Crítica de Caballero Luna, capítulo 5 - Una emotiva y brutal demostración de talento

Desde el primer episodio de Caballero Luna, la serie de Marvel, hemos venido resaltando el talento interpretativo de Oscar Isaac, el protagonista "por partida doble" de esta historia. Pero lo de esta semana... Lo de esta semana es otro nivel.

El capítulo 5 de Caballero Luna arranca justo al final del anterior, en esa extraña ubicación que no os desvelaremos aquí, por si aún no estáis al día. Lo que está claro es que las dos personalidades del héroe, Marc Spector y Steven Grant, están más perdidas que un pulpo en un garaje.

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Por eso, este capítulo supone una gigantesca introspección de estos personajes, una que está narrada de forma magistral para que podamos empatizar al vuelo con las dos partes afectadas.

Contar una historia en la que alternamos dos puntos de vista ya es complicado, pero si además ambos personajes tienen el mismo rostro, lo es más aún.

Aún así, el director Mohamed Diab pasa con nota la prueba, al compaginar muy bien el uso de los acentos en versión original (recordemos que Steven "es" británico, mientras que Marc es americano) con el vestuario y, sobre todo, la gestualidad.

Y con eso volvemos al tema principal de esta crítica: el señor Isaac. La práctica totalidad del episodio es para él. May Calamawy ni siquiera aparece en estos 50 minutos y Ethan Hawke, que también está a un gran nivel, aparece en los momentos justos como "catalizador" de ciertas reacciones.

Así pues, la doble personalidad del protagonista es la reina de la historia y en ella Oscar Isaac demuestra por qué es un actorazo. Demostrar esa rabia, esa vulnerabilidad, esa confusión y esa entrega en los diferentes tramos de la historia es muy, muy complicado.

El capítulo 5 de Moon Knight casi podría ser una historia propia, sin necesidad del resto de la serie, y ya sería muy interesante. Sus reflexiones sobre la culpa, el miedo y sí, la fragilidad de la mente son muy poderosas.

Tanto es así, que por un momento nos olvidamos de que estamos en una serie de fantasía. Este es, probablemente, el episodio que menos acción tiene de toda la serie y, aún así, es el que más impactados os dejará. En ese sentido, si os gustó el tono y enfoque de Bruja Escarlata y Visión, aquí estaréis como en casa.

Sobre todo, porque todo este episodio se siente como una especie de "historia de orígenes" a posteriori, recurriendo a una fórmula peliaguda (por cómo puede cortar el ritmo) como es el flashback que aquí funciona como un tiro.

No solo porque nos ayuda a entender los acontecimiento, sino también porque hace que, como mínimo, empaticemos con una situación tan compleja como es el trastorno de identidad disociativa.

Pero, al margen de la faceta más "humana" de la historia, los que busquéis esa mitología egipcia que caracteriza a la serie lo vais a pasar pipa. También los que seáis veteranos de historias como la de Assassin's Creed Origins, pues aquí se juega con elementos como la Duat o el destino de las almas de una forma misteriosa, pero espectacular.

Queremos destacar en esta ocasión la banda sonora, pues es sutil en ocasiones para aporta mucho de cara a "guiarnos" por las emociones de la historia. Sobre todo, en el magistral minuto final del episodio, que os dejará con unas ganas loquíiiiisimas de que llegue el siguiente.

En resumen, vamos a ser claros: este es uno de los mejores episodios que nos ha dejado el Universo Cinematográfico Marvel. Y se ha conseguido sin grandes batallas para salvar a la Humanidad ni intercambios de rayos galácticos. Al igual que en las grandes historias de los cómics Marvel, lo verdaderamente importante son las personas.