Por qué se llaman tráilers si van al principio de las películas, cuál fue el primero y otras curiosidades
Hoy nos centramos en los avances de películas para conocer por qué se llaman tráilers si van al principio de las películas, cuál fue el primero y otras curiosidades.
Aunque los hay quienes prefieren no hacerlo, a día de hoy resulta raro ir al cine a ver una película sin haber visto antes su tráiler para comprobar si le llama o no la atención su trama.
Si bien ahora lo más común es disfrutar de los tráilers de las películas a través de YouTube, antaño la única manera de poder ver tráilers era en el propio cine yendo a ver otra película, ya que por televisión los avances eran extremadamente cortos, y no era con todas las películas.
Pero no importa cuánto tiempo pase, siempre es una gozada poder ver los tráilers en pantalla grande mientras esperas a que proyecten la película de turno.
La mayoría de nosotros (por no decir todos) hemos visto los tráilers de películas en el cine desde que tenemos uso de razón. Pero, ¿cuándo empezó a implantarse el mostrar avances de películas?
Hoy, en Hobby Consolas, repasamos por qué se llaman tráilers si van al principio de las películas, cuál fue el primero y otras curiosidades.
Resulta que los primeros tráilers de películas ocurrieron, no al principio de las películas tal como lo conocemos hoy día, sino al final de las películas.
Se les llamó "tráilers" porque los anuncios se empalmarían directamente al final de los carretes, de modo que la cinta con el anuncio de la película iba justo detrás de la película real.
El primer tráiler conocido como tal que apareció en un cine fue en noviembre de 1913, aunque no era de una película, sino de un musical de Broadway titulado The Pleasure Seekers.
A raíz de esto, el concepto de los tráilers empezó a hacerse popular y los avances comenzaron a aparecer de forma rutinaria después de las películas, algo que se empleó especialmente los cortos de dibujos animados y las series que a menudo terminaban en situaciones climáticas.
Debido a esos cliffhangers que invitaban al espectador a que le entraran ganas de saber qué pasará a continuación, tenía sentido que los avances (en especial los de las series) se mostrarán al final de la serie o el corto que al principio.
Las escenas más icónicas e influyentes de la historia del cine
Las primeras referencias al término "tráiler" que se utilizó fue un pasaje de la edición del 2 de junio de 1917 del New York Times, el cual reza lo siguiente:
"Un comité de la Asociación Nacional de la Industria Cinematográfica comenzó ayer a enviar películas conocidas como tráileres (anunciando los bonos) a los 15.000 o más cines de Estados Unidos. Estas películas tienen veinte metros de largo y se adjuntarán a películas más largas que se muestran en cada actuación".
Sin embargo, los estudios cinematográficos no tardaron en darse cuenta de que los anuncios de películas completas serían mucho más efectivos si aparecían antes de la película en lugar de después, y a finales de la década de 1930 se había realizado el cambio.
En los primeros días de los tráileres de películas, una empresa llamada National Screen Service comenzó a hacer anuncios de películas burdos a partir de imágenes fijas transferidas sin el permiso de los estudios cinematográficos para luego vender estos anuncios de películas para agregarlos al final de las películas.
En lugar de demandar a esta empresa y hacer que se cierren por su innovación, como seguramente harían los estudios hoy en día, la industria cinematográfica eligió adoptar este formato novedoso para los tráileres y comenzó a proporcionar al Servicio Nacional de Pantallas imágenes de películas que podían usar en estos anuncios.
Esto terminó dando al National Screen Service un monopolio virtual sobre los avances de películas por un tiempo. No fue hasta finales de la década de 1920 que los estudios cinematográficos comenzaron a hacer sus propios avances.
Desde entonces ya es costumbre el disfrutar de los avances de los próximos estrenos de películas antes de proyectarse la película en cuestión, aunque de un tiempo a esta parte se ha cogido la fea costumbre (al menos en los cines de España) de ir alternando la publicidad estándar con los tráilers de las películas (cuando los hay), pero eso es otra historia...
Los primeros tráilers de películas generalmente solo mostraban texto explicando tramas y luego algunas imágenes de archivo de la película. No fue hasta la década de 1960 que este formato cambió al formato que conocemos hoy.
Los pioneros en este cambio de formato de tráiler en la década de 1960 fueron personas como Stanley Kubrick, Arthur Lipsett y Andrew J. Kuehn.
Kubrick introdujo el formato de montaje para un tráiler. Kuehn, entre otras cosas, presentó al narrador, en lugar de usar texto, y su elección como narrador fue el joven James Earl Jones.
El formato de Kuehn fue tan popular que, a finales de la década de 1960, Kaleidoscope Films de Kuehn era una de las firmas de fabricación de remolques más grandes y exitosas del mundo.
Es más, la mayoría de las principales empresas de fabricación de remolques que existen en la actualidad están dirigidas por ex empleados de Kaleidoscope Films.
El formato de tráiler más común hoy en día es la estructura de tres actos, muy similar a la estructura de la mayoría de películas y obras de teatro. De esta manera, el tráiler se divide en:
- Acto 1: Establece la premisa de la historia
- Acto 2: Destaca las principales características de la trama de la historia.
- Acto 3: Generalmente presenta una pieza musical muy poderosa acompañada de un montaje visual de momentos emocionales o de suspense, llenos de acción o humorísticos en la película, según su género.
Actualmente, la mayoría de la música que se muestra en los tráilers no aparece en ninguna parte de la película o en la banda sonora de la película.
Esto se debe a que los avances generalmente se hacen mucho antes de la fecha de lanzamiento de la película, a menudo incluso con un año de anticipación, y una de las últimas cosas que se suele hacer en cualquier película es encargar el trabajo a un compositor para que incorpore la música.
Por otro lado, la MPAA establece que la duración máxima permitida para cualquier avance de película que se muestre en los cines o en la televisión sea de dos minutos y medio.
Aunque hay una excepción, y es que cada estudio o distribuidor de películas puede exceder este límite de tiempo una vez al año si sienten que una película en particular merece un avance extendido. Los avances que se muestran en Internet o en videos caseros no tienen restricciones de tiempo.
Como hemos comentado al comienzo de este reportaje, ahora lo más normal es que veamos por primera vez los tráilers de las películas a través de YouTube, pues los estudios apuestan por la plataforma a la hora de lanzar en primicia los avances de sus estrenos más esperados.
Se estima que anualmente se ven en línea alrededor de diez mil millones de videos. De esos diez mil millones de videos, los avances de películas ocupan el tercer lugar de vídeos más vistos, por debajo de las noticias y los videos creados por usuarios.
Hasta aquí nuestro repaso sobre por qué se llaman tráilers si van al principio de las películas, cuál fue el primero y otras curiosidades.
Si queréis conocer otros detalles curiosos relacionados con el mundo del cine, aquí os mostramos cómo se hacen las palomitas de maíz que se comen en el cine, un alimento totalmente natural y con larga tradición.
Descubre más sobre José Carlos Pozo, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.