Crítica de Greenland: el último refugio, con Gerard Butler y Morena Baccarin
El estreno apocalíptico de la semana es Greenland: el último refugio, una película cuyo tráiler puede haceros pensar en una nueva 2012 pero que, al contrario, se desenvuelve mucho más en la línea de El colapso, aunque ni por sus pretensiones ni por la forma en la que se aborda narrativamente le llega a los talones a la serie, yendo de cliché en cliché.
Aunque se deja ver, tiene problemas graves de guión: le falta historia de trasfondo y puede decepcionar a quienes busquen espectacularidad. De hecho, los momentos más impactantes en el plano visual se retrasan hasta la última media hora, donde por fin concluyen las lacrimógenas carreras y la historia de supervivencia extrema para ver el alcance de la devastación y las fuerzas de la naturaleza desatando toda su furia.
No obstante, Greenland es una película demasiado ligera para la gravedad de lo que cuenta y las implicaciones éticas que tiene lo que sucede en pantalla. Como decíamos, le falta profundidad y explotar mucho más el talento de Morena Baccarin o Scott Glenn, un pedazo de actor del que hemos disfrutado mucho más gracias a sus incursiones en series de televisión como The Leftovers, Castle Rock o The Defenders retomando su papel en Daredevil y que aquí está sepultado en los escombros.
La actual crisis sanitaria, provocada por la expansión y los efectos del COVID-19, ha hecho que las películas de desastres se hayan convertido en uno de los géneros más vistos por el público en estos últimos meses, por lo que no es de extrañar que los estudios cinematográficos se pongan las pilas a la hora de lanzar novedades del género para este 2020 tan peculiar que estamos viviendo... Valga como anécdota que mientras estamos viendo cómo muchas películas se han ido retrasando hasta finales de año o hasta 2021, ésta se haya adelantado una semana respecto al calendario inicial.
La trama de Greenland gira en torno a John Garrity, su mujer Allison y su hijo pequeño Nathan, que se embarcan en un peligroso viaje hacia su única esperanza de alcanzar un refugio seguro mientras los fragmentos de un cometa están colisionando sobre la superficie del planeta, desatando un caos sin precedentes.
John, considerado como un individuo de valor en una futura sociedad, recibe una alerta en su móvil para dirigirse, junto a su familia, a un vuelo especial que les conducirá a un búnker subterráneo, pero las cosas no salen como estaban previstas.
Su situación personal tampoco es ideal: su matrimonio está en crisis, su hijo afectado por la diabetes es insulinodependiente y el resto de la familia no está autorizada para refugiarse del inminente cataclismo. Así, emprenderán una constante huída con el afán de ponerse a salvo, disfrutando del privilegio de encontrarse entre los elegidos.
Greenland desaprovecha varios cartuchos que podrían haber tenido como objetivo cierto nivel de crítica social a la forma en la que el sistema selecciona a esos "individuos especiales" o, incluso, haber esbozado un retrato de la situación mundial, pero se queda en las estampas vistosas y en una conclusión bastante pueril.
Como sucede con muchas películas de esta naturaleza, la película finaliza en el punto en el que debería comenzar, que es cuando empieza "lo interesante". Rellenar dos horas con angustia generalizada pero sin mucha reflexión, es un tanto frustrante, empezando por el hecho de que hasta resulta repetitiva y aburrida en algunos pasajes. La puesta en escena es bastante verosímil pero también
No cabe duda de que Greenland tiene presupuesto, pero le falta originalidad, riesgo y altura de miras para salirse del melodrama familiar y conseguir hacer brillar su premisa de las segundas oportunidades aplicable a gran escala al planeta Tierra. A falta de lo anterior, al menos le habría venido bien el ritmo endiablado de series como Into the Night y algo más de intriga para conseguir mantener a la audiencia interesada, porque sales de la sala igual que entraste, sin nada memorable que contar.
VALORACIÓN:
A medio gas: si eres fan de las cintas apocalípticas vas a tener tu ración de catástrofes pero ni tan flamantes en su aspecto visual ni tan ricas en el plano argumental. Es una nueva hamburguesa de consumo rápido aunque tenga en el centro algo de pimienta gracias a un mensaje de crítica social inesperado.LO MEJOR:
No se sale de los raíles y da lo que esperas, con el aliciente de contar con intérpretes como Morena Baccarin o Scott Glenn en el reparto.LO PEOR:
Está muy mal rematada, al punto de que resulta decepcionante en sus pretensiones de ofrecer algo nuevo. Una pena desaprovechar así la ocasión.60
Aceptable
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