Ya hemos podido probar la experiencia virtual The Last Guardian VR, gracias a la demo gratuita que se puede descargar desde PSN Store para PlayStation VR. Y la verdad es que nos ha dejado muy satisfechos. En primer lugar porque, como experiencia de realidad virtual, profundiza mucho más que otras "películas interactivas", como Spider-Man Homecoming o Stranger Things 2 VR. Y después, porque The Last Guardian no sólo es muy inmersivo, sino que tiene uno de los mejores apartados técnicos que hemos visto por ahora en la realidad virtual de Sony.
La primera demo de The Last Guardian VR, que se anunció en la pasada PlayStation Experience 2017, nos pone directamente en el papel de aquel niño sin nombre que protagonizaba el original. Un héroe "condenado a entenderse" con una criatura, Trico, gigantesca y adorable por igual. El diseño de escenarios -e incluso de la jugabilidad- se ha trasladado a un entorno de realidad virtual que, os adelantamos, funciona a las mil maravillas con el headset. Y si ya conocéis el juego de culto desarrollado por Team Ico, Sony Japan y con la dirección de Fumito Ueda (Ico, Shadow of the Colossus) la verdad es que resulta muy familiar.
El juego arranca con cierta frialdad, especialmente si no hemos jugado a The Last Guardian, que se lanzó el año pasado. Estamos en medio de un entorno ruinoso, con inspiración precolombina en su construcción y una iluminación muy orgánica. La vegetación y el diseño de niveles es excepcional, pero no nos permite movernos libremente; tan sólo explorarlo con la mirada.
Entonces entra Trico en escena, se trata de uno de los momentos más mágicos y sobrecogedores que hemos disfrutado con VR. Claro, lo es mucho más si ya nos habíamos encariñado con la criatura en el primer juego, pero aún así sorprende la naturalidad con que se mueve y sus dimensiones. Es algo parecido a la experiencia con el tiburón blanco en la demo de VR Worlds, o incluso el enemigo final que aparecía en Until Dawn Rush of Blood.
En este caso, las mecánicas son muy simples. Nada de quitarle lanzas del lomo o ganarnos su confianza poco a poco. En apenas diez minutos de demo, tenemos que alimentar a la criatura con los consabidos barriles azules (también con mariposas volando alrededor) y dejar que se comporte de una manera natural. En The Last Guardian ya teníamos la sensación de que en ocasiones Trico hacía lo que le venía en gana, y en la versión para PSVR se deja por completo libertad al monstruo, de hecho es quien nos indica cuándo y cómo avanzar.
Todo el movimiento se limita a teleportarnos a lugares predefinidos, a los que apuntamos con la mirada. Es una limitación bastante seria, pero como la inmersión funciona tan bien, la verdad es que no estropea nuestras sensaciones al acompañar al animal. Le vamos alimentando para hacer que continúe su camino -podemos recoger los barriles y lanzarlos con el dualshock 4- y en momentos puntuales, que son lo más espectacular, podemos teleportarnos sobre su lomo y "cabalgar" sobre obstáculos.
Mientras que la sensación de ir sobre Trico es estupenda, en las zonas exteriores, más "plataformeras" no hemos sentido el mismo vértigo que cuando controlábamos al niño en tercera persona. Esto nos ha evitado algún mareo, pero le resta algo de espectáculo. La verdad es que tras probar esta demo, que se puede descargar gratis, tenemos la sensación de que The Last Guardian VR tiene mucho potencial como juego completo para realidad virtual.
Por ahora no es más que una experiencia, pero si el proyecto final incluye puzles y secuencias de combate (de las que no hemos visto nada) así como el uso del escudo con que dirigíamos los disparos de Trico -un rayo eléctrico que soltaba con la cola- la verdad es que podría ser un modo genial de revivir uno de los juegos más especiales del año pasado.
The Last Guardian VR aún no tiene fecha de lanzamiento en PS4, ni se han confirmado los tipos de control que estarán disponibles en el juego completo.
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