Impresiones de Final Fantasy VII Rebirth: sí, se puede manejar a Sefirot en el juego

La semana pasada hubo un State of Play que, siendo honestos, no fue para tirar cohetes. 

A medida que avanzaba, empezamos a pensar aquello de «este State of Play podía haber sido un email», pero entonces llegó Final Fantasy VII Rebirth para dejarnos con la mandíbula por los suelos con uno de esos tráileres que te venden el juego, la consola y la edición coleccionista de trescientos ochent... bueno, vale, eso puede que no.

Lo más curioso es que mientras lo flipábamos con el tráiler, no podíamos dejar de pensar: «ahí va, pero si eso ya lo hemos jugado nosotros». Porque sí, amigos, ese mismo día, antes del State of Play, tuvimos la oportunidad de probar Final Fantasy VII Rebirth en el primer evento en el ha estado jugable.

Y hoy, por fin, podemos contaros qué nos pareció esta primera toma de contacto con la esperada secuela del remake de Final Fantasy VII. Aunque sabemos que en realidad lo que vosotros queréis es saber si se puede manejar a Sefirot. La respuesta es sí y mola un puñao.

Impresiones de Final Fantasy VII Rebirth: grande y afilado como una masamune

La demostración estaba compuesta por dos partes muy diferentes: la primera tenía lugar en un momento que seguro que todos los fans del Final Fantasy VII original recuerdan: la misión de Cloud y Sefirot en Nibelheim, cinco años antes de los acontecimientos del juego.

Esta parte tenía dos objetivos claros: el primero, mostrarnos algunas de las novedades que incluye el sistema de combate de Final Fantasy VII Rebirth. Y el segundo, permitirnos controlar a Sefirot y saber lo que se siente al manejar al legendario Soldado de primera clase.

La demostración nos llevaba directamente a la escalada del monte Nibel, con la ayuda de una jovencísima Tifa. 

Lo primero que nos llamó la atención al ponernos a los mandos fue que al explorar hay menos restricciones: manteniendo pulsado el botón R2, Cloud puede trepar por encima de pequeños obstáculos o incluso escalar algunas paredes, lo cual, además de ser muy útil, solventa la sensación de encorsetamiento que había en los escenarios de la primera parte del remake.

Pero hablemos de Sefirot: el momento en el que le controlábamos en el juego original es difícil de olvidar. En Square Enix lo saben y por eso aquí no es un personaje para salir del paso, sino que se lo han currado al máximo: tiene mecánicas de combate propias y habilidades exclusivas. 

De hecho, una de sus habilidades, llamada Hell's Gate, consiste, literalmente, en descender desde los cielos y empalar al enemigo. Emmm... Sí, es justo lo que estáis pensando. Y por supuesto su ataque Límite es el poderoso Octacorte.

Podemos atacar con la masamune, algo que mola muchísimo porque la longitud de la hoja cubre una cantidad de espacio absurda. También podemos realizar ataques a distancia o ejecutar espectaculares finishers con el botón triángulo, que cambian en función del número de impactos acumulados. 

Por último, al pulsar R1, Sefirot adopta una postura defensiva y si pulsamos el botón cuadrado justo antes de que impacte un ataque enemigo, realizamos un poderoso contraataque. La sensación de poder al controlar al primera clase es total. Para que os hagáis una idea, cada vez que empezaba un combate cambiábamos corriendo el control a Sefirot.

Una de las novedades en el sistema de combate son las Synergy Skills, que se activan manteniendo pulsado el botón R1 y a continuación uno de los botones frontales. Se trata de habilidades en las que se realiza un ataque junto a otro miembro del grupo y que no consumen barra ATB. No son espectaculares o dañinas, pero tienen sentido de cara a la siguiente mecánica.

Las Synergy Abilities (ojo, no confundir con las Synergy Skills, que son las que acabamos de describir) también son ataques conjuntos, pero en este caso sí, son muy dañinos, muy espectaculares y además nos otorgan algún tipo de beneficio. 

Para poder realizarlos, primero debemos rellenar los pequeños indicadores que se muestran bajo el extremo derecho de la barra ATB. Y para hacerlo, debemos usar habilidades que consuman segmentos de la barra ATB. Si consumimos un segmento, obtenemos un indicador.

La gracia está en que las Synergy Abilities requieren que los dos personajes que participan en el ataque tengan el número requerido de indicadores. ¿Qué significa esto? Pues que si queremos usar una Synergy Ability, debemos cambiar de personaje y usar habilidades. 

Nos parece una ideaza, porque lo que consigue es exactamente eso: que cambiemos de personaje a menudo y que juguemos con ellos; que saquemos partido de sus habilidades, en lugar de jugar todo el rato con el mismo. 

¿Y cómo encajan las Synergy Skills en todo esto? Pues porque pese a que no son ataques muy dañinos, hacen que la barra ATB de los dos personajes participantes se incremente. De esta manera, cuando cambiamos de uno a otro, ya tenemos parte del trabajo hecho.

Seguramente así explicado suene un poco lioso; para nosotros también lo fue al principio, porque no ayuda lo de tener dos mecánicas nuevas con un nombre tan parecido. Pero una vez entendáis cómo funciona, vais a ver que en realidad es muy sencillo. Y lo que es más importante: que encajan como un guante dentro de lo que ya era un sistema de combate fantástico.

Por último, y ya para terminar con la primera parte de la demo, queremos destacar el lenguaje corporal de Cloud y la forma de expresarse que ha conseguido su actor de doblaje, Cody Christian, a lo largo de toda esta parte tan importante de Final Fantasy VII. No vamos a decir por qué, por si las moscas, pero si habéis jugado al juego original en seguida lo vais a notar.

La segunda parte de la demostración nos llevaba hasta un punto más avanzado de la historia, con Cloud y compañía en las afueras de la ciudad de Junon. Lo más destacable aquí saltó a la vista rápidamente: se trataba de un escenario enorme, una región abierta que podíamos explorar con libertad a pie o a lomos de la chocobo Belle.

Como pudimos comprobar, los chocobos van a tener bastante importancia en Final Fantasy VII Rebirth. Además de ser un gran método de transporte, podemos seguir su olfato para descubrir tesoros enterrados. También será posible personalizar su apariencia con distintas piezas que podemos comprar en los establos. Y ver a Red XIII subido sobre uno es graciosísimo.

Hablando de Red XIII -Nanaki para los amigos- en esta demostración formaba parte del grupo y pudimos controlarle en combate. Toda una alegría, pues nos quedamos con las ganas de manejarlo en Final Fantasy VII Remake. Es un personaje muy ágil y rápido que además puede activar un "modo venganza" para hacer más daño. Su ataque Límite es el Colmillo Sangrante.

Una de las primeras cosas que descubrimos al explorar es que podemos recoger recursos (y que no hace falta bajar del chocobo para hacerlo). Estos se utilizan dentro de un nuevo sistema de crafting al que accedemos desde el menú y que nos permite fabricar objetos como pociones o colas de fénix. La verdad es que no le sacamos mucho partido durante esta demostración.

En cuanto a las actividades en este escenario abierto, sólo estaban disponibles los avistamientos de monstruos, aunque nos aseguraron que en la versión final habrá más cosas que hacer. Como su nombre indica, se trata de enfrentamientos contra rivales enemigos que destacan por algún motivo.

Lo interesante es que tenemos tres objetivos opcionales que cumplir en estos combates, como derribar a un enemigo o derrotarlos dentro de un límite de tiempo. Una voz femenina que atendía al nombre de MAI nos daba información detallada sobre los monstruos, evaluaba nuestro trabajo y nos felicitaba por la actuación o nos daba la oportunidad de volver a repetir el encuentro.

Tras dar buena cuenta de todos los avistamientos disponibles, pusimos rumbo a Bajo Junon, el pequeño poblado bajo la ciudad. Nada más llegar, una jovencita nos dijo a gritos que un monstruo estaba atacando una barca, así que la seguimos a toda velocidad. 

Y cual fue nuestra sorpresa al descubrir que es aquí donde el grupo conoce a Yuffie, la kunoichi que hizo acto de aparición en Final Fantasy VII Remake Intergrade pero que en el juego original era un personaje opcional; aquí está claro que va a formar parte del grupo sí o sí. 

Para poner fin a esta segunda parte de la demostración, tuvo lugar un espectacular combate contra la criatura que estaba atacando a Yuffie. Parece que los jefes volverán a ser uno de los puntos álgidos de Final Fantasy VII Rebirth, a juzgar por esta batalla con gran variedad de ataques y varias fases que culminó con un golpe final en el que no faltó la colaboración del delfín de Junon.

Salimos bastante entusiasmados de esta primera toma de contacto con Final Fantasy VII Rebirth. Todos los cambios que hemos visto son para bien, mejorando lo que ya nos gustaba de FFVII Remake y corrigiendo lo que no nos gustaba tanto. Así que aquí nos quedamos: pensando en el pelazo de Sefirot hasta que llegue el 29 de febrero de 2024.