Crítica de Hijos de Dune, la miniserie que continúa con la saga de Frank Herbert

¡Estamos en la semana del desierto! Si mañana mismo verá la luz en HBO Max la nueva versión de Denis Villeneuve de Dune, nominada a diez premios Oscar, no es menos importante señalar que la segunda entrega ya tiene fecha estimada de rodaje, de modo que si todo va como se espera, en el mes de octubre de 2023 conoceremos el final de esta historia...

Pero, ojo, el final provisional, dado que el prolífico Frank Herbert no dio por zanjada su obra... Continuaría la saga con "El mesías de Dune" en 1969 y con "Hijos de Dune" en 1976, marcando el desenlace de su primera trilogía. Ya en los años 80 llegarían los volúmenes "Dios Emperador de Dune", "Herejes de Dune" y "Casa Capitular Dune".

Si el origen de todo, la primera novela, inspiró a David Lynch para realizar su versión y a Jodorowski a intentarlo, aunque nunca la llegara a ver su película realizada, además de a Villeneuve, no menos cierto es que hubo una miniserie en forma de trilogía en el año 2000 que habría lo propio: Dune, la leyenda.

Tres años después llegaría Hijos de Dune que llevó a la pequeña pantalla la continuación adaptando las novelas "El mesías de Dune e "Hijos de Dune".

La historia se recopiló en tres episodios que cerraban la historia de Paul Atreides bajo el título de Hijos de Dune. Se emitió por primera vez en Estados Unidos vía SyFy entre el 16 y el 18 de marzo de 2003 y recientemente el canal Dark de AMC Networks la lanzó y la dejó a disposición de sus usuarios en VOD...

 Hay que señalar que originalmente fueron tres los episodios que se grabaron pero que en la versión en castellano se comprimieron en dos, descartando 90 minutos de metraje. ¡Menuda decisión!

Dune, Maligno, El Escuadrón Suicida o Cry Macho entre las películas que ya tienen fecha de estreno en HBO Max España

El primer episodio de la miniserie nos pone en situación: han pasado 12 años tras la victoria de Paul Atreides con la que derrocara a Shaddam IV y es ya el Emperador de Universo Conocido con la princesa Irulen como su esposa consorte y Chani como su concubina. Su ejército, compuesto por los Fremen, ha conquistado todos los planetas del Imperio de modo que su nombre, Muad'Dib, es temido.

Entre tanto Arrakis cuenta con abundante agua y parte del planeta ha dejado de ser desértico, desplazando a los gusanos de arena. Los sectores más tradicionales de los Fremen se muestran descontentos con la regencia de Paul al considerar que muchos de ellos están cambiando su modo de vida y volviéndose cómodos.

Alia Atreides, la hermana menor de Paul, lidera la vertiente religiosa del Imperio, predicando el carácter sagrado de las decisiones de Muad'Dib y alumbrando una encubierta corrupción en la casta sacerdotal que se ampara en la religión pero disfruta de grandes privilegios.

El propio Paul vive atormentado por visiones proféticas del futuro y es consciente de los problemas  que está desencadenando. Además la hermandad Bene Gesserit, la Cofradía Espacial, los Bene Tleilax y la Princesa Wensicia Corrino (desde el exilio en Salusa Secundus) han unido sus fuerzas para llevar a cabo un siniestro plan para destruirlo.

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Aunque ella es la líder de la conspiración, los Bene Tleilax son quienes ponen un arma increíble a su disposición: un ghola de Duncan Idaho (una suerte de clon que conserva la personalidad del individuo original, pero no sus recuerdos).

Por su parte, Irulan ha intentado evitar que Chani se quede embarazada envenenándola, hasta que ella lo descubre y la amenaza de muerte. Así conseguirá concebir a sus gemelos, dos prenacidos llamados Leto y Ghanima que tienen acceso a una especie de "memoria colectiva" ancestral, Hasta aquí podemos leer para no desvelar más de la cuenta...

La segunda parte de la miniserie tal y como la hemos visto en España desarrolla el relevante papel de ambos, una vez que Paul desaparece internándose en el desierto y ellos son criados por Irulan.

Alia en su condición de Regente Imperial se casa con Ducan Idaho y se encarga de gobernar hasta que va perdiendo progresivamente la cordura y es poseída por el barón Harkonnen convirtiéndose en una "abominación".

Wensicia sigue planeando en las sombras derrocar el régimen acabando primero con Alia y casando después a su hijo Farad'n con Ghanima. Pero las cosas se complican con el regreso de Jessica junto a su amigo y mano derecha Gurney Halleck. Estos cambios vienen acompañados por la aparición de un profeta errante del desierto que predica contra la religión de los Atreides.

La historia de Hijos de Dune es apasionante: está llena de intrigas, reflexiones sobre el peso del poder y triquiñuelas de todo tipo para hacerse con él.

En ese sentido, es una miniserie muy meritoria que consigue recopilar muchos acontecimientos clave, aunque también fuerza en algunos momentos el ritmo de la narración para concentrarlo todo en las tres horas de metraje... al menos, es lo que se percibe en la versión que nos ha llegado.

También hay un esfuerzo grande de producción: tengamos en cuenta que estamos ante un producto ideado para la televisión (ni más ni menos que tres telefilms elaborados de forma simultánea) y que eso no es un obstáculo para que tengamos un montón de efectos visuales desplegados en pantalla, además de unas caracterizaciones de lo más singulares.

En muchos de estos aspectos, la serie se ha quedado algo desfasada y los efectos digitales han envejecido regular... los chroma-keys son bastante cantosos y hay infografías creadas por ordenador que a día de hoy no dan el pego como hace casi 20 años. ¡Pero es que estamos hablando de que han pasado dos décadas! HIjos de Dune, de hecho, se alzó con el Emmy por sus efectos visuales.

Destaca por encima de todo lo anterior la banda sonora compuesta por Brian Tyler y la interpretación de un muy jovencito James McAvoy (Múltiple) entregado a su papel de Leto II. Es sin lugar a dudas uno de los personajes más carismáticos de la saga y él se entrega para conseguir una interpretación memorable.

Si os apasiona este universo ficcional, Hijos de Dune tiene sus peros, pero es una obra en la que es un gustazo bucear. Lo peor que le puede pasar es que la juzguemos con los ojos actuales en lo que se refiere al apartado visual, por lo demás tiene chicha y engancha.