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Crítica de El Pacificador capítulo 7 - Del drama al humor hay un paso

El Pacificador episodio 7

El final de Peacemaker está a la vuelta de la esquina y tanto John Cena como el resto de actores se ponen a tope de revoluciones. Esta serie de HBO Max sigue on fire.

Cuando James Gunn confirmó que iba a hacer un spin-off de El Escuadrón Suicida basado en El Pacificador, todo el mundo parecía extrañado. Poco podríamos imaginar que iba a sacar un partido tan genial a este personaje. Pero aquí estamos, casi en el final de temporada de Peacemaker y totalmente enganchados.

El capítulo 7 de El Pacificador es el penúltimo de esta temporada y, por tanto, buena parte de las tramas se dirigen a su clímax. Por un lado, tenemos el misterio del proyecto Mariposa, que claramente requiere un asalto final. Y, por otro, la trama de Auggie, el padre de Chris, que se pone especialmente tensa.

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De hecho, ese es uno de los puntos fuertes de este episodio. Si en anteriores capítulos parecía haber o bien un mayor peso del drama o bien del humor, en esta ocasión todo está mezclado a lo fifty-fifty. De hecho, ambos elementos se entremezclan en el mismo plano, consiguiendo algo complicadísimo: que percibamos la comicidad y la tristeza simultáneamente.

Hay que dar mérito no solo al guion de James Gunn, sino también a la labor de dirección de Brad Anderson (El maquinista), que cuadra una ecuación muy dura tanto en montaje como en los juegos de cámaras. La música vuelve a ser un importantísimo apoyo, con temazos como In My Dreams de Wig Wam (ojo, que fue a Eurovisión).

Y claro, los propios personajes vuelven a conquistar al espectador, gracias a su propia personalidad, pero también al trabajo de los actores que hay detrás. John Cena nunca será Marlon Brando, pero vuelve a sorprender con sus cambios de registro.

Con él, pasamos del llanto desconsolado (brutal, la escena pre-créditos de este episodio) al payaseo más absoluto mientras rockanrolea. Nos volvemos a quitar el sombrero con él. 

Pero lo sentimos, para nosotros el Vigilante de Freddie Stroma vuelve a ser el number one. Su incapacidad para entender los sentimientos de los demás y su comportamiento impredecible son geniales.

Además, la serie de Peacemaker vuelve a presentar una premisa importante: que cualquier miembro del grupo, por incapaz que pueda parecer, puede salvar el día si hace lo correcto en el momento oportuno. Los músculos importan, pero también el valor. Una vez más, ese no saber por dónde irán los tiros (nunca mejor dicho) aúpa mucho la serie.

El pacificador episodio 7

Y esto nos lleva a las secuencias de acción, que vuelven a ser muy numerosas e intensas, a cara de perro. Judomaster es el que más destaca en esos momentos, hasta el punto de que sus intervenciones se nos hacen algo cortas. ¡Queremos más pelea!

En el otro lado de la balanza, y por sacar algo negativo del episodio, quizá tendríamos ese Auggie de Robert Patrick. Su cara y miradas siguen intimidando como siempre, pero es cierto que cuando pasa a la acción, su look quizá no imponga como debería.

Probablemente, se busca a propósito ese efecto de "es villano, pero está más viejo y fondón" para apoyar la comicidad a la que nos referíamos antes, pero hay momentos en los que, si no hubiera cámaras e iluminación tan buenos, casi gana el look propio de un fan film.

El Pacificador episodio 7

Hay algún otro momento en el episodio que busca algo de drama forzado y se queda al borde de quedar demasiado ridículo, pero como la serie ha mantenido el listón tan bien en ese sentido, como espectadores se lo perdonamos.

Y es que todo lo demás funciona de lujo: la química entre los personajes, la divertida y absurda trama de ciencia ficción pulp y esa sensación de que todos son un equipo que poco a poco va más allá de la camaredería.

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En conjunto, queda un episodio de El Pacificador que se pasa volando, en el que los personajes que tienen que evolucionar lo hacen y en el que la acción nos prepara perfectamente para el gran final. 

Peacemaker es una serie que sabe cuándo no tomarse en serio y cuándo engancharnos. Por ahora, los disparos de John Cena siguen dando en la diana y nosotros estaremos ahí para presenciar cómo será el último rodeo.

VALORACIÓN:

Esta serie no parece tener un episodio malo. Este es, sin duda, uno de los más arriesgados, pero su mezcla de humor, drama y humor absurdo dan en la diana una vez más.

LO MEJOR:

Ese salto constante entre tonos, incluso en un mismo plano, que te hace esperar (para bien) cualquier cosa. ¿Hemos mencionado ya a Vigilante?

LO PEOR:

Aunque el espíritu de la serie los arropa, algunos momentos están al límite de pasarse de ridículos.
Hobby

85

Muy bueno

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Etiquetas: HBO Max