Crítica de El hombre del norte: Eggers entrega otro ejercicio cinematográfico fascinante
¡El Valhalla os espera! Crítica de la nueva película de Robert Eggers (La bruja, El faro) titulada El hombre del norte (The Northman) y protagonizada por Alexander Skarsgard, Anya Taylor Joy y Nicole Kidman, entre otros.
Robert Eggers se ha granjeado una reputación estupenda con sus dos primeros trabajos. Cuando vio la luz La bruja se catapultó a la fama gracias a su revisión del folklore terrorífico que le puso los pelos de punta al mismísimo Stephen King. Posteriormente, con su arriesgada propuesta visual para El faro, enarboló una metáfora sobre la masculinidad y sus miedos que tampoco pasó desapercibida.
En su tercer largometraje, El hombre del norte (The Northman), vuelve a contar con Anya Taylor-Joy en un papel principal así como con Ralph Ineson, si bien es Alexander Skarsgard quien carga con el mayor peso interpretativo de la película, poniendo toda su fisicidad al servicio del que, probablemente, sea su mejor papel hasta la fecha.
Y, como en las ocasiones precedentes, es el folklore europeo el que ha inspirado la película: en concreto una historia danesa que nos ha llegado a través de William Shakespeare... Si encontráis familiares los hechos narrados y el tono trágico es porque están en la base de lo que se convertiría... ¡ni más ni menos que "La tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca", allá por 1603!
La fuente original se remite al siglo XII y ha sufrido muchas modificaciones, pero se considera que la versión más popular está en los libros III y IV de la "Gesta Danorum" de Saxo Grammaticus, de la que la película difiere notablemente.
El guión ha sido escrito por Robert Eggers y el poeta islandés Sjón, lo que hace muy recomendable el visionado en versión original para poder apreciar así la musicalidad del lenguaje.
Nos desplazamos al siglo X para conocer la historia de Amleth, un príncipe nórdico que contempla la muerte de su padre, el rey Aurvandill, a manos de su tío siendo un niño apenas iniciado en el arte de la guerra. Cuando éste le da por muerto consigue escapar, no sin antes jurar que vengará su asesinato, rescatará a su madre y matará a su tío Fjölnir.
Con el paso del tiempo, se convierte en un rudo guerrero sin escrúpulos, aunque aún atormentado por sentir que debe cumplir su destino.
Guiado por una serie de visiones, recordará su cometido y se hará pasar por esclavo para regresar a su poblado natal, con la idea de cobrarse su ansiada venganza. Antes de ello, aterrorizará al ejército y a la nueva familia que su tío ha formado con su madre dándoles caza como si fuera un animal salvaje y sembrando de muerte las tierras del usurpador.
Tierra, fuego y sangre
Pocas veces hay una apuesta tan firme por un relato descarnado de estas características: envuelta en las fuerzas telúricas desde la primera imagen (de un volcán), El hombre del norte es una película visceral en la que se muestra a los vikingos lejos de la recreación algo estilizada de series como Vikings y su secuela Vikings: Valhalla para mostrarlos con toda su fiereza y sus códigos de honor.
No se renuncia, sin embargo, a mostrar sus visiones y sus dioses, tal y como las series han hecho ya de diversas maneras: las nornas, videntes (como la interpretada por Björk), valkirias y hasta el mismísimo Odín hacen acto de presencia para guiar los pasos de Amleth dejando que lo fantástico interceda en el curso de los acontecimientos.
El argumento deEl hombre del norte puede parecer sencillo en un primer momento, pero hay diversos puntos de giro sorprendentes de gran impacto en el espectador, que es probable que no vea venir y que le lleve a aplaudir la calidad del reparto que se ha congregado alrededor de las estrellas principales.
Entre ellas, muchos grandes nombres en papeles pequeños o secundarios que lo cambian todo: Nicole Kidman, Ethan Hawke, Claes Bang, Willem Dafoe...
El relato consigue evitar una lectura literal de las fuentes y toma solo los elementos clave para elaborar una ingeniosa e inesperada reinterpretación de la leyenda llena de energía en la que hay toda clase de elementos para elevar el conjunto: coreografías de acción memorables, paisajes de ensueño, historias de amor trascendentales...
Todo ello empaquetado con una fotografía espectacular y haciendo alarde de un manejo de la cámara que nos convierte en testigos privilegiados de los sucesos.
El hombre del norte da comienzo de forma muy parecida a otras cintas épicas como Conan para sumergirnos después en la tragedia y dejar que nos azoten las fuerzas de la naturaleza: casi se siente el frío embate del mar así como el abrasador calor del fuego o la dureza de las sombras de la noche.
No faltan tampoco los hitos en la forja del héroe: las consultas al oráculo, la fragua de la espada de la venganza, la lucha fantasmal para hacerse con ella, el árbol genealógico de los ancestros unidos por la sangre, el enfrentamiento con la realidad e ingentes dosis de violencia que jalonan un metraje absorbente. Dos horas y cuarto de disfrute que se pasan volando.
VALORACIÓN:
Robert Eggers vuelve a entregar un ejercicio magnífico: una película que te atrapa desde el primer fotograma y que desarrolla secuencias en las que se unen estética, trascendencia y majestuosidad. ¡De las que se clavan en la retina!LO MEJOR:
El repartazo, la fotografía, la banda sonora, la atmósfera inmersiva, la brutalidad de las coreografías de acción y el gusto por el detalle.LO PEOR:
Es burra a más no poder y no teme rozar lo ridículo en ciertas escenas de raíces folklóricas con cantos, danzas y rituales.87
Muy bueno
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