Sólo queda un mes para que Little Nightmares II llegue por fin a PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Tras sufrir un leve retraso, en Tarsier Studios están listos para demostrar que lo de "segundas partes nunca fueron buenas" no va con ellos.
El primer Little Nightmares fue una pequeña gran sorpresa; un juego que llegó sin hacer mucho ruido y conquistó gracias a su mezcla de plataformas, puzles y una atmósfera escalofriante. ¿Logrará esta segunda parte repetir la jugada y mejorar lo visto en el original? Nosotros nos aventuramos a decir que sí.
Porque hace un par de meses tuvimos la oportunidad de jugar a dos niveles que nos dejaron un gran sabor de boca, y ahora hemos podido probar otros dos. Concretamente, en esta ocasión hemos jugado a los primeros niveles de Little Nightmares II, así que hemos descubierto cómo empieza la historia y cómo se conocen Mono y Six... Y ahora os toca descubrirlo a vosotros en nuestras impresiones de Little Nightmares II.
No te sueltes
Si el primer Little Nightmares nos ponía en la piel de la misteriosa Six, Little Nightmares II nos pone en la del no menos misterioso Mono, un ¿joven? (no tenemos claro si se puede considerar como humanos a estas pequeñas personitas) que despierta en mitad del bosque junto a una televisión.
Y así empieza la historia: sin diálogos o explicaciones y con tutoriales los justos (sólo aparecen indicaciones en pantalla cuando el juego "detecta" que no sabemos cómo avanzar), algo que contribuye a crear un fantástico clima de misterio desde el minuto uno. Los controles son prácticamente los mismos, con la diferencia de que Mono no cuenta con un mechero para alumbrar lugares oscuros.
Como el primero, Little Nightmares II es un juego con espíritu 2D diseñado en 3D. Es decir, que la acción se desarrolla a menudo como si de un juego en dos dimensiones se tratase (desplazándonos de izquierda a derecha), pero podemos movernos con libertad dentro del plano tridimensional.
Esto es clave, pues Little Nightmares II nos invita a prestar mucha atención al entorno para avanzar. A veces, la clave está en descubrir un saliente o una hilera de cajones que se encuentran al fondo de una estancia (ya en estas primeras horas hemos tenido un par de "atascos").
Los puzles son constantes, y a menudo juegan de manera muy ingeniosa con las interacciones con el escenario. Hay montones de elementos que responden al paso de Mono de forma bastante creíble (a merced de un sistema de física muy trabajado); algunos se pueden recoger pese a que no tienen ninguna utilidad y otros pueden ser esenciales para resolver rompecabezas. Como curiosidad, también es posible encontrar sombreros coleccionables para cambiar la bolsa de papel que Mono viste al empezar.
Pero si jugasteis al primer Little Nightmares, seguro que todo esto os suena. La principal gran novedad en esta secuela la descubrimos pocos minutos después de empezar la aventura: Six, la ¿joven? que protagonizaba el primer juego, actúa aquí como acompañante con su propia inteligencia artificial. Esto se traduce en que muchos de los puzles de Little Nightmares II están basados en la colaboración de ambos personajes, obligándonos a pensar de una forma distinta a como lo hacíamos en el primero.
Por ejemplo, Six puede ayudar a Mono a alcanzar lugares elevados, hay objetos pesados que sólo se pueden mover combinando las fuerzas de ambos, distancias que sólo se pueden salvar agarrando la mano del otro en el último momento... También hay situaciones en las que Six tiene comportamientos específicos para ayudarnos, como hacer ruido para llamar la atención de un enemigo mientras Mono se escabulle en silencio.
Se nota que ha habido un gran trabajo detrás de su IA, pues nunca se convierte en un estorbo... más bien todo lo contrario. Six sabe desenvolverse sola (demostrando todo lo que aprendió en el primer juego), echando a correr sin que nosotros se lo digamos cuando aparece un monstruo grande, escondiéndose y caminando en el momento adecuado, etc.
Pero también hay situaciones en las que es mejor que ambos personajes caminen juntos, para lo que contamos con un botón para agarrar su mano manteniendo pulsado el gatillo derecho, (algo que nos ha traído grandes recuerdos de Ico), reforzando el vínculo entre ambos personajes.
La otra gran novedad de Little Nightmares II es que a la fórmula de puzles y saltos se han añadido pequeños toques de acción. Por lo general es mejor esconderse de los monstruos y caminar agachados, pero cuando hacemos frente a enemigos de nuestro tamaño, podemos recoger objetos como palos o martillos para propinar golpes.
La idea es bastante básica (no esperéis hacer combos ni nada por el estilo) y añade una capa jugable muy interesante, aunque en varias ocasiones la perspectiva nos ha jugado malas pasadas, haciendo que fallásemos el golpe... Y eso significa morir. Ese es quizás el único aspecto negativo que Little Nightmares II arrastra del original: lo mucho que se apoya en el "ensayo y error" para avanzar, presentando situaciones que son prácticamente imposibles de sortear si no sabemos de antemano lo que va a suceder. Por suerte los checkpoints son constantes y muy numerosos, así que fracasar nunca duele (demasiado).
La estética sigue siendo otro de los puntos fuertes de Little Nightmares II, con ese estilo que tanto recuerda a la animación de Laika, Henry Selick y Tim Burton, pero con un toque aún más retorcido... Incluso más que el primero juego. Porque si Little Nightmares daba mal rollo, Little Nightmares II directamente consigue dar miedo. No vamos a entrar en detalles para no estropear la sorpresa, pero sólo en estas primeras horas ya hemos visto escenarios y enemigos que son material para pesadillas... Y estamos deseando ver qué más esconde el juego final.
Little Nightmares II tiene previsto su lanzamiento en PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC el próximo 11 de febrero, mientras que a PS5 y Xbox Series X|S llegará a finales de 2021.
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