Crítica de Ambulance. Plan de huida, la nueva sobredosis de adrenalina y testosterona de Michael Bay

Después de un tiempo alejado de la silla del director, Michael Bay ha vuelto con las pilas cargadas con una nueva película en la que demuestra lo bien que se le da a él mismo ser Michael Bay, y donde trabaja por primera vez con Jake Gyllenhaal y Yahya Abdul-Mateen II, que en esta ocasión, interpretan a dos hermanos. 

Pues en esto se centra la historia de Ambulance. Plan de huida, en dos hermanos que se encuentran después de años separados. Uno de ellos ha sido marine y, ahora que ha vuelto de la guerra, el gobierno le ha dejado tirado sin trabajo y sin seguro médico para su mujer. El otro sigue el camino del padre de ambos y es un exitoso ladrón de bancos buscado por la policía.

Juntos intentan llevar a cabo el robo de un banco, casi como en el cine de otro siglo, pero la operación, que en un principio parecía sencilla, se acaba torciendo y la única manera en la que ambos puedan escapar es robando una ambulancia con un herido y una técnico sanitaria dentro, lo que les llevará a una persecución frenética a través de las calles de Los Ángeles.

Se pueden decir muchas cosas de Michael Bay, pero desde luego es un director que da lo que promete. Nadie espera meterse en el cine a ver una película con su nombre y encontrar momentos reflexivos de primeros planos o conversaciones profundas sobre el sentido de la vida. Michael Bay es otra cosa, y así lo demuestra en Ambulance. 

Siguiendo el esquema clásico de una buena película sobre el atraco a un banco, Bay construye un relato de huida en el que la única opción es siempre seguir adelante sin parar, lo que provoca esos grandiosos momentos que tanto le gustan al director con coches explotando y armas disparando sin ton ni son. 

Quizá el único ingrediente que le falla a Ambulance para convertirse en una película Bay 100% es el sentido del humor, pues aunque hay algunos chistes, incluso autorreferenciales, no consigue alcanzar ese punto de otras películas como podrían ser Dolor y dinero o la propia Transformers. 

No obstante, si consigues obviar las preguntas racionales que pueden surgir de una película así, como por ejemplo cuánta gasolina tiene una ambulancia, Ambulance. Plan de huida se convierte en una cinta completamente disfrutable que, además, no te deja respirar ni un segundo porque su acción frenética no da respiro ni al espectador ni a los personajes.

Por su parte, Jake Gyllenhaal y Yahya Abdul-Mateen II se nota que disfrutan y consiguen crear una relación de hermanos más que creíble. Es cierto que dentro de las escenas que se desarrollan en la película no se da pie a una demostración interpretativa digna de un Oscar, pero la hermandad que ambos actores desarrollaron fuera de las cámaras se nota también delante. 

Como decía Gyllenhaal en la entrevista que le hicimos en Hobbyconsolas, todas las películas del "universo Michael Bay" demuestran que cada acción mala tiene sus consecuencias, y Ambulance no es una excepción. 

Pues más allá de la muestra de poder que hace la policía de Los Ángeles en la película o de la posible apología del uso de las armas para solucionar cualquier situación, la cinta también hace una radiografía de qué significa vivir en la sociedad estadounidense cuando uno no tiene el poder adquisitivo adecuado. 

Sobredosis de testosterona 

No obstante, aunque hay avances prometedores, Michael Bay sigue teniendo un problema grave con sus protagonistas femeninas y, al igual que otras de sus producciones anteriores, la testosterona rebosa por todos los planos de la película. 

Si bien es cierto que Eiza González, la protagonistas de la cinta, muestra a una mujer instruida y con recursos propios, vuelve a caer en el cliché de que si una mujer es fuerte e independiente seguramente tenga mal humor y está sola en la vida sin familia o pareja. Porque claro, saber lo que una quiere en la vida te hace quedarte sola (¿WTF?).

Y no solo eso, pues mientras que el trasfondo de la historia de los dos hermanos protagonistas está bien construido y te hace sentir empatía hacia ellos, el de la técnico sanitaria apenas son pinceladas de cosas sin mucho sentido (¿adicta al speed?) que hacen que este personaje femenino pase sin más por la película.

Por cierto, aunque ella es muy capaz en su trabajo, cada vez que necesita ayuda de cosas que no sabe, por supuesto, se las tiene que preguntar a hombres con mucha más formación que ella. Por no hablar de las otras dos mujeres que aparecen en la cinta siempre supeditadas a la presencia de un hombre. 

Una de ellas, la mujer de Yahya Abdul-Mateen II cuyos únicos diálogos hacen referencia a su marido, y la otra, una técnico de información de la Policía de Los Ángeles que tiene que aguantar constantes chistes y comentarios de los hombres machotes que tiene alrededor. Lo dicho, unos pequeños avances que, aun así, demuestran que todavía hay mucho que mejorar. 

Ambulance. Plan de huida se estrena el 13 de abril y demuestra que todavía se hacen buenas películas sobre atracos y persecuciones que no te dejan respirar.