Si echamos la vista atrás y pensamos en cuáles son las mejores escenas de la historia del cine, no conseguiremos que nadie establezca un listado igual al de otra persona. El Séptimo Arte nos ha dejado películas inolvidables a lo largo de sus más de cien años de historia. Escenas emocionantes, intensas, entrañables y duras.
El cine nos ha dejado discursos dignos de estar en los libros de historia de todos los colegios. Nos hemos aterrado en la butaca al ver como un enorme tiburón se cernía sobre un desprotegido bañista y hemos dado un brinco al ver cómo un Alien surgía del estómago de un infeliz.
Si, amigos, escoger las mejores escenas de la historia del cine es, simple y llanamente, imposible. Hoy en HobbyConsolas hemos escogido 10 de las mejores y más influentes escenas de la historia del cine que hemos recordado, pero desde ya os invitamos a recordar algunas grandes escenas que no están incluidas en nuestra lista y que podían perfectamente estarlo, porque hay a patadas.
Presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad
Retrocedemos hasta 1942 para encontrarnos con el primero de dos clásicos centrados (cada uno a su manera) en la Segunda Guerra Mundial. Se trata de Casablanca, la mítica película protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman.
Podríamos haber escogido varias escenas de esta icónica película para representarla en nuestro listado. La escena de la Marsellesa, la de "los alemanes vestían de gris y tú llevabas un vestido azul"... sin embargo, nos parece que el cierre del Capitán Louis y Rick caminando juntos con la frase "Louis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad" es uno de los mejores cierres de la historia del cine.
Como lágrimas en la lluvia
Repudiada por muchos cuando se estrenó y catapultada al estatus de película de culto, Blade Runnerse estrenaba en 1982 con una historia que se convirtió en fuente de inspiración para innumerables obras de ciencia ficción que llegarían posteriormente.
El filme de Ridley Scott también tiene algunas escenas memorables que podríamos haber incluido, pero ninguna estaría a la altura del discurso final de Roy Batty (Rutger Hauer) instantes antes de morir, con una metáfora y un mensaje que sacudió a más de un espectador.
La puesta de los Soles gemelos en Tatooine
Duelos de sables de luz, batallas espaciales, criaturas que jamás habríamos imaginado, y toda una galaxia por explorar. Star Wars episodio IV: Una nueva esperanza abrió una de las franquicias más importantes de la historia del cine en muchos sentidos.
Hablar de escenas icónicas de Star Wars es hablar de prácticamente cada secuencia, ya que los planos han sido utilizados como recursos en innumerables producciones posteriores. Por nuestra parte, hemos escogido la emblemática escena de Luke Skywalker (Mark Hamill) contemplando la puesta de los soles gemelos de Tatooine, un plano con una belleza abrumadora.
Pensamos demasiado y sentimos muy poco
Volvemos a la década de los cuarenta, esta vez a 1940 para encontrarnos con un clásico de la comedia que nos dejó la sangre helada. El Gran Dictador nos dejó un mensaje profundo y dramático en una época en la que el mundo no dejaba de escuchar discursos de odio por parte de la persona a la que Charlie Chaplin parodiaba: Adolf Hitler.
Un discurso enérgico al final de El gran dictador por parte del personaje de Chaplin pasaría a la historia del cine como una pieza indispensable para aquellos que aspiren a comprender el mundo que les rodean y, si ya es posible, hacerlo mejor.
¡Estoy volando, Jack!
Una de las obras maestras del cine, con once Oscars en su haber, es Titanic, la joya de la corona de la filmografía de James Cameron, que no es decir poco. La historia de amor surgida a bordo del transatlántico más famoso de la historia nos dejó innumerables recuerdos.
Probablemente la escena más reconocible del filme es la que tiene lugar en la proa del barco, con Jack Y Rose encaramados a la barandilla en el vértice delantero de la quilla, y extendiendo sus brazos como si estuvieran volando sobre el Atlántico Norte. Mucho volar, mucho volar, pero en aquella tabla cabían los dos.
La carrera más trepidante de la historia del cine
La vida en la antigua Roma no era nada fácil. El honor, el respeto y la aceptación te la tenías que ganar en la arena, ya fuera matando gladiadores y ganando carreras de cuadrigas donde lo raro era que terminasen vivos todos sus contendientes.
De este modo nos remontamos a la clásica Ben-Hur, con un enorme Charlton Heston como Judá Ben-Hur en una de las epopeyas más grandes que se han visto en la gran pantalla.
Oh, capitán, mi capitán
Si repasásemos la filmografía del gran Robin Williams podríamos rellenar por completo un reportaje con escenas icónicas solamente con secuencias protagonizadas por el difunto actor que ha sido parte importante de la vida cinéfila de muchos de nosotros.
Para honrar este hecho hemos escogido la representativa escena de El club de los poetas muertos, cuando el profesor Keating se despide para siempre de sus alumnos y ellos suben a las mesas de su clase para despedirse citando el poema de Walt Whitman.
La ducha de Psicosis
Alfred Hitchcock profundizó en algunos de los terrores inherentes a su época a través de la película Psicosis, dejándonos algunas escenas que, si bien a día de hoy no provocan pánico en los espectadores, en su tiempo fueron de lo más sonadas.
Pero probablemente haya pocas escenas de Psicosis más representativas que la famosa escena de la ducha, parodiada hasta la saciedad y con una melodía que evoca el filo de un cuchillo de cocina con solo escucharla.
Tomaré lo mismo que ella
Vamos a meter un poco de comedia, ¿no? Hay muchas películas de risa que podríamos elegir dentro de esta categoría, pero pocas tan representativas como el filme de Cuando Harry encontró a Sally, con Meg Ryan y Billy Crystal.
Por supuesto, nos referimos a la escena del café, en la que Sally, el personaje de Meg Ryan, simula un orgasmo en público ante la atónita mirada del resto de clientes de la cafetería. Nosotros seguimos esperando a que nos sirvan lo mismo que a ella.
¡Maldigo las guerras!
Y vamos a terminar con una "monería". Los espectadores que vieron en su momento El planeta de los simios quedaron sumamente afectados por la impactante escena final. Tras toda una película pensando que Charlton Heston había aterrizado en un planeta donde los Simios habían evolucionado en lugar de los humanos, se descubrió el pastel.
La maltrecha Estatua de la Libertad reveló la cruda realidad a la que estaba avocada la Tierra. Un cansado Charlton Heston maldijo a la humanidad por todos sus pecados mientras rompía a llorar ante los vestigios de toda una civilización... la nuestra.
Como hemos mencionado, escoger solo diez, o veinte, o cincuenta mejores escenas se nos antoja corto para rememorar lo que nos ha dejado el cine a lo largo de la Historia. De nuevo, os invitamos a compartir aquella ocasión en la que visteis a Brad Pitt derrumbar la sociedad capitalista en El club de la lucha o a Julie Andrews bailando al comienzo de Sonrisas y lágrimas, las posibilidades son inagotables, o casi.
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