Crítica de El caballero verde: el duro camino hacia la perfección moral reimaginado y actualizado
Crítica de El caballero verde (The Greenn Knight): el duro camino hacia la perfección moral de las leyendas artúricas reimaginado por David Lowery (A Ghost Story).
Mucho más potente en lo que se refiere a la dirección que en lo que ofrece el guión, llega por fin a España El caballero verde (The Green Knight), otra película que se estrenará en plataformas en lugar de salas de cine, el lugar natural en el que se podría disfrutar como se merece de la fotografía y los paisajes de esta película.
El lugar escogido para lanzarla es Prime Video, que ya albergó la semana pasada el estreno de otra película inédita en España: Infinite.
Para quienes estén familiarizados con David Lowery (A Ghost Story) y su forma de narrar, no será una gran sorpresa, pero quienes esperen ver cómo cobra vida uno de los mitos artúricos sí que puede ser un chasco encontrarse con una película críptica, introspectiva y de ritmo extremadamente lento.
En pocas palabras, si la vais a ver en casa, que no os pille cansados, a última hora del día o en la sobremesa, porque os costará zafaros del sueño por más que sea una propuesta tremendamente atractiva en todo lo que se refiere a la puesta en escena, la fotografía, la banda sonora y, si le echáis paciencia, incluso a la historia.
¿De qué trata El caballero verde? Estamos ante una ambiciosa película que pone al servicio de una historia clásica unos apabullantes valores de producción. Es una fantasía épica que bebe del mito artúrico para contarnos las aventuras de sir Gawain, el sobrino del Rey Arturo.
Tras ser retado por un misterioso y sobrenatural ser llamado el Caballero Verde, Gawain se compromete a reencontrarse con él pasado un año para equilibrar la afrenta de su primer duelo. Con este propósito abandonará la corte y emprenderá un camino plagado de peligros: ladrones, gigantes, animales parlantes y dobles de sus seres queridos le acecharán y pondrán a prueba.
Uno de los principales aciertos de casting es contar con el gran Dev Patel en el rol protagonista. El actor se entrega en cuerpo y alma a un papel en el que su personaje sufre una tremenda evolución: de la ingenuidad más absoluta hasta la altanería, la caída en desgracia, el desengaño y la redención.
Lo acompañan una extrañamente fuera de onda Alicia Vikander, Joel Edgerton y varios secundarios de altura entre los que destacan Sarita Choudhury, Barry Keoghan y Sean Harris.
La ambientación y la excelente calidad del diseño artístico, el vestuario y el atrezzo, nos transporta a un mundo de leyenda en el que queda condensada a la perfección la magia y la fantasía de este tipo de historias en las que nada es lo que parece a simple vista y en la que hay una gran carga metafórica.
La lista de títulos en los que Lowery se ha inspirado para crear el particular look de El caballero verde (que ya se había llevado varias veces al cine, por cierto) es extensa, pero vamos a fijarnos en los más evidentes: Coppola con su Antoinette y con Drácula, de Bram Stoker, otras dos cintas de increíble nivel visual con su característico diseño de producción y vestuario.
Lowery tiene una gran capacidad para narrar con imágenes, prescindiendo de diálogos o reduciéndolos al mínimo y eso hace que todo ese apartado sea sensacionalmente importante dado que los objetos a menudo hablan por sí solos.
En una leyenda artúrica además, a menudo hay piezas cargadas de un significado especial o mágico como la corona que se convierte en símbolo de condena o el fajín protector.
En El caballero verde, hay también hay algo de clásicos de fantasía como Willow o El cristal oscuro, de Jim Henson, en las que el eje central es una aventura que usa como vehículo un viaje iniciático de autodescubrimiento. Es decir, el camino es el mensaje, más que la posterior revelación final.
A El caballero verde no le falta brío visual habiendo rodado en localizaciones de ensueño en Irlanda y contando con escenarios gigantescos en los que se apuesta por ir de lo inmenso al primerísimo primer plano de los intérpretes buscando además tiros de cámara casi imposibles y planos preciosistas.
El problema le viene derivado de la división en bloques que ralentizan en exceso la historia y de la sala de edición, donde es cierto que se crean buenos clímax dramáticos, pero donde es evidente también que habría hecho falta algo de tijera en el tramo central de la narración para no alcanzar las dos horas y diez minutos de metraje.
En fin, la película es toda una experiencia que recomendamos ver en una buena pantalla y con iluminación óptima que permita sacarle partido a los negros porque la fotografía es muy contrastada y a menudo oscura... así que si no queréis acabar con los ojos rojos como viendo "La larga noche" de Juego de tronos, preparad bien el escenario antes de darle al "play".
VALORACIÓN:
El caballero verde es una actualización de la clásica fantasía medieval: traslada el mismo mensaje de la dura carga del perfeccionamiento moral de los caballeros que buscan guardar su honor pero lo enfunda en una ambiciosa y densa puesta en escena que llega a ser apabullante... y soporífera.LO MEJOR:
El diseño de producción, los tiros de cámara, la dirección artística, las localizaciones y la BSO. Atrapa la magia de las leyendas artúricas.LO PEOR:
El ritmo, excesivamente moroso y la división en bloques, muchos de los cuales no aportan demasiado a la historia.70
Bueno
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