Crítica de la película Star Wars: La batalla del planeta de los Ewoks

Si todavía no habías visto las legendarias películas de los Ewoksde Star Wars, ¡ha llegado tu momento! Y es que Disney Plus ya las ha integrado en su catálogo como parte de la línea Star Wars Vintage y hoy vamos a hablar de una de ellas, titulada Star Wars: La batalla del planeta de los Ewoks. De ésta ya os hablamos el otro día, por cierto.

En 1984, después del final de la trilogía clásica, Lucasfilm quiso continuar explotando el concepto de los Ewoks y estrenó una 'tv movie' titulada La Aventura de los Ewoks (The Ewok Adventure).

Tan solo un año después, George Lucas volvería a apostar por esta pseudofranquicia televisiva con el caso que nos ocupa hoy, La batalla del planeta de los Ewoks (Ewoks: The Battle for Endor).

Pero ¿merecen la pena estas películas de Star Wars? ¿Han envejecido bien las historias ochenteras que nos regalaron en su momento? ¡Vamos a comentarla a continuación!

Esta película es uno de los mejores exponentes de los años 80, con un corazón aventurero e inocente que seguimos echando de menos

Tras llegar a Endor por culpa de una colisión de su nave, la familia Towani tuvo que hacer frente al rapto del gigante Gorax. Con la ayuda de los ewoks, los niños pudieron ayudar a sus progenitores y, finalmente, se establecieron en el planeta para vivir allí.

Un año después, las cosas parecen irles bastante bien a la familia Towani. Sin embargo, un ejército de merodeadores liderado por el Rey Terak y la Bruja Charal tiene otros planes para los humanos.

Cindel y el gentil Wicket tendrán que sobrevivir en una superficie boscosa llena de peligros, con la ayuda de otros personajes como Teek o el ermitaño Noa.

Ésta es, básicamente, la premisa de la historia de Star Wars: La batalla del planeta de los Ewoks, una aventura naif que se enmarca verdaderamente bien en el contexto de la época.

Y es que este filme, aunque sea una 'tv movie' y goce de menos presupuesto que algunas de sus coetáneas, es una de esas películas ochenteras que eres capaz de saber solo viendo un fotograma.

Una historia inocente con muchos muñequitos, muchas aventuras, muchos riesgos y peligros, un mundo de fantasía, un niño protagonista, unos efectos envejecidos y una banda sonora poderosa.

Star Wars: La batalla del planeta de los Ewoks no es tan diferente de otras leyendas de la época como, por ejemplo, Cristal Oscuro o La Historia Interminable; aunque, evidentemente, es peor.

Es un viaje disfrutable por la mitología de Star Wars, sin pretensiones, marcadamente infantil y con un espíritu ochentero que, para los que amamos aquella época, nos es más que suficiente.

Por otro lado, es curioso cómo, sin pretenderlo y orquestados por George Lucas, los hermanos Wheat dieron en la tecla con la historia que estaban contando y se basaron en una de las grandes constantes del Universo de Star Wars.

Hablamos del concepto de los merodeadores, una primitiva especie de un planeta perdido más allá del Núcleo, lejos de la civilización galáctica, donde es habitual que no haya un gobierno fuerte y poderoso, donde la democracia es una palabra que no se concibe.

Lo hemos visto, por ejemplo, en The Clone Wars, en Star Wars Rebels y, sobre todo, en la reciente The Bad Batch. Los planetas del Borde Exterior terminan condenados a dos destinos: o viven inmersos en guerras civiles entre especies primitivas, o acaban gobernados por el hampa criminal de la galaxia.

Al ser planetas que no gozan de independencia, que no pueden ser autosuficientes, acaban reducidos a esos dos estereotipos. Y en el caso de Star Wars: La batalla del planeta de los Ewoks vemos cómo Endor vive una situación similar.

Tras sobrevivir a la destrucción durante la Batalla de Endor en el Episodio VI, Star Wars: El Retorno del Jedi, profundizamos en la luna boscosa y nos damos cuenta de que los ewoks no viven tan tranquilos y solitarios como parecían.

Estos merodeadores tratan de arrebatarlas sus tierras, sus dominios y su tranquilidad. Y, en mitad de ese conflicto, es donde entra nuestra historia, la que estamos analizando.

En definitiva, Star Wars: La batalla del planeta de los Ewoks es una película inocentona, sin pretensiones, muy ochentera y con el corazón de la época.

La tradición cinematográfica de aquellos años se hace latente desde el principio y, sin lugar a dudas, es una de las grandes virtudes de la cinta, la convierte en especial.

Quizás el fan de Star Wars que solo ha visto las películas de la saga y tiene una visión muy superficial de la franquicia no concuerde con nosotros, pero... ¡Es que nos encantan los 80!

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