Crítica de Ghosting, un epic fail a pesar de su reparto fabuloso

Ha llegado a Apple TV+ como un vendaval, consiguiendo posicionarse como uno de los contenidos más vistos de la plataforma de streaming en España: hablamos de la comedia romántica con toques de acción Ghosting (Ghosted).

Pero, a pesar del éxito "numérico", la audiencia y la crítica por una vez están de acuerdo: daba la sensación de que sería un producto mucho mejor, con referentes como Mentiras arriesgadas y un humor mucho mejor alambicado.

Por desgracia, el guión no acompaña al elenco encargado de ponerlo en pie y la dirección de actores de Dexter Fletcher (Rocketman) también deja mucho que desear. Tanto Ana de Armas como Chris Evans han demostrado su talento y versatilidad en distintos géneros pero aquí ni parecen entregados ni saltan chispas entre ellos. Sorprende que tengan tan poca química en pantalla, de hecho.

El argumento de Ghosting tampoco es particularmente original como para extenderse hasta los 114 minutos de duración. Nos presenta a Cole, un hombre sencillo, poco acostumbrado a salir de su área de confort y entregado al negocio familiar de venta de verduras.

Un buen día conoce a Sadie, una mujer enigmática y acostumbrada a viajar con la que choca desde el primer instante. Sin embargo, también despierta su curiosidad, así que decide invitarla a cenar. Su cita parece culminar de forma perfecta, pero antes de que tenga una segunda oportunidad de verla, Sadie se esfuma sin dejar rastro.

Mientras la familia de Cole se burla de él por su nuevo fracaso amoroso, él decide localizarla y dar el paso de reconquistarla, pero termina cayendo en una trampa. Resulta que Sadie no trabaja en un museo y que sus viajes se deben a que tiene una peligrosa profesión que desempeñar.

Antes de darse cuenta, Cole termina implicado en una aventura para salvar el mundo de una amenaza global y, con suerte, recomponer su vida amorosa.

Algo es algo...

No todo es un desastre en Ghosting, al menos la película trata de darle la vuelta a algún arquetipo del cine de acción, mostrando al personaje masculino como el tipo corriente y a la superespía como la persona dinámica, decidida y preparada para rescatarlo de los apuros. El propio Chris Evans ha declarado haberse sentido muy cómodo en este papel, en las antípodas de lo habitual.

Por otra parte, en un momento dado de la trama hay un más que evidente guiño a la saga de los Vengadores con varios cameos que tratan de ser divertidos aportando varios giros de guión consecutivos. La idea es buena, aunque el ritmo vuelve a jugar en contra de su éxito: le habría hecho falta un poco más de dinamismo, aunque hubiera redundado en apariciones algo más breves.

El caso es que esta reunión podría haber sido aún mayor puesto que el personaje de Sadie que ha acabado recayendo en Ana de Armas estaba destinado a Scarlett Johansson. Independientemente de esto, el caso es que funciona.

Y, hablando de Ana de Armas, podemos tomarnos Ghosting como un aperitivo más de lo que está por llegar en Ballerina, si es que hubo alguien que no se quedara satisfecho con su estelar aparición en Sin tiempo para morir y su posterior papel en El agente invisible.

La actriz ya ha dicho que no quiere encasillarse en roles de acción, pero le sientan bien, todo hay que decirlo. Y eso que aquí no se extrae ni la mitad de su potencial.

La palabra que define el resultado de esta película es decepcionante. Había presupuesto, medios, talento interpretativo y todo lo necesario para levantar un proyecto mucho mejor pero nada de eso es posible sin una buena historia que contar.