Crítica de Brigsby Bear, con Mark Hamill y Claire Danes

Tras su paso por el Festival de Cine de Sitges donde Brigsby Bear se alzó con el Premio Discovery, la película distribuida por Sony llega directa al mercado doméstico.

Se trata de una modesta producción independiente que explora la vida de un joven que ha tenido una infancia de lo más peculiar. Acostumbrado a una férrea disciplina y educado por medio de su programa televisivo favorito, un show infantil protagonizado por un oso de trapo antropomorfo llamado Brigsby, un buen día su mundo se viene abajo.

Esto le llevará a descubrir que en realidad nada de lo que daba por hecho es como le han hecho creer, de modo tal que tendrá que redefinir todas sus relaciones y empezar a moverse en el mundo real, que es inmensamente más grande de lo que habría podido llegar a imaginar.

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A pesar de la facilidad con la que la película podría haber virado hacia el drama existencial, Brigsby Bear decide optar por sorprender al espectador contándonos la vida de un hombre que es más bien un niño grande y que, en lugar de renunciar a su pasado, decide abrazarlo y llevarlo un poco más lejos usando para ello su propia imaginación y creando una nueva red de amistades a los que irá ilusionando con su proyecto de retomar la serie donde se quedó haciendo su propia película.

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Brigsby Bear - Galería de imágenes de la película (5 imágenes)

A nivel de producción, Brigsby Bear es una cinta muy artesanal que trata de dignificar la infancia y el fenómeno fan reivindicándolo como fuente de valores positivos para los niños y no tan niños y a veces también burlándose de forma sana de ello. ¿Quién no recuerda las moralinas de sus dibujos favoritos? ¿Recordáis cuando el Capitán Planeta nos recordaba la importancia de separar la basura para reciclar o cuando Bravestar nos hablaba de lo crucial que era acudir a un adulto cuando teníamos una dificultad?

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En gran medida, la propia película te hace recordar tu propia infancia y esa candidez inocentona que se topa de bruces a veces con la realidad pero que termina generando un efecto bola de nieve arrastrando a todo el mundo hacia ese lado luminoso.

El actor, escritor y productor Kyle Mooney (Zoolander 2) interpreta el papel protagonista y lo cierto es que no podría hacerse una elección de casting más acertada, aunque quien nos roba el corazón es Mark Hamill con su pequeño pero fundamental papel secundario en el que se le saca partido a su voz. Aquí tenéis varios clips en exclusiva de los que encontraréis en la edición en Blu-Ray de la película en los que podemos ver al intérprete parodiando a Donald Trump y haciendo gala de su sentido del humor:

Aunque la película establece un diálogo con los fans de Star Wars y Mark Hamill es una de sus caras más visibles al haber interpretado a Luke Skywalker en su juventud (y haberlo retomado asimismo en Star Wars VIII: los últimos jedi) parece ser que su elección estuvo más relacionada con su capacidad para crear un personaje tan mítico como el Joker utilizando como instrumento privilegiado su registro vocal. Como decíamos, su voz es la cualidad que más se explota en la película. Hamill se ha deshecho en elogios hacia esta película de la que dice que no se parece a nada que haya visto antes.

También destacan en el reparto Claire Danes (protagonista de Homeland), Greg Kinnear en el papel de un actor frustrado o Jane Adams, entre otros.

Brigsby Bear es una película pequeña pero agradable, con buen fondo e ideas que resultan incluso más interesantes que muchas de las producciones que llegan a la gran pantalla cada año. Como poco, despierta interés por el trabajo del debutante director Dave McCary y de los guionistas Mooney y Kevin Costello, implicado también en el primer episodio de la serie Jean Claude Van Johnson.