Crítica de Loki capítulo 6 - Un final diferente para un viaje diferente

¡Cómo pasa el tiempo! Y nunca mejor dicho... El episodio 6 de Loki ya ha llegado y, con él, parece llegar el final de un viaje corto pero tremendamente intenso. Pero... ¿esto es todo lo que nos va a ofrecer la serie de Loki? Bueno, este episodio se fundamenta, precisamente, en nuevos comienzos y unas ramificaciones que prometen afectar a todo el Universo Cinematográfico Marvel.

Si hay algo que podemos destacar especialmente de la serie Loki es que cada episodio se puede percibir como una "minipelícula", con su propio tono y ritmo. El capítulo 6 tiene un tempo diferente, mucho más lento que el del anterior (y genial) capítulo 5. Aquí la cosa va de ir revelando poco a poco, de explicar (a veces, con exceso de parsimonia) por qué hemos llegado hasta donde hemos llegado.

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Es difícil abordar esta crítica del capítulo 6 de Loki sin entrar en spoilers, pues todo el episodio es una revelación tras otra, pero de algún modo hay que hablar de un personaje que nos encontramos aquí. Por un lado, se trata de algo crucial para la serie (y más allá) y, aunque se ha buscado presentarlo como algo chocante y, en cierto modo, altivo, quizá se ha pecado de darle un estilo demasiado sobreactuado, quizá algo cargante. De nuevo, dado el contexto, se entiende que sea así, pero de cara al espectador y la narración quizá haya sido algo excesivo.

En cualquier caso, no cabe duda de que estos 45 minutos suponen un antes y un después en todo el lore del Universo Cinematográfico Marvel y en nuestra concepción sobre cómo funciona este mundo. 

Los pilares fundamentales de estas grandes revelaciones se explican con detalle, pero hay otros que se quedan deliberadamente en el aire (los más insiders de Marvel tienen que fijarse en el diploma de la Universidad que aparece), ya que este episodio no pretende dar un cierre tan "atado" como el de Bruja Escarlata y Visión, por ejemplo.

De hecho, el propio arranque del episodio, con esa mezcla de voces de diferentes personajes (¿a nadie más le recordó a Star Wars: El ascenso de Skywalker?) ya parece una declaración de intenciones sobre cómo la propia serie quiere ser un nexo (de nuevo, nunca mejor dicho) con respecto a facetas muy importantes del UCM.

Más allá de las repercusiones futuras que pueda tener este episodio, una vez más hay que destacar la aportación de Tom Hiddleston y Sophia di Martino como los dos Lokis protagonistas. Ambos hacen un estupendo papel, pero quizá sea Sylvie el personaje que, en conclusión, haya quedado como más sólido. Hay quien ha criticado que el Loki que todos conocemos se ha "dulcificado" demasiado a lo largo de los episodios, pero no cabe duda de que Sylvie ha permanecido como una personalidad resentida, con buen fondo, pero dispuesta a hacer lo que haya que hacer.

El diseño de escenarios vuelve a ser fundamental en este episodio y, en ese sentido, tenemos que alabar unas aportaciones que son puro Marvel de los cómics, con esa mezcla de magia, misticismo y exploración espacial. Por supuesto, vuelve a haber pequeños detalles por aquí y por allá para que nos fijemos en un segundo visionado, aunque esta vez no tenemos una ametralladora de easter eggs como fue el capítulo 5.

En conjunto, el final de temporada de Loki es valiente (como lo ha sido toda la serie, por otra parte), porque se ha atrevido a trastocar los mismos fundamentos del universo en que se basa y, sobre todo, porque ha buscado un enfoque más abierto. Esto quizá no guste a los que buscaran una experiencia más autoconclusiva, pero sin duda consigue su objetivo: que queramos saber más, mucho más.

Así pues, hemos disfrutado de una serie que ha terminado ser algo muy diferente a lo que podríamos haber pensado en un principio y que demuestra, una vez más, que Marvel Studios se parece bastante a la Agencia de Variación Temporal: se fijan en cada detalle para conseguir su objetivo.