crew' es dar ciertas órdenes (muy sencillas) mientras disparamos, directamente, a los blancos enemigos. Con RB en Xbox (R1 en PS4) movemos a las unidades por el escenario y con RB + B las agrupamos bajo nuestra nave.
Si seleccionamos un punto del escenario, se desplazan hacia él y se cubren si hay algún objeto con el que hacerlo, pero si seleccionamos a una unidad enemiga, la atacan sin pestañear (y no son muy listos, por lo que debemos estar atentos a su barra de salud y curarlos si nuestra nave tiene esa habilidad).
Además, cada unidad tiene un ataque especial que se seleccionan con las flechas de dirección y se ejecutan con LB. Como veis, un control muy sencillo con apenas tres botones. Eso sí, además de estar pendientes de estas unidades, tenemos que controlar nuestra nave.
Con LB y LT (L2 y L1) ascendemos y descendemos mientras que con A aceleramos y con RT disparamos el arma principal. Con Y cambiamos de arma o habilidad... y listo. No hay mucho más que saber para jugar a Disintegration.
Ahora bien, el problema no es que sea un juego complicado de entender, sino que el control y los escenarios son elementos... complicados en un juego multijugador. En esta beta, sobre todo en los primeros compases, básicamente los jugadores pasábamos de las unidades terrestres e íbamos unos contra otros a lo loco.
Eso originaba un caos en la partida y, además, los escenarios no ayudan. Son originales en materia visual, pero nos da la sensación de ser más indicados para un shooter terrestre que para uno en el que vamos sobre naves. Hay muchos pasillos por los que solo cabe una nave a la vez, demasiados obstáculos... y todos los jugadores estamos chocando contra "torres" todo el rato.
Además, el tamaño de los mismos es algo pequeño, al menos ne los dos que había disponibles en la beta (una especie de basurero y una ciudad en ruinas). Hay otros elementos que no son indicados en un juego así, como que la nave no frene en seco. Es algo así como la inercia de un Colibrí de Destiny, pero en un juego en el que necesitamos mucha precisión en movimientos y disparo, haciendo que choquemos (más aún) y que no apuntemos del todo bien.
Eso sí, esto último es un detalle de jugabilidad que comparto a modo personal. Lo que me ha gustado, y mucho, es que los siete personajes son muy diferentes entre sí tanto en diseño como en jugabilidad. Cada nave tiene unos valores de resistencia, velocidad o daño que hacen que los ronin sean muy diferentes de los payasos. Además, el diseño de las unidades es muy atractivo y sus ataques, cuando sabemos usarlos, demoledores.
En cuanto a los modos de juego, hemos podido probar dos, uno de controlar tres zonas y otro de coger un elemento de un punto del mapa y llevarlo a otro. Son modos clásicos que siempre funcionan bien y que, cuando juguemos en equipo con la versión final, seguro que son más divertidos que en la beta técnica. Además, las partidas son de unos 10 minutos como mucho, por lo que resulta muy dinámico.
Hay que esperar a la campaña, ya que parece el punto fuerte
Como veis en estas primeras impresiones de Disintegration, el juego nos ha dejado un sabor agridulce. La idea es muy buena y, cuando funciona, lo hace de maravilla, pero incluso en la partida perfecta en la que se nos dé bien, la nave elegida nos complazca y los compañeros de equipo jueguen en... bueno, en equipo, los mapas siguen siendo pequeños y con recovecos en los que nos enganchamos más de lo deseado.
El control es sencillo, en cuanto conocemos las habilidades de nuestro grupo de soldados podemos hacer cosas "chulas" y el diseño nos ha gustado, pero la beta multijugador nos ha dejado más ganas aún de probar la campaña. Y es que, no va a ser tan frenética y, además, el universo que están creando en VI Interactive tiene muy buena pinta.
La humanidad ha colapsado, y al borde de la extinción se les ocurrió transferir los "cerebros" a robots. Sin embargo, hay mentes perversas que aprovechan la situación y buscan controlar a la población como si de una mente colmena se tratara.
Nuestro objetivo será combatir contra estas malvadas corporaciones y Lehto asegura que están poniendo toda la carne en el asador para crear un universo en el que merezca la pena zambullirse.
Ahora, solo queda esperar al lanzamiento de Disintegration en Xbox One, PS4 y PC para ver esa prometedora campaña y ver qué más tiene que ofrecer el multijugador.
Descubre más sobre Alejandro Alcolea Huertos, autor/a de este artículo.
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