Análisis de Spider-Man PS4 DLC 3 - Silver Lining

En unas horas estará disponible en todo el multiverso Silver Lining, tercer y último capítulo de La Ciudad que Nunca Duerme, nombre que recibe el set de DLC para Marvel's Spider-Man. Después de esta retahíla de nombres (que, siendo honestos, es probable que ya conocieseis), vamos a lo que nos importa: su análisis. Porque como en el caso de El Atraco (DLC1) y Guerras de Territorio (DLC2), Sony nos ha facilitado el acceso unas horas antes que al resto del mundo y ya hemos podido completarlo (¡y al 100%!).

Además, Insomniac Games ha adelantado la Navidad un par de días y ha lanzado hoy, de forma totalmente gratuita, el que es con muchísima diferencia el atuendo más demandado por los fans: el traje de Spider-Man de las películas de Sam Raimi. El trabajazo del estudio es digno de elogio, más si tenemos en cuenta las palabras feas que les han dedicado los usuarios que hasta ayer estaban indignados por su ausencia. No hagáis eso nunca, por favor.

Antes de entrar al meollo, y por si os interesa, os dejamos los artículos que le dedicamos a los anteriores DLC de Spider-Man, así como el análisis del juego en sí.

• Análisis de Spider-Man DLC 1 - El Atraco
• Análisis de Spider-Man DLC 2 - Guerras de Territorio
• Análisis de Marvel's Spider-Man para PS4

En resumen y por si no queréis perder demasiado tiempo: El Atraco: muy bien. Guerras de Territorio: un poco peor. Marvel's Spider-Man: ¡Exceslior! Con todo aclarado, ahora sí, vamos con el análisis de Silver Lining, DLC 3 para Spiderman PS4.

Oro parece, plata no es

Silver Lining empieza prácticamente donde lo dejó Guerras de Territorio: la Maggia ha robado tecnología de Sable Entertainment y está causando estragos en Nueva York, la capitana de Policía Yuri Watanabe ha desaparecido tras perder por completo los estribos y, pese a su derrota, Hammerhead ha sobrevivido y sigue armando jaleo.

Las cosas no pintan bien para el bueno de Spidey, pero en esta ocasión cuenta con la ayuda de Silver Sable, conocida en su país de origen como Silveria Sablinova y como Marta Plateada ente su círculo de amigos más íntimo. Spidey y Marta ya tuvieron un pequeño encontronazo en la historia principal, y ahora la antiheroína regresa para dejarle claro a Hammerhead que nadie roba a Sable.

A nivel de contenido, Silver Lining calca el formato de los dos anterioes DLC: además de una nueva serie de misiones de historia, tenemos nuevas secundarias, nuevos delitos aleatorios, nuevos tipos de enemigos, nuevas bases de combate, nuevos desafíos de Screwball y por último, pero no por ello menos importante, nuevos programas del podcast de J. Jonah Jameson. Ah, sí, y tres nuevos trajes. 

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Pero al contrario que Guerras de Territorio, que supuso un pequeño tropiezo, Silver Lining logra brillar en todos los apartados (o casi). Para empezar, las misiones de la historia están muy trabajadas, con varias secuencias de acción que nos han hecho pegar botes en el asiento (mención especial a cierta persecución), así como un combate contra jefe que nos atreveríamos a decir que es incluso superior a varios de los vistos en la aventura principal. También hay una pequeña sorpresita que consiste en manejar a Spider-Man con otro traje; nos ha gustado mucho, pero se nos ha hecho excesivamente breve.

La nueva cadena de misiones secundarias nos invita a dirigirnos a un punto concreto y, una vez allí, localizar la posición de una grabadora. No es demasiado complicado ni demasiado original, pero en esta cadena se halla la resolución de una de las sub-tramas de La Ciudad que Nunca Duerme, así que se sigue con bastante interés y deja las cartas bocarriba de cara al futuro.

En cuanto a las novedades enemigas, encontramos que regalaban material de Sable al salir del colegio, lo que significa que hasta los pandilleros de poca monta llevan un exoesqueleto y una ametralladora láser. Sumadle a eso los "gordos" con gatling, los enemigos con jetpack y las "butroneras" (la coña respecto a su nombre tiene continuación aquí, por cierto), y nos quedan unos combates la mar de desafiantes (al menos, en las dificultades más altas).

En el caso de las bases de combate, el principal cambio es el escenario donde se desarrollan, así que no esperéis grandes novedades. Ahora bien, están asociadas a una misión secundaria cuyo final nos ha parecido muy entrañable, sacando a relucir la faceta que más nos gusta del Peter Parker/Spider-Man que Insomniac ha conseguido (una de las mejores versiones del personaje, por qué no decirlo).

Con Screwball volvemos a encontrarnos desafíos de combate, de artilugio y de desactivación de bombas (nada de sigilo esta vez), nuevamente con el añadido de conseguir puntos realizando acciones en un lugar concreto del escenario. Vuelven a ser un soplo de aire fresco, aunque tras dos ocasiones (tres si contamos la historia principal), el humor de la YouTuber empieza a resultar un tanto cargante.

Pero lo mejor -y con diferencia- de Silver Lining es la recreación de los personajes y sus interacciones. Volvemos a tener un retrato de Spider-Man que nos muestra el lado más humano del superhéroe, ese que tanto echamos de menos en Guerras de Territorio. Destaca especialmente el magnífico sentido del humor, que nos ha arrancado varias carcajadas sinceras, y los intercambios telefónicos con MJ y Miles.

Aquí hay que destacar que las escenas de vídeo están muy cuidadas: algunos planos muy cinematográficos, las animaciones y las curiosas poses que adopta Spider-Man... Se vuelve a respirar un nivel de calidad similar al de la historia principal, que era muy elevado.

Pero la estrella de la fiesta es la asombrosa química que existe entre Spidey y Silver Sable: aunque no empiezan con buen pie, poco a poco se convierten en compañeros, y el resultado es tan espectacular (por las secuencias de acción que nos deja) como tronchante (por lo drásticamente opuestas que son sus personalidades). Sorprende, sobre todo, porque en la historia principal el papel de Silver Sable no daba para mucho más, pero aquí se ha convertido en toda una revelación. Ojalá los volvamos a ver pelear juntos en el futuro.

Sólo hay un pero en este aspecto, y es que la resolución de una de las tramas iniciadas en La Ciudad que Nunca Duerme -y una de las más interesantes además- es muy apresurada y nos deja con una sensación un poco extraña, como si se hubiera podido aprovechar mucho mejor. Quizás el problema sea que como cada DLC ha tenido su propia historia (casi independiente del resto), era complicado cerrarlo todo de forma satisfactoria.

Y eso que Silver Lining es también ligeramente superior a los anteriores DLC en cuanto a duración: algo más de dos horas la historia principal, y cinco y media para alcanzar el 100%, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta su precio.

Pese a esto, el final deja un gran sabor de boca y sirve como un buen cierre para La Ciudad que Nunca Duerme. Hay también un pequeño homenaje a Stan Lee, todo un detalle por parte de Insomniac que nos ha pillado con la guardia baja. Pero la guinda para el que sin duda es un DLC más que recomendable, es la escena post-créditos; si no os saca una sonrisa, es que no sois de este nuevo universo.