Al pobre Cassian Andor le espera un episodio duro tras lo sucedido en el capítulo anterior. Capítulo lento, con detalles que hay que tener en cuenta de cara al futuro.
Tenemos un miércoles potente de Star Wars en Disney Plus: además del estreno de Las crónicas Jedi, la nueva miniserie de animación de Dave Filoni, no podemos faltar a nuestra cita con Andor.
La serie precuela de Rogue One alcanza hoy su octavo episodio, que ejerce como capítulo central del tercer bloque de la primera temporada.
El episodio en cuestión se titula Narkina 5, en referencia al destino del personaje de Diego Luna tras lo ocurrido en el capítulo 7. Toby Haynes vuelve a ocupar la silla del director, y muy probablemente lo veremos en el noveno también, para cerrar el bloque.
Hoy, en Hobby Consolas, os traemos nuestra crítica del episodio 8 de Andor, que ya está disponible en Disney Plus.
Recordad que, hasta que no advirtamos de lo contrario, no entraremos en spoilers de este episodio, pero sí hablaremos sin trabas de los capítulos previos.
SEIS AÑOS PARA ANDOR
Para una vez que no hace nada, al pobre Cassian le cascaron seis años en una prisión imperial al final del episodio siete, cuando lo capturaron en la Marina d'Or de Star Wars.
Andor es enviado a la implacable instalación imperial de Narkina 5, donde descubrirá que la maquinaria del Imperio a la hora de controlar a la población de presos está muy refinada. Ojo a su supervisor, que es un guiño muy molón a través de su actor.
Sin embargo, el episodio va a saltar entre personajes, lo que nos va a permitir ver cómo progresan las tramas de Mon Mothma, Luthen Rael o la teniente Dedra Meero, entre otros.
A veces, eso sí, hay demasiados saltos entre personajes para que la trama avance poco (o nada), lo que hace que alguna toma tenga cierto cariz de «relleno».
SIGUIENDO EL PATRÓN
Andor sigue con el ritmo pausado de los que ha hecho gala en los dos bloques anteriores. Parece que la acción queda reservada para los episodios finales de cada bloque.
Un problema que regresa en este episodio es que, en gran medida, muchos de los planteamientos ya habían sido expuestos en el capítulo 7, por lo que algunas tramas se estiran innecesariamente. A esto nos referimos con lo de las escenas «de relleno».
La trama que más fuerza coge en este episodio es la del BSI, que comienza a conectar con otros arcos vistos anteriormente. La situación del personaje de Diego Luna hace que su trama esté «estancada», y caiga en una rutina necesaria para enfatizar en su aciaga realidad.
Nos quedamos con la representación del control imperial, la ya citada trama del Buró de Seguridad Imperial y, finalmente, esa fantástica conversación «rebelde» al final del capítulo, que nos conecta al instante con Rogue One.
A día de hoy, la trama de Mon Mothma, a la que teníamos muchas ganas, nos está resultando un tanto tediosa. Ojalá sea algo que cambie en el futuro.
ATENCIÓN: a partir de este punto profundizaremos en el episodio 8 de Andor y hablaremos con spoilers. Si todavía no has visto el capítulo, re recomendamos hacerlo antes de seguir leyendo.
UNA ÚLTIMA BOCANADA DE AIRE FRESCO
Es imposible no notar que la trama de Cassian en Narkina 5 tiene ciertos ramalazos a la película La isla, de Michael Bay. Nos referimos, especialmente, a la estética de la avanzada prisión imperial.
Lo del suelo de la prisión como arma mecanismo de contención lo hemos visto antes, pero ahora mismo no caigo en qué película o serie era, y no quiero retrasar la reseña.
Mención especial para Andy Serkis, que regresa a Star Wars después de haber encarnado a Snoke en la trilogía de las secuelas. El actor se convierte en el supervisor de Andor en la prisión: le quedan menos de 300 días para irse de aquel agujero, y no quiere fallos. Igual me equivoco, pero fijo que, o muere, o se sacrifica por la fuga de prisioneros en la serie.
La trama de Mon Mothma, de nuevo, se podría resumir en una sola escena, pero la serie insiste y sigue incidiendo en que su relación familiar es un desastre. No nos importaría que la serie avanzase en esa trama de verdad, más allá de los problemas que enfrenta para mover dinero.
Como hemos dicho, la trama del BSI es la que más avanza. El personaje de Dedra Meero tiene bastante manga ancha y está acotando el cerco en torno a Cassian. Parece poner fin a las intrigas de Syril Karn, pero es poco probable que el antiguo subinspector corporativo se vaya a dar por vencido.
Vemos que en Ferrix no es todo alegría y darle martillazos a un yunque gigante. El Imperio, bajo las órdenes de Meero, quiere acotar el cerco sobre el entorno de Cassian. Pero, ojo, que Vel Sartha y Cinta Kaz también están vigilando a Maarva Andor para «atar cabos».
Además de un nuevo y breve vistazo a Wullf Yularen, el episodio nos deleita con el regreso de Saw Gerrera, interpretado por Forrest Whitaker. La conversación incide en algo que ya hemos visto: el cisma entre los rebeldes. Además de sus prejuicios, Saw destaca que no quiere trabajar con Separatistas, ya que él mismo los combatió en las Guerras Clon.
El octavo episodio de Andor no avanza demasiado en muchos campos. Asumimos que el próximo episodio verá la fuga de Cassian de Narkina 5, aunque este capítulo no ha hecho mucha alusión a ello.
VALORACIÓN:
Un episodio solvente que se relaja, todavía más, y que avanza ligeramente en algunas tramas, mientras que otras quedan estancadas y, hasta cierto punto, caen en lo tedioso. La serie nos deja algunas sorpresas muy interesantes para reclamar nuestra atención.LO MEJOR:
El arco del BSI, la ambientación de la prisión a la que envían a Cassian y ESA conversación del final.LO PEOR:
Hay varias escenas que no aportan más que cierto relleno. La trama de Mon Mothma necesita avanzar encarecidamente.79
Bueno
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