Crítica de El agente invisible (The Gray Man), la gran superproducción de Netflix dirigida por los Russo

Los hermanos Russo golpean de nuevo: lo hacen fuerte tras dejar huella en el UCM, vía el proyecto cinematográfico más caro de Netflix hasta la fecha, si bien antes de aterrizar en la plataforma de streaming el próximo 22 de julio, la película tendrá un estreno limitado en salas el día 15.. 

Que no os quepa duda, merece mucho la pena verla en pantalla grande, así que os proporcionamos el listado de los cines donde podréis ver El agente invisible (The Gray Man).

No hace falta tener muy desarrolladas las dotes detectivescas para ver el enorme parecido de esta película con la saga Bourne, Misión imposible o películas de corte similar.

El material que sirve de base es la novela publicada en 2009 de Mark Greaney, archiconocido por ser el colaborador de Tom Clancy en su última etapa y por haberle dado una continuidad al personaje de Jack Ryan tras su fallecimiento en 2013.

Y ojo al dato porque el éxito literario de “The Gray Man” hizo que llegaran después ocho libros más:  “On Target” (2010), “Ballistic” (2011), “Dead Eye” (2013), “Back Blast” (2016),”Gunmetal Gray” (2017),”Agent in Place” (2018), “Mission Critical” (2019), “One Minute Out” (2020), “Relentless” (2021), “Sierra Six” (2022) y se espera una más, “Burner”, en 2023.

Quiere decirse que hay ladrillos más que de sobra para erigir un universo cinematográfico propio alrededor del personaje protagonista, Court Gentry, cuyo nombre en clave como activo de la CIA es Sierra Seis y de cuya interpretación en esta película, que aspira a ser la primera de muchas, se encarga Ryan Gosling.

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¿De qué trata El agente invisible?

Reclutado en una cárcel federal por el que luego sería su superior, Donald Fitzroy (Billy Bob Thornton), Gentry es un prodigioso asesino a sueldo de la CIA.

Todo se tuerce cuando un encargo sale ma y las tornas cambian: Seis está en el punto de mira de Lloyd Hansen (Chris Evans), un antiguo contratista de la Agencia que está decidido a acabar con él por mucho que se esconda echando mano de todo tipo de estrategias y recursos.

Por suerte para Seis, la agente Dani Miranda (Ana de Armas) le cubre las espaldas mientras se produce una implacable persecución por Europa.

Muchos billetes, tiempo para desarrollar la historia y repartazo

En palabras de Anthony Russo: “El desarrollo llevó nueve años, sobre todo porque estábamos ocupados con Marvel. En mi opinión, cualquier proyecto sale beneficiado si dispones de mucho tiempo para pensar en él, invertir en él y dejar que evolucione. En el caso de El agente invisible, fue así”.

Respecto a las referencias, una de las más claras es la de las películas de acción de los 70. En buena medida es una película clásica (como lo son las novelas), bastante pura en lo que a género se refiere, aunque los Russo le hayan dado un aire más fresco desde la dirección utilizando planos con drones (con más mesura que Michael Bay en Ambulance) y aportándole bastante dinamismo.

Joe Russo lo explica así: “Trata temas del mundo actual, de lo complejo y peligroso que es. [...] Hemos volcado nuestros propios miedos acerca del mundo en esta historia. [...] Anthony y yo trabajamos exhaustivamente en todas las versiones del guión y con el reparto para que aportaran ideas que les parecieran oportunas, orgánicas y originales". 

"Nos encantan algunos thrillers de los setenta por la complejidad de su temática, y El agente invisible encaja entre ellos a la perfección: tenemos un héroe complicado, un final complicado y la película plantea preguntas sobre en quién puedes confiar y sobre si puedes fiarte del statu quo". 

Un proyecto de enorme envergadura que luce de maravilla

Siete localizaciones en Los Ángeles, Francia, República Checa, Tailandia, Croacia, Austria y Azerbayán; un diseño de producción mastodóntico y un equipo internacional de más de 1000 personas harán las delicias del público más exigente que atienda a este tipo de exuberantes megalomanías.

El rodaje incluso se desplazó al palacio de Chantilly, un castillo auténtico y una de las atracciones turísticas más reconocibles de Francia.

En lo que se refiere a las escenas cuerpo a cuerpo, a pesar de ser imaginativas y estar bien coreografiadas, El agente invisible va varios pasos por detrás de la saga John Wick o Atomic Blonde y lo mismo le sucede a las secuencias de riesgo respecto a Misión imposible. No es fácil seguirle el ritmo al imparable Tom Cruise… 

Aunque quizás lo que más llame la atención sean algunas incoherencias del guión: Chris Evans se las apaña para crear a un sádico villano algo gracioso en su nivel de psicopatía pero también con tendencia a matar mosquitos a cañonazos lo que hace que se produzcan fuegos cruzados que rozan lo absurdo. 

¿Y qué pasa con Ana de Armas? Pues que da un paso más al frente tras su aplaudida aparición en Sin tiempo para morir para protagonizar su propia película de acción. En El agente invisible vuelve a hacer un buen trabajo, pero permanece en un plano secundario que no le hace justicia a su talento. ¡Queremos más! Y parece que lo tendremos en Ballerina, el spin-off de John Wick.

En suma,El agente invisible es un gran espectáculo que dejará saciada a la audiencia. No es un trabajo perfecto, podría haber pulido varias aristas para ser un proyecto más redondo, pero es muy disfrutable y augura un productivo porvenir que Netflix a buen seguro sabrá explotar.