Crítica de Marlowe: Neil Jordan no consigue revivir al gran personaje de Raymond Chandler

Crítica de Marlowe, la adaptación de Neil Jordan de la novela de John Banville "The Black Eyed Blonde", con Liam Neeson y Diane Kruger como protagonistas. Estreno el 12 de mayo.
Si tuviéramos que elegir un día del año como el más endeble en estrenos de cine, ese sería el 12 de mayo de 2023, momento en el que se van a dar cita en las salas algunas de las películas más flojas que hemos visto en mucho tiempo y que no cumplen con las expectativas en absoluto. A las decepcionantes El cazador de recompensas y Jeepers Creepers: el renacer se suma Marlowe.
No es fácil resumir todo lo que no funciona en esta pieza de cine negro que aspiraba a revivir a uno de los detectives más filosóficos y pragmáticos de la literatura: uno de esos tipos duros sin exceso de ego, con pasión por la poesía y el ajedrez que no se definirían a sí mismos como indispensables para nadie.
El guión flaquea, evidentemente, pero es que, además, una obra de su género suele tener ciertas aspiraciones a nivel de fotografía y puesta en escena que aquí tampoco están presentes.
Si tenemos en cuenta que al frente del equipo está un director poco prolijo pero normalmente mucho más inspirado como Neil Jordan, que tiene en su filmografía peliculones del calibre de El fin del romance, duele todavía más ver lo poco acertada que es esta propuesta que no cumple ni a nivel formal ni argumental.
Antes de entrar en detalles, vamos a explicar el origen de este Marlowe. Aunque el detective fue creado por Raymond Chadler y protagonizó hasta doce novelas y relatos cortos, algunos de ellos completados o escritos por Robert Brown Parker y Lawrence Osborne, esta película es una revisitación del personaje por parte de John Banville en la novela "Black Eyed Blonde".
De ella autores como Stephen King han hablado maravillas laureándola con palabras como las siguientes: "El algún lugar Raymond Chandler está sonriendo... Adoro este libro. Es como si un amigo cuya muerte hubieras asumido, se presentara en la habitación".
Entonces... ¿qué ha pasado para que una novela considerada excelente haya sido el origen de una película tan distinta? De primeras, el guión que Jordan ha coescrito junto a William Monahan (El jugador) introduce un gran cambio: si la novela se desarrolla en los años 50, la película nos retrotrae a 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Los temas presentes en el libro lo están también en la pantalla, pero sin fuerza alguna, desprendiéndose de todo lo que hace el cine negro para atrapar a la audiencia: no hay diálogos mordaces, ni segundas intenciones, ni siquiera un tratamiento visual atractivo e intrigante. Todo se despliega de forma tan plana y simple que carece de interés.
Así que sí, visitamos los bajos fondos de Los Ángeles, comprobamos que la hipocresía es la moneda de cambio habitual en el submundo del cine, con una cara B muy oscura ligada a la prostitución, el tráfico de drogas y la mafia, pero de alguna manera Marlowe se las apaña para que nada de eso sea misterioso, inquietante o tan hipnóticamente turbio como debería.
Respecto al diseño de los personajes, más de lo mismo. Ha habido muchas encarnaciones fílmicas de Philip Marlowe: aunque a Chandler le habría encantado contar con Cary Grant para el papel, le dieron vida Humphrey Bogart, George Montgomery, Robert Mitchum, Elliot Gould, Danny Glover, James Caan y James Garner, antes de que Liam Neeson haya asumido su versión menos enérgica.

Diamond Films
La femme fatale, esa Clare Cavendish llamada a volverle loco interpretada por Diane Kruger no tiene ni ese halo de hermosa malignidad que caracteriza a su estereotipo ni química alguna con Neeson y el actor tampoco salva bien las que se supone que deberían ser las secuencias más asequibles para él teniendo en cueta su reciente filmografía, las de acción.
A pesar de todo lo dicho anteriormente, que no es poco, lo que más asombra de Marlowe es que su desarrollo sea lineal, sin cadencia narrativa ni pulso dramático hasta el punto de despertar más sopor que genuino interés por llegar al desenlace.
Por desgracia, está en las antípodas de un buen noir con una estética a contracorriente en la que se mezclan anacrónicas luces de neón, secuencias a pleno sol y en la que hay pocos motivos para retener la atención en algo que no sean los puntuales fallos de raccord. Lástima.
VALORACIÓN:
Marlowe es una película de cine negro a la que se ha despojado de todo lo que hace sexy a una película de cine negro: los personajes no tienen carisma, ni diálogos afilados, ni tensión sexual. Ni siquiera el apartado visual es deslumbrante a la hora de crear espacios sugerentes.LO MEJOR:
Jessica Lange se lo pasa bien interpretando su papel de tarántula, algo que se deja traslucir en la película.LO PEOR:
En pocas palabras: es aburridísima y no ayuda que la nula química entre Liam Neeson y Diane Kruger.45
MaloDescubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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