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Crítica de Midsommar, la nueva película de Ari Aster (Hereditary)

Midsommar
Crítica de Midsommar una película escrita y dirigida por el cineasta estadounidense Ari Aster, que dirigió en 2018 la celebrada película de terror Hereditary. En cines a partir del 26 de julio de 2019.

Si os gustó o disgustó Hereditary da lo mismo, eso no os dará ninguna pista: nada puede prepararos para Midsommar porque es una película completamente diferente a casi cualquier cosa que hayáis visto antes, incluyendo en el saco la ópera prima del director, que tuvo una acogida desigual, pero que desde luego, nos dio para abrir un buen debate y quedarnos con algunas secuencias clavadas en la amígdala.

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Menos eficiente a la hora de generar terror en el espectador que su predecesora, sí que es una de esas fábulas pesadillescas que se te meten entre la piel y la carne de forma insidiosa, haciendo que regrese a tu memoria una y otra vez algún que otro pasaje.

Siendo sincera al cien por cien, tengo que admitir que salí de la sala de cine confusa, aturdida, sin ser capaz de emitir un veredicto inmediato. Buena parte de la audiencia puede sentirse así, sobre todo si han llegado a sus oídos las declaraciones de Jordan Peele, que alabó la cinta en cuanto tuvo ocasión de verla, inflando las expectativas en torno a ella.

La razón es que no te aterra pero te atrapa por completo desde el comienzo y te va sumergiendo en las relaciones que hay entre los personajes poco a poco, hasta cegarte con una fotografía diurna espectacular y un paulatino crescendo de violencia y brutalidad que contrasta de tal manera con el marco que te deja sin palabras y con la necesidad de hacer la digestión. De alguna manera, el cerebro necesita procesar que tanta belleza encierre un corazón tan negro.

Básicamente, Ari Aster ha creado un mundo idílico y salvaje tomando como referencia la Festividad de Midsommar que se celebra anualmente en Suecia para darle la bienvenida al verano (algo similar a la noche de San Juan).

Dani, la protagonista a la que da vida una excelente Florence Pugh a la que podéis haber visto antes en la muy recomendable serie La chica del tambor, es una mujer rota por una desgracia familiar que le arrebata a su hermana y sus padres. Su único consuelo es su pareja, Christian, quien parece estar cansado de ella. A pesar de todo, probablemente por lástima, él se resiste a abandonar la relación.

Sus amigos, que están organizando un viaje a Suecia para conocer la comunidad en la que se crió uno de ellos, apenas pueden soportarla porque consideran que es un lastre para él, pero terminan transigiendo a que les acompañe. Allí encontrarán una suerte de paraíso terrenal. El lugar en concreto, llamado Harga, se rige por sus propias leyes y cuenta con una serie de ritos que pronto les ponen los pelos de punta.

Sin embargo, dado que dos de ellos son antropólogos, comienzan a manifestar un interés académico hacia el lugar, traspasando algunas fronteras que no admitirán un retorno a la normalidad. Entre tanto, Dani tendrá que lidiar con su relación, en proceso de descomposición, y con el vacío que esto le produce.

Ari Aster demuestra de nuevo con Midsommar ser un director y guionista paciente: le gusta construir una buena base antes de llegar al "meollo" de la cuestión. A fin de cuentas, la película habla de un viaje sin retorno: de la ruptura y el reencuentro, de ciclos, de equilibrios, de sacrificios y catarsis tanto íntimas como grupales. De desprenderse de lo viejo para dar paso a lo nuevo, del concepto de comunidad y armonía. Por supuesto en todo ello hay una fortísima visión panteísta, con la naturaleza como gran protagonista y algunos elementos clave como las flores, el fuego o la sangre.

Subyacen también criterios estéticos con los que nos pone a prueba: nuestros cerebros procesan una belleza formal y una serie de composiciones proporcionadas y simétricas que se empotran contra una realidad brutal, truculenta y perturbadora. Por supuesto, nos anticipamos a la barbarie, pero eso no le resta impacto a algunas de las secuencias más locas de cuantas hemos visto en los últimos tiempos en la gran pantalla.

Midsommar es una película que arriesga: no sale victoriosa de todos los lances (si no entrais en la propuesta puede que a veces incluso os llegue a parecer ridícula), pero no se le puede achacar que no explote sus recursos. En general, es una película que gana cuanto más la piensas, haciendo una lectura profunda y psicológica del viaje de la protagonista.

Su magia es conseguir que 140 minutos pasen deprisa, mientras el espectador se devana los sesos tratando de captar el mensaje que solo cobra sentido completo con el último fotograma de la película. Es una cinta, en suma, tan extraña como onírica que sabe libar del folklore para decantar un elixir grotesco... Advertimos que no apto para cualquier paladar. Skol!

VALORACIÓN:

Ari Aster realiza un nuevo ejercicio de estilo creando una película de idílica ambientación y negro corazón. Es de las que mejoran cuanto más las piensas.

LO MEJOR:

La ambientación, la atmósfera inquietante que contrasta con la belleza formal de los festejos y la interpretación de la excelente Florence Pugh.

LO PEOR:

Calificarla como una película de terror es un problema: no causa terror, sí te mantiene al borde de la butaca buscando respuestas y con "mal rollo".
Hobby

78

Bueno

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