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Análisis de Spider-man: La última cacería de Kraven

Jesús Delgado

Análisis de Spider-man: La última cacería de Kraven
Spider-man: La última cacería de Kraven es uno de los cómics más importantes de Spider-man. Obra de J.M De Matteis y Mike Zeck es un punto y aparte de este héroe de Marvel.

Lo prometido es deuda. Finalmente tratamos de uno de los mejores cómics de septiembre de 2017Spider-man: La última cacería de Kraven, una lectura que, por cierto, resuena en todos los foros y listas (y con razón) como uno de los mejores cómics de Spider-man. Pero vayamos por partes, ya que este cómic tiene su miga y debe situarse dentro de un contexto. 

Spider-man: La última cacería de Kraven es un arco argumental publicado en Estados Unidos en 1987, poco tiempo después de la boda de Peter Parker y Mary Jane Watson (sentimos el SPOILER, pero Pete y MJ estuvieron tiempo atrás casados y fue un bombazo y todo un evento en su momento). La obra se publicó en distintos números de las series Amazing Spider-man, Web of Spider-man y Peter Parker: The Spectacular Spider-man, las tres colecciones que en aquel momento servían de escenario a las aventuras del héroe.

A lo largo de seis actos, descubríamos que el villano Kraven "El Cazador" se moría. Debido a esto decidía poner fin a sus cacerías a la desesperada. Por ello, optaba por llevar la caza de Spider-man a un nuevo y perturbado nivel, no contentándose solo con cazarle, sino con usurpar su traje y convertirse en él. En su locura, Kraven trataba de restaurar "su honor", mediante la superación personal, demostrándole al Trepamuros su superioridad moral y física. Y estaría dispuesto a llegar hasta extremos que jamás había cruzado. Pero hasta ahí os contamos, no os queremos decir más de su trama, aunque antes os relatemos un par de curiosidades.

El guionista J.M De Matteis fue el responsable de este proyecto encargado por los grandes jerifaltes de la editorial, pero que no tenía nada de original. Y es que el escritor había tratado de contar allá por principios de los 80 una historia en la el Hombre Maravilla de Los Vengadores era enterrado vivo por su hermano, El Segador. Esta historia no cuajaría y trataría de venderla posteriormente a DC, con Batman y el Joker. Este proyecto tampoco cuajó, debido a que Alan Moore estaba trabajando por entonces enLa Broma Asesina. Aún pasarían varios años antes de que el guionista regresara a Marvel y les volviera a ofrecer la idea, esta vez protagonizada por Spidey y el mayor cazador ruso que ha dado luz la Madre Patria, Sergei Kravinoff, Kraven "El Cazador". 

Una obra maestra, de terrible simetría...

Durante mucho tiempo, Spider-man: La última cacería de Kraven respondió al antetítulo de Terrible simetría, en referencia al poema El Tigre de William Blake, estableciendo un cierto paralelismo entre la presa y el cazador. Y es que la idea de la historia es acerca de Peter Parker y su propia naturaleza dual como hombre y como araña, pero también el problema de Kraven, su necesidad de significarse y de sentir que ha hecho algo con su vida y que no la ha malgastado. 

En este sentido, la obra resulta impresionante ya que en primera instancia explora la madurez de un Spider-man de los años 80, que ha tenido que ser testigo de numerosas atrocidades en torno a él, de una pérdida de la inocencia que le rodeaba, que se saldó con la muerte de Ned Leeds, acusado falsamente de ser el villano conocido como el Duende. Pero aunado a esto se encuentra el cambio de rol en el que se encontraba en ese momento, como hombre recién casado, cuya muerte o desaparición ahora afectaría también a una esposa. 

En esta misma línea, la obra desgrana los problemas humanos de Spider-man, posiblemente el héroe psicológicamente más realista de Marvel, debido a sus problemas REALES (familia, facturas, trabajo mal pagado, etc...), mostrando sus miedos, debilidades, y demás fobias, sin llegar a entrar ni siquiera en el rollo del Tío Ben, repetido ad nauseam en cómics, series y películas. De esta manera, nos muestra a un héroe que sangra, sufre y que trata de mantener su identidad a pesar de todo.

Pero, ojo, que el antagonista, Kraven también queda revelado en esta obra que le hace trascender más allá de su rol de villano arquetípico de los años 60/70, con su chaleco colorido y su taparrabos de leopardo. La obra nos muestra a un hombre torturado, insatisfecho y anacrónico que ha tenido que encontrar cordura en el salvajismo y en los instintos más primarios, ya que la sociedad del siglo XX no es para él. En este sentido, la obra pone en contexto su obsesión con Spider-man, explicando sus motivaciones y métodos, obligándonos a empatizar con él, entendiendo sus motivaciones. En esta línea, la obra hace algo que pocos cómics han hecho con los villanos: desobjetivarlos, dotándolos de humanidad, permitiéndonos ver su punto de vista e incluso (casi al límite) disculparlos. 

De ahí que la simetría entre Spider-man y Kraven quede reflejada cuando ambos se convierten en uno y ambos deben medirse cara a cara, entiendo lo que siente el otro y, en parte, entrando en las carnes de su enemigo. Todo esto, a su vez se elabora en torno a un tercer pilar que es el villano Alimaña, una criatura caníbal también afectada por su propia dualidad. 

Por otro lado, tampoco hemos de perder de vista al dibujante Mike Zeck, responsable de las Secret Wars originales y de Círculo de Sangre, uno de los mejores cómics del Punisher. El autor realiza un trabajo de narrativa y de ilustración impecable, limpio, profundo y trabajado. La anatomía es casi perfecta, las expresiones de los personajes tremendamente naturales y los entornos y escenarios magistrales. Y eso sin hablar del trabajo de perspectiva y la riqueza de planos que nos brinda y que las tintas de Bob McLeod saben resaltar tan bien. 

Así que, podemos decir que si no es por el guión, será por el dibujo, pero Spider-man: La última cacería de Kraven es a todos los efectos de los mejores cómics que jamás ha publicado Marvel. Ahora bien, cuidado con la mitomanía. 

El cómic más difícil de adaptar

En conjunto, J.M De Matteis construye una obra sencillamente redonda y atemporal de Spider-man, que a pesar de ser un texto eminentemente ochentero, logra sobrellevar muy bien el paso del tiempo. Ahora bien, con matices. Y es que los retcons de la continuidad de Spider-man y la evolución del personaje a lo largo de los 90 y los 2000 (amen de obras posteriores como La primera cacería de Kraven) han dejado esta historia aislada en una isla de espacio-tiempo. Lo cual nos da una de cal y una de arena. 

Estamos ante una obra tan completa y bien argumentada, cerrada, que permite al lector disfrutarla de cabo a rabo sin ser un gran conocedor de Spider-man. Por otro, desgraciadamente, en cuanto a continuidad pierde fuerza y se convierte en una suerte lastre, debido a posteriores regresos del villano, desdiciendo el discurso del De Matteis. De hecho, que sea este tipo de obra, tiene también una pega, sobre todo para los cinéfilos. No se trata de un material para adaptar en frío a cine. 

¡Con todo, parece que Kraven podría ser uno de los próximos villanos de Spidey en el cine, incluso tendría su spin-off!

Por un lado, esta supuesta adaptación de Spider-man: La última cacería de Kraven sin un desarrollo previo de Kraven, salvo que cayera en manos de un equipo de guionistas dispuestos a contar algo crudo y complejo en dos horas de películas. Desgraciadamente, los códigos narrativos actuales de Spider-man en cine y cultura popular lo pondrían muy difícil, ya que requeriría un trabajo sesudo de redacción, pero también una enorme calidad actoral para los responsables de dar vida a Spidey y a Kraven. Por otro, el hecho de que el traje negro sea el atuendo de Spider-man en esta obra viene al hilo de esta afirmación, ya que ejemplifica el intento de ensombrecer al personaje durante los 80, algo que se ha perdido en la imagen del héroe a día de hoy, a pesar del intento de recuperarlo en la historia de De vuelta al negro.

No obstante, y a pesar de lo dicho, os invitamos a leer este cómic, que de seguro no os defraudará. Ya seáis neófitos o lectores veteranos, ya que en cualquier de los dos casos os asombraréis ante esta grandísima historia.  

Cacería Kraven Spidey

Spider-man: La última cacería de Kraven ha sido reeditado recientemente por Panini Comics en una lujosa edición que muestra los lápices originales de Mike Zeck, así como diseños, cubiertas originales y comentarios del guionista. Una joya cuyo precio es una ganga, por cierto: 16, 50 euros.  

VALORACIÓN:

Posiblemente de las mejores historias de Spider-man. Atemporal y redonda. Desgraciadamente, los retcons y la evolución del personaje la sitúan como una lectura casi independiente.

LO MEJOR:

La autoconclusividad de la obra. Lo innecesario de "saber" de Spider-man para disfrutarla. El dibujo de Mike Zeck. El Spiderman tan humano del cómic.

LO PEOR:

Los retcons posteriores le han restado gravitas. No es una lectura representativa del conjunto de Spider-man.
Hobby

90

Excelente

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