Crítica de Falcon y el Soldado de Invierno capítulo 6. Un final de serie con discurso

¡Es la hora de plegar las alas! La serie de Falcon y el Soldado de Invierno llega a su fin (al menos, en esta primera temporada, pues aún no se sabe si habrá una segunda) con este episodio 6, que sirve como culminación a la lucha contra los Sinbanderas y a la historia del nuevo Capitán América que encarnaba Wyatt Russell.

Al igual que sucedió con Bruja Escarlata y Visión, la anterior serie del UCM en Disney Plus, este episodio final de The Falcon and the Winter Soldier se suelta definitivamente la melena en materia de acción, con muchas coreografías de lucha, disparos y piruetas imposibles en pleno vuelo. Todos tienen su pequeño momento, para brillar, aunque está claro que hay más protagonismo para unos que para otros.

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En ese sentido, está claro que la estrella del episodio (y de la temporada completa, la verdad) es Sam Wilson, que no solo demuestra sus dotes para la acción, sino que también es un orador de tomo y lomo en su renovación del legado del Capitán América. Sin embargo, hay alguien del que claramente se echa en falta más protagonismo: ese Barón Zemo que tan retorcido e interesante resultaba a mitad de temporada, aquí tiene un rol meramente testimonial, como si a Daniel Brühl no le hubiera dado tiempo a grabar más... Una pena.

El Bucky de Sebastian Stan protagoniza buenos momentos (y demuestra lo mucho que quiere la cámara a este actor, cuando se pone dramático), pero es cierto que su papel no es tan relevante como el de Sam. Sí tienen su justo tiempo en pantalla el descarrilado Capitán América de Wyatt Russell, la Sharon Carter de Emily VanCamp o la aguerrida Karli de Erin Kellyman. Esta última, quizá, hubiera agradecido algunos discursos más trabajados en este episodio final, porque queda la sensación de estar ante una "villana más", que se intenta autojustificar pero que no pone ningún argumento interesante sobre la mesa.

Es precisamente el propio Sam de Anthony Mackie quien formula el discurso clave del episodio, uno que sirve como tesis de la moraleja que quiere hacernos llegar Falcon y el Soldado de Invierno: que merece la pena luchar por tu país incluso aunque el gobierno de ese mismo país no parezca entenderte o respetarte. Y, lógicamente, los gobernantes necesitan entender la realidad de sus gentes si de verdad quieren hacer bien su trabajo.

El discurso es interesante, aunque queda un poco "inocentón" de más (como si fuera una película de los años 90) ver cómo Sam declama todo esto al mundo y los gobernantes se quedan calladitos y asumiendo lo bobos que han sido hasta ahora. ¿Os imagináis algo así en un debate sobre el Estado de la Nación real? ¡Se estarían pisando a gritos unos a otros!

Pero bueno, dejémonos de política y volvamos al episodio, uno que, además de lanzarnos mensajes, avanza un paso más en la evolución del Universo Cinematográfico Marvel, con la forja de nuevos personajes e identidades que pueden ser muy importantes en futuras películas y series. Siendo sinceros, casi todos estas grandes revelaciones se veían venir a la legua, pero eso no las hace menos trascendentales para el total de la historia.

En conjunto, el último episodio de Falcon y el Soldado de Invierno cumple con nota su objetivo: es muy visual y espectacular (¡intentad verlo en la tele, que en la pantalla de un móvil no va a lucir igual!) y da carpetazo a ciertas tramas clave, mientras abre otras que prometen dar de qué hablar en el futuro. Si tenemos que quejarnos de algo, es de que la serie ha diluido, quizá demasiado pronto, la importancia de según qué personajes, los cuales podrían haber dado más de sí.

Pero, desde luego, nos descubrimos ante un Anthony Mackie que vuelve a reivindicarse como alguien capaz de proyectar sabiduría y aplomo, a la vez que da la sensación de ser una persona familiar. Su personaje ha ganado muuuuchos enteros en estos 6 episodios.

Sí, The Falcon and the Winter Soldier ha sido menos sorprendente y más formulaica que WandaVision, pero nos ha brindado grandes momentos durante su "vuelo" (la faceta humana de Bucky o Isaiah son ciertamente emotivas). Y bueno, ya habrá tiempo de volvernos "lokos" con Loki, que a lo tonto, a lo tonto, está a la vuelta de la esquina. En Marvel no dejan nada al azar...