Crítica de Los enviados, la serie de misterio paranormal de SkyShowtime con Miguel Ángel Silvestre

Lo paranormal casi siempre encuentra a su público y es bien recibido en televisión. Aunque lo habitual es recordar Expediente X, seguro que enseguida pensamos en un buen número de series de misterio que nos han gustado y tienen un planteamiento que no por ser muy utilizado acaba por gastarse.

Esta fórmula bien conocida es la de poner a dos (o más) investigadores con éticas y metodologías distintas ante un enigma. Con ese planteamiento, se juega con los prejuicios, las creencias y el cariño que se tenga a los personajes.

En esa perspectiva encaja la nueva serie de SkyShowtime, la penúltima plataforma en llegar a España. La última ha sido AnimeBox. Una serie argentina creada por un Juan José Campanella que se acerca continuamente a la televisión tras dirigir grandes películas como El secreto de sus ojoso El hijo de la novia. Recordemos que es uno de los directores de Halt and Catch Fire.

Los enviados está protagonizada por dos actores que se sienten muy cómodos en sus personajes como son Miguel Ángel Silvestre y Luis Gerardo Méndez. El primero en otro acercamiento al fantástico tras 30 monedas. Y que ciertamente no está muy lejos de esa serie.

Los milagros de la Iglesia, ¿verdad o pantomima?

La serie narra la investigación que lleva a dos sacerdotes de la Congregación para las Causas de los Santos a una población de México. Estos son profesionales que deben averiguar si supuestos milagros son verdad como paso previo a beatificaciones.

Allí se encuentran un ecosistema cerrado, una violencia que de momento se intuye y un cura que, según vídeos grabados con móviles, ha resucitado a un suicida que se lanzó de gran altura. La serie no oculta que el suceso ocurrió realmente; esto es, al espectador le quita la duda de si existió el hecho sobrenatural.

Como buen episodio piloto, siembra las bases de la historia y despierta las necesarias preguntas en los espectadores, pero no lleva mucho más allá en sus 55 minutos de duración.

Se pueden destacar varios puntos positivos en el capítulo, como el carisma de Miguel Ángel Silvestre, quien encuentra un personaje hecho a su medida, más incluso que en 30 monedas, y que sabe mezclar su físico (poco creíble como sacerdote) con cierta picardía.

Además, la realización es óptima y no se le pueden poner pegas, así como al montaje. Tampoco es que destaque especialmente, pero no parece ambicionar más que el puro entretenimiento, que no es poco en un presente donde a veces se apuesta por códigos audiovisuales demasiado ambicioso para el mensaje de las mismas series.

Quien vea Los enviados encontrará multitud de referencias a otras series que permanecen en la memoria por cómo nada continuamente en el tópico. Pero la verdad es que ahí se encuentra uno de sus aciertos más interesantes: es una serie para todos que se ve fácil y, al menos en su comienzo, dan ganas de continuar.

SkyShowtime tiene poco catálogo en España de momento, pero para abril ha anunciado hasta ocho estrenos más y mantiene un enfoque claro hacia el entretenimiento para el gran público. Con series como Los enviados es probable que siga ganando suscriptores.