Llegó el momento de explorar lo que puede dar de sí el nuevo Universo Extendido de DC (en adelante, UEDC) de James Gunn. Su inauguración se produce en cierta manera por la puerta de atrás, con Blue Beetle aterrizando en la cartelera de una forma que nos hacía sospechar que no había demasiada confianza en el producto.

No es normal descorchar un buen vino en pleno mes de agosto, contando con un único pase de prensa el día anterior al estreno y con una campaña promocional algo tímida. Entramos en el terreno de la experimentación, es hora de probar cómo funcionan en pantalla grande nuevos superhéroes que se alejan de los más conocidos pero tienen mucho que aportar.

Más allá de que exista una "fatiga de superhéroes" quizás lo que deberíamos señalar es que estamos un poco cansados de ver distintas versiones de los mismos superhéroes una y otra vez. Peter Safran ya dijo que las nuevas películas podrían disfrutarse sin haber visto las anteriores y ha hecho honor a sus palabras.

Simbiosis y una malvada corporación insaciable

Blue Beetle nos presenta a Jaime Reyes, un joven que regresa a su ciudad natal tras licenciarse en derecho, con la idea de mejorar las condiciones de vida de su familia, procurándoles un futuro mejor. Sin embargo, se encuentra con una situación delicada: su padre ha sufrido un infarto, ha perdido el taller que regentaba y están a punto de desahuciarlos.

Los intereses económicos de Kord Industries, una empresa tecnológica que busca expandirse creando armas de última generación, asfixia a los habitantes menos adinerados de Palmera City, que solo pueden soñar con una vida mejor.

De forma casual, Jaime conocerá a la sobrina de Victoria Kord, la joven Jennifer, que se opone a las ambiciones de su tía hasta el punto de robarle una antigua reliquia alienígena conocida como Khadi-Ja o El escarabajo, que tiene la capacidad para elegir un huésped e hibridarse con él para protegerlo y convertirlo en un contendiente poderoso.

Blue Beetle se parece a algunos supers que se han explotado con gran éxito: tiene ingredientes que recuerdan a Batman con una "Beetle Cueva" y un vehículo Bug, recuerda también a Iron Man por la conciencia que rige el traje de Jaime Reyes, pero también tiene un punto a Shazam o Ant-Man por el sentido familiar de la aventura y a Deadpool por algunas secuencias descaradas.

Pero, a pesar de todo lo señalado, no estamos ante un personaje de síntesis sino ante un héroe distinto, con personalidad propia, que sabe desmarcarse cuando es necesario para volar por libre. 

A pesar de su duración (127 minutos), se pasa en un suspiro resultando ágil, con secuencias de acción articuladas en torno a una medida violencia que luce de maravilla y cuenta con varios mensajes muy potentes: el orgullo de la comunidad latinoamericana (en concreto las personas más humildes) y unas píldoras antibelicistas que apuntan incluso a denunciar la barbarie tras los niños soldado.

Es una cinta de orígenes que contiene los elementos habituales esperables, pero tiene su propio corazón.

Blue Beetle sabe gestionar todos los elementos para que fluya la narración con una trama de ciencia-ficción, un incipiente romance, más de dos encontronazos cuerpo a cuerpo memorables y un medido drama, porque no descuida los conflictos de los personajes. Y, lo mejor, es una película totalmente independiente a todo lo que habíamos visto antes que se reivindica como autosuficiente 

En lo que se refiere a las interpretaciones, la estrella es Xolo Maridueña, que abraza el reto de encarnar a este joven superhéroe dándole todo tipo de matices según lo requiere la ocasión, pero está bien acompañado por Bruna Marquezine, George López o Damián Alcázar, que rezuman carisma. Susan Sarandon, siendo una excelente actriz y una villana formidable, es quizás el fichaje que peor encaja.

Los efectos especiales son de nota (se nota que los artistas digitales han tenido tiempo de más y de sobra para dejar su trabajo bien cerrado, sin los "estropicios" que vimos en Flash) y el sentido del humor en general funciona bastante bien (con algún gag puntual alargado de más, como el de la nana), aunque le debe mucho al spanglish y puede verse resentido en el visionado en versión española.

Con sus "peros", Blue Beetle cumple con una audiencia que busque más diversidad en el mundo de los superhéroes y una película que no busque beneficiarse del éxito de otras anteriores para brillar por sí misma. Una grata sorpresa que, si la audiencia valora como se merece, puede reportar muchas alegrías en el futuro.

Algo queda ya apuntado: hay dos escenas de las cuales la intercréditos es realmente la más interesante por la revelación que aporta de cara a una posible secuela de Blue Beetle... Seguiremos informando.