Crítica de Matilda de Roald Dahl, el musical: Netflix reimagina el relato y lo llena de canciones

¡Feliz Navidad, consolegas! Hoy es uno de esos días del año en que los compromisos familiares están a la orden del día, y puede que alguna película que otra caiga. Por ello, Netflix nos propone algo animado y para toda la familia con su último estreno.

Se trata de Matilda de Roald Dahl, el musical, una nueva versión del clásico relato del novelista británico que ya disfrutó de una adaptación para la gran pantalla en 1996 bajo la dirección de Danny DeVito.

En el caso de la adaptación de Netflix, Matthew Warchus es el encargado de tomar las riendas para convertir la historia en un musical original para la plataforma.

Las grandes preguntas antes de empezar son: ¿necesitaba Matilda un remake? ¿Funciona bien la clave musical para el tierno cuento fantástico de Roald Dahl?

Hoy, en Hobby Consolas, os traemos nuestra crítica de Matilda de Roald Dahl, el musical para responder esas preguntas y alguna más que pueda surgiros.

“¡YO DE MAYOR!”

La historia que nos vamos a encontrar en la película de Netflix es, a grandes rasgos, la que todos conocemos: una niña genio con unos padres que no la quieren y que termina en un colegio dirigido por una mujer que tiene un gusto exacerbado por la mano dura y la doctrina militarista.

En esta adaptación encontraremos varios cambios con respecto a la versión de los noventa, unas, en general, más ceñidas al relato de Roald Dahl, y otras no tanto.

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Una virtud es su historia entrañable, claro. Matilda es un cuento que conecta fácilmente con el espectador y que nos mete en la piel de la hija de los Wormwood.

Mantiene los estilos exagerados de la película de Danny DeVito, aunque a esta versión le sientan algo mejor, ya que es un estilo que casa bastante bien con el género musical en muchos aspectos. En los 90, pegaban únicamente por ser una película de corte infantil.

EMMA THOMPSON Y AISHA WEIR

Pasamos al elenco de Matilda de Roald Dahl, el musical, para hablar de uno de los elementos que más publicidad han recibido en esta adaptación: Emma Thompson.

La prolífica actriz se mete en la piel de Agatha Trunchbull, la insensible directora del colegio de Matilda. Esta mujer odia a los niños casi tanto como perder. Si alguien alberga dudas de que es una de las villanas de la historia, su aspecto y, especialmente, su indumentaria, se las quitarán de un plumazo.

En cualquier caso, el papel de Emma Thompson es fantástico. La actriz hace suyo al personaje, honrando el legado de Pam Ferris y aportando su propio toque personal.

Por otro lado, tenemos a Aisha Weir, que es la encargada de dar vida a Matilda en esta adaptación original de Netflix. La joven actriz de 13 años nos ofrece una versión diferente a la que tenemos interiorizada.

Y es que es complicado visualizar a Matilda sin recordar a Mara Wilson, que se apoderó del personaje en 1996. Como decimos, la versión de Weir es diferente: ni mejor ni peor, solo diferente.

Vamos cerrando el tema del elenco destacando el excelente trabajo de coreografía, especialmente al tener a tantos niños en el set para coordinar.

MÚSICA PARA ALEGRARTE LA NAVIDAD

Nos vamos a detener, claro está, en el hecho de que sea un musical. Siempre es un arma de doble filo porque hay una buena remesa de personas (como un servidor) que no somos precisamente fans de los musicales.

Sin embargo, podemos decir que Matilda de Roald Dahl, el musical consigue que este remake de la historia llegue francamente bien a puerto. 

Los números musicales a lo largo de la película tienen una tremenda puesta en escena y, como ya mencionamos antes, un trabajo de coreografía encomiable. Siempre hay algún detallito que pulir, pero en general el resultado es excelente.

En el caso de la adaptación al castellano, el trabajo alcanza un nuevo nivel. Adaptar una canción para que siga teniendo sentido, siempre se antoja complicado, y hacerlo con determinadas letras (o sonoridad), lo es más aún.

Pues bien, una de las actuaciones hace un exagerado trabajo de localización al repasar el abecedario completo. No entraremos en detalles, pero nuestros dieces por esa fantástica traducción localizada.

Todas las canciones están dobladas al castellano, así que no encontraremos la "incomodidad” de estar leyendo subtítulos durante media película. Pese a todo, es recomendable que, si os gusta Matilda de Roald Dahl, el musical, le deis un tiento a la versión original para disfrutar del trabajo de los actores que veis en pantalla.

La película original de Netflix consigue lo que se propone: narrar un relato atemporal de forma convincente en una clave nueva que hace que podamos colocarla junto al clásico de los 90 y que no las comparemos por necesidad, ya que cada una tiene su espacio para brillar.

Matilda de Roald Dahl, el musical es una película perfecta para ver en familia y pasar un par de horas muy entretenidas. Obviamente, no olvidéis que se trata de una película infantil, así que puede que a algunos adultos os tiente echar mano del móvil en algunos tramos.

La película ya está disponible en el catálogo de Netflix, y podéis verla tanto si tenéis una suscripción tradicional como si os suscribisteis a la plataforma con la modalidad con publicidad.