Análisis de Conan Exiles para PlayStation 4, PC y Xbox One

Conan Exiles es la traslación perfecta de la filosofía de Conan el Bárbaro a un videojuego. ¿Qué? pero, ¿esto no iba de pegar espadazos a monstruos gigantes? Pues sí, pero la obra de Robert E. Howard (y en menor medida las tres películas y los cómics) hablan de mucho más.

Conan es un canto a la venganza, la fuerza bruta, la supervivencia y la lucha contra lo desconocido -los enemigos del Cimmerio suelen ser hechiceros y brujos- y sobre todo al esfuerzo, porque como sabéis la historia más famosa de la Era Hiboria termina cuando Conan se convierte en rey. Y todo esto aparece reflejado en el juego: una aventura de supervivencia en un mundo abierto, que podemos jugar en solitario (incluso sin conexión a Internet) o en multijugador, como si fuese un MMO.

Crítica de Conan el bárbaro

Hasta la fecha Conan ha inspirado grandes videojuegos de espada y brujería, e incluso ha protagonizado entregas muy notables, como Conan para PS3 y Xbox 360 o Age of Conan para PC. Los creadores de este último, Funcom, vuelven a la carga para ver si Exiles se convierte en el juego definitivo basado en el personaje. Desde luego, la propuesta es muy ambiciosa y fiel. 

Sobrevive, domina, conquista

Nada más comenzar Conan Exiles, es el propio bárbaro quien nos da la pauta a seguir: lucha, ama, sobrevive… De modo que nuestra aventura arranca con un personaje desnudo, en medio del desierto. Lo primero que debemos hacer es crear a nuestro héroe, con un editor muy peculiar. A nuestra disposición, tenemos las opciones tradicionales: sexo, raza, rasgos faciales o forma física. Y también seleccionar el tamaño del miembro (masculino) o de los pechos (con el personaje femenino). No tiene la mayor importancia -aunque dado que es anatómicamente correcto podemos jugar con desnudez parcial, si nos resulta ofensivo- pero no deja de ser llamativo, al igual que la posibilidad de escoger religión ¡por Crom!.

Una vez que tenemos un personaje a medida podemos iniciar un duro camino, en que todo lo tendremos que aprender con la experiencia. Ni tutoriales, ni un nivel de dificultad progresivo. Si una tormenta de arena no acaba contigo, seguramente lo haga la primera criatura que encuentres (posiblemente cuando estés desarmado). Se trata de salvar el pellejo, y eso implica que tendremos que medir constantemente nuestras fuerzas y equipo, y el riesgo que entraña cada situación.  

Recreativas de espada y brujería

La supervivencia comprende diferentes aspectos. Por una lado tenemos que mantenernos hidratados, alimentarnos y no exponernos a temperaturas extremas (también somos vulnerables a intoxicaciones alimentarias y otras enfermedades) y por otro, no podemos descuidar la recolección de recursos y construcción de equipo. El sistema en que se construyen herramientas y consumibles es muy sencillo: Conan Exiles le da una vuelta de tuerca a la estructura de los Minecraft, Dragon Quest Builders o ARK Survival Evolved y nos permite obtener recursos de la naturaleza, que podemos transformar en productos elaborados con bancos de trabajo, forjas, etc. Aunque en este caso, una fuente de recursos son los monstruos a que nos enfrentamos.   

El refugio también es de vital importancia. Podemos construir desde una cabaña con tejado de paja a auténticos monumentos. Pero la parte más importante será la cama (o el petate en las primeras etapas de juego) en que establecemos puntos de reaparición. Porque morir supone perder todos los objetos que llevemos encima (que luego podremos recuperar si encontramos nuestro cadáver). Y hablando de llevar encima, la capacidad de carga también está bastante limitada. 

Combates bárbaros

Cuando hayamos dominado la recolección, podremos equiparnos con armas y salir a luchar. ¿Cuál es el secreto del acero, Conan? El secreto del acero está en el brazo que lo empuña… y en el sistema de combate. Debemos tener en cuenta que todo es hostil en este mundo. Más que hostil, malvado, porque los animales salvajes, caníbales, ladrones, monstruos... todo lo que se mueve se lanza a por nosotros en cuanto nos ve. ¿Y cómo le hacemos frente? Pues con un estilo  de juego muy similar -para variar- a los Dark Souls.

Los mejores juegos tipo Dark Souls

Tenemos una barra de energía y una de cansancio, que se agota con cada golpe o cada carrera, y podemos realizar hasta tres tipos de ataque. También podemos esquivar o detener los envites del enemigo con un arma secundaria o un escudo (que a su vez tienen una resistencia limitada). Y aunque Conan pensaría que es de cobardes, siempre podemos optar por armas a distancia.

Los efectos de la lucha (sangre y desmembramientos) son bastante salvajes, como corresponde al personaje. Y la verdad es que Conan Exiles nos brinda algunos momentos muy emocionantes (en particular cuando varios jugadores unen sus fuerzas para hacerle frente a las criaturas más grandes). Aunque también nos encontraremos matando crías para subir de nivel o conseguir materiales, "farmeando" como en un RPG. A medida que vayamos subiendo de nivel podremos construir nuevas armas y piezas de armadura que nos harán más eficientes. 

Abriéndose paso

Supervivencia, construcción y combates funcionan bien a pequeña escala, y lo bueno del juego es que podemos hacer que crezca. Pasar de una pequeña cabaña a construir castillos, de tejer fibras vegetales a curtir pieles y forjar piezas de acero, y claro, de tener que escapar de la mayoría de enfrentamientos a dejar un reguero de enemigos muertos a nuestro paso. Esta sensación de progreso funciona bien en el modo individual, pero es aún mejor en el online, en que vemos cómo avanzan los otros jugadores (podemos jugar en servidores PVP y PVE). 

En cuanto a la construcción, Conan Exiles nos permite crear nuestra propia Rueda del dolor (aquella en que el Cimmerio se convirtió en una montaña de músculos) para someter a los enemigos derrotados y convertirlos en nuestros esclavos, a los que podemos colocar en la cocina o en los bancos de trabajo para agilizar el progreso del asentamiento... hasta que tengamos nuestro propio ejército con que someter este mundo abierto. 

El mapa de Conan Exiles es de un tamaño considerable -hay que tener en cuenta que lo recorremos a pie- y tiene zonas bien diferenciadas, con un clima propio y sus correspondientes especies autóctonas. Además del desierto, encontramos riberas, jungla, zonas heladas y un volcán, bañados por el ciclo día/noche y por diferentes fenómenos atmosféricos. Y como corresponde a la Era Hiboria, la naturaleza prima sobre los asentamientos. No está muy detallado, pero es muy interactivo, y en particular en el modo online se puede apreciar cómo se transforma con las interacciones de hasta 40 jugadores. 

Al principio, nos mantendremos cerca de nuestro refugio, pero a medida que vamos mejorando de nivel y equipo, ya nos podemos "atrever" con territorios lejanos, en que encontrar nuevos recursos. La curva de dificultad está bien ajustada (tirando a durillo) y siempre tenemos cierta sensación de logro y descubrimiento, que nos invita a avanzar.  

Guía de Conan Exiles

Aunque no hay un "modo historia" en Conan Exiles, sí podemos ir cumpliendo requisitos de viaje (conseguir hitos por primera vez y descubrir zonas del mapa) que nos dan una sensación de progreso. Y por supuesto, también nos cruzamos con algunos enemigos "únicos" que pueden hacer las veces de jefes finales.  

No es early access, pero casi

El problema de un juego tan ambicioso es que requiere que todo está muy ajustado, y Conan Exiles por el contrario, aún está muy "verde", sobre todo en las versiones de consola. Es difícil encontrar algún elemento que funcione completamente bien: las animaciones son toscas, los modelos no están muy detallados y la física falla. Algunas texturas tardan en cargar y el sonido sólo funciona en ocasiones. Por si eso fuera poco, la I.A. de los enemigos es muy irregular: a veces se quedan congelados aunque pasemos a su lado, y otras se lanzan a por nosotros desde la lejanía.

La dificultad tampoco está bien ajustada, y la construcción tiene múltiples problemas (empezando por la perspectiva o la imposibilidad de hacer desaparecer algunas estructuras). La música dinámica también se dispara cuando no debe y la navegación por los menús es un poco engorrosa... llevamos tres parches desde su lanzamiento en consola, el pasado día 8 de mayo, y aún le queda un largo camino por mejorar.

Antes de cerrar el apartado técnico, mención especial para la banda sonora, que homenajea con buen pulso los temas de Basil Poledouris para la película de John Milius. 

Pero pese a todo, también reconozco que lo he pasado estupendamente bien con el juego de Funcom. En el interior de Conan Exiles se encuentra la promesa de una gran aventura de supervivencia, sólo hay que depurarlo. Si tenéis paciencia, yo esperaría unas semanas a ver cómo progresan las mejoras. Si no podéis esperar, sabed que el juego es perfectamente "jugable", pero encierra una colección de "bugs" y eso estropea un poco la experiencia.  Claro que Conan es un bárbaro, él no se quejaría por esas cosas.