Crítica Arcane Acto 2: Jinx, Vi y compañía desatan la locura en Netflix con tres episodios brillantes

Tras un estreno por todo lo alto en el que Arcane ha conseguido cautivar a la crítica y a los fans del universo de League of Legends toca retomar una trama que nos dejó mordiéndonos las uñas la semana pasada.

Los episodios 4, 5 y 6 de Arcane ya se encuentran disponibles en Netflix y nos ofrecen un segundo acto cargado de emociones en donde nuestras protagonistas siguen creciendo y desarrollando todo su potencial.

Antes de entrar en materia, esta crítica de Arcane presenta algunos spoilers, pese a que nuestra intención no es destripar nada importante dentro la historia de Jinx y Vi. Dicho esto, arrancamos:

Después de un excelente inicio, en el que se nos reveló la trágica historia de ambas hermanas nacidas en Zaun y que puso su punto y seguido con una emotiva sepación, ahora toca viajar en el tiempo. Han pasado varios años y estos capítulos ofrecen un cambio dentro de Piltover y Zaun.

Las ciudades estado han presenciado como el descubrimiento de Jayce y Viktor con su tecnología hextech ha revolucionadopara siempre el comercio. Los portales de teletransporte han hecho que Piltover sea el eje principal de la economía en el continente.

Esto ha llevado a Jayce a una posición de privilegio dentro de las altas esferas de la ciudad, pero este siempre trata de mantener los pies en la tierra. La rectitud del personaje queda patente a cada escena.

Por otra parte, Zaun no ha sufrido un cambio a mejor, sino a peor. Silco y su banda se han hecho con el control de las Líneas. El negocio criminal basado en la droga purpura no tienen oposición y esto comienza a expandirse hasta Piltover.

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Con la introducción de este segundo acto nos queda más que claro que la verdadera protagonista de la serie es Jinx. Porque, dicho sea de paso, Powder ya no existe, la fragil niña de cabello azulado ha quedado sepultada por una nueva personalidad.

Jinx se despliega en toda su esencia durante estos capítulos y los jugadores de League of Legends que eran conscientes de la verdadera naturaleza de la campeona ahora podrán entender mejor el origen de su trastorno mental.

La construcción de Jinx es realmente acertada que, atormentada por lo que sucedió en la explosión de la fábrica, ha comenzado a padecer graves problemas mentales al servicio de los intereses de Silco, que remplazó a Vander como figura paterna.

Las fechorias de Jinx ponen en jaque a una Piltover que no es ni mucho menos un lugar idílico. Con su puesto de privilegio, Jayce comienza a ver las flaquezas de un gobierno corrupto que bajo la mano de Mel Medarda retiene el poder a cualquier coste.

Con la intención de parar los pies a las mentes criminales de Zaun, Jayce pide ayuda a una Caitlyn mucho más madura que resulta ser una de las mejores incorporaciones a este segundo acto.

La vigilante labra una relación con Vi que promete darnos momentos realmente tiernos, pero no adelantemos acontecimientos. Esta trama de investigación nos permite conocer a una Vi cuyo único deseo es reencontrarse con su hermana.

Puños en ristre, su salida de la carcel nos confirma que la luchadora sigue siendo la misma de siempre. Testaruda, resolutiva y violenta, la hermana mayor es la que menos ha cambiado.

Mientras todo esto sucede, Arcane sigue mostrando un ritmo y un manejo de los tiempos narrativos impecables, tirando de recursos muy útiles. Los episodios duran 40 minutos, pero se pasan volando y es que la serie no necesita grandes escenas de acción para que el discurso fluya.

El atractivo natural de Zaun y Piltover y la constante evolución de los campeones hace que queramos ver más. Arcane continúa hilando y nos cuesta encontrar errores dentro de su tapiz.

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Además, lejos de cambiar, la producción de Netflix hace gala de uno de sus principales aciertos que es seguir introduciendo tramas capitaneadas por personajes secundarios.

Pese a que no es tan común como en el primer acto, estos personajes son recurrentes. Es el caso de Marcus, sheriff de Piltover, que se ve en medio de un conflicto entre la honradez y la corrupción que el mismo inició y cuya trama, dicho sea de paso, nos deja un grandioso easter egg que encantará a los fans de las setas... con eso lo decimos todo.

Y también tenemos que evidenciar el acierto que supone seguir introduciendo personajes nuevos de cara al acto final. Se confirma la identidad de uno de los campeones más rumoreados.

La dualidad sigue funcionando bien, aunque ahora los lazos comienzan a abrirse, por suerte. La futura rivalidad entre Jinx y Caitlyn ya se ha planteado (con Vi de por medio), al igual que la separación de Viktor, uno de los personajes que más va a brillar de cara al cierre de Arcane.

Y una vez más, la serie consigue un equilibrio muy interesante. Los acontecimientos de Zaun son siempre más movidos, con grandes, aunque breves escenas de acción y con conflictos mucho más pasionales.

Por su parte, en Piltover reinan las intrigas, las dobles intenciones y una apuesta por un contenido mucho más maduro que crece y evoluciona de la misma manera que hextech. Todo lo relacionado con Heimerdinger y Mel Medarda es un gran acierto

Visualmente la serie sigue siendo magnífica, aunque en materia de guión retiene algunos de los clichés de la industria. La trama de Jinx y Vi corre el riesgo de convertirse en algo predecible, aunque se sigue manejando de forma más que notable por parte de Riot Games.

Por último, queremos añadir que Arcane consigue crear secuencias de gran potencia audiovisual, acompañadas por una banda sonora clave (mención especial al cameo de Imagine Dragons) que carga de adrenalina al espectador de cara a todo lo que vendrá en Netflix.

En este segundo acto de Arcane os esperan grandes dosis de acción, intriga, desarrollo de personajes, conflictos emocionales, apariciones únicas y hasta sexo. La serie de League of Legends está siendo todo un regalo que aceptamos de buen grado. ¿Qué nos deparará el acto final?