Crítica de Deep Water, la miniserie británica con un gran parecido a Big Little Lies

Hoy volvemos a detenernos en el catálogo de FilmIn tras hablaros de El incendio para analizar otra miniserie británica que cuenta con una estructura similar de 6 episodios.

Deep Water ha sido comparada con Big Little Lies por su parecido aunque no realiza un ejercicio de estilo como la serie de HBO. En este sentido, el sello autoral de Jean-Marc Vallée que quedó impreso a fuego en la primera temporada, nada tiene que ver con la realización de esta serie, que corre a cargo de tres personas distintas: Jim Loach (Tin Star), Al Mackay (Humans) y Harry Wootliff (Only You).

Tampoco cuenta con una banda sonora tan absorbente y atmosférica como la de la Big Little Lies, que conseguía hipnotizar al espectador. Donde sí es posible encontrar concomitancias es el plano argumental ya que al igual que aquella, Deep water presenta a un grupo de mujeres de distintos extracciones sociales que tienen como nexo en común el centro de estudios de sus hijos.

Deep Water se basa en la novela de Paula Daly mientras que la adaptación ha corrido a cargo de la guionista Anna Symon (Mrs. Wilson).

Roz, Kate y Lisa son tres madres de familia con distintas preocupaciones y apuros personales, profesionales y económicos que superar. Sus historias están entrelazadas por la relación que existe entre sus hijos y por el lugar en el que viven, una pequeña comunidad en la que es importante mantener las apariencias.

Todo salta por los aires cuando la hija de Kate, Lucinda, desaparece. La encargada de recogerla para una fiesta de pijamas en su casa era Lisa, pero en un descuido lo olvidó. 

La investigación policial concluye que puede haber sido una desaparición no forzada sino voluntaria. Mientras tanto, Roz recibe una descabellada propuesta por parte de uno de sus clientes de la clínica de fisioterapia en la que trabaja. Su precaria situación monetaria y el riesgo a perder su casa en un desahucio la llevarán a aceptarla, in extremis, exponiéndose a un grave peligro.

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Deep Water - Galería de imágenes (4 imágenes)

Como su propio titulo sugiere, Deep Water nos lleva a navegar por aguas profundas, es decir, a indagar más allá de la superficie, para escabar en lo que a priori no se ve. 

Así, descubriremos no solo las crisis existenciales que cada una de ellas atraviesa sino también la forma en la que las encaran: mientras que Kate se niega a sí misma la realidad y la fuerza para cambiarla a su antojo, Roz se ve arrastrada a la fuerza para tratar de salir adelante superando los apuros que le genera tener un marido ludópata y Lisa realiza un gran esfuerzo para ser sincera consigo misma y tratar de perdonarse por desear una vida mejor.

Sin embargo, el final de la serie es algo pobre: indaga poco en determinados aspectos como la relación de Kate con sus hijos y resuelve de forma demasiado rápida la crisis de pareja que se desata entre Lisa y su marido Sam, que tiene raíces bastante más profundas de lo que puede parecer en un principio.

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Deep Water - Galería de imágenes II (5 imágenes)

El encanto de la serie es el mismo que el de un culebrón con ciertas pretensiones: sigues viéndola porque te espolea la curiosidad y quieres saber cómo se resuelven los conflictos planteados. Sea como fuere, Deep Water es más un drama que una serie de misterio y desaprovecha elementos que podrían convertirla en una obra más sugerente y difícil de desentrañar.

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Ya al llegar al último episodio, queda patente que no hay tiempo físico para darle un final digno y, aunque muchas de las sospechas que podías tener desde el principio se hacen realidad, sí que es cierto que hay margen para la interpretación de determinadas relaciones. En este sentido, al menos es elegante, evitándole al espectador ser partícipe de los momentos más desagradables, aunque sí caiga en la trampa fácil de echarse en brazos de varios giros de guión de dudosa verosimilitud.

En resumen: se deja ver, aunque no destaque entre las obras del mismo estilo ni redefina el género. Sería de ayuda que se hubieran definido mejor desde el guión a los personajes masculinos, que resultan bastante crípticos a veces y que se le hubiera dedicado más atención también a las relaciones que establecen los niños, ya sean de igualdad, acoso o complicidad. Había aspectos de los que tirar para hacer un trabajo más memorable.