Crítica de Reacher, la adaptación de la novela de Lee Child "Zona peligrosa" para Prime Video

Si tenéis reciente la iteración cinematográfica del personaje principal al que dio vida Tom Cruise en Jack Reacher y Jack Reacher: nunca mires atrás, ya podéis ir haciendo borrón y cuenta nueva, puesto que esta adaptación vuela por libre y "resetea" al héroe.

La idea es muy similar a la Jack Ryan, de hecho el modelo es calcado: el Chris Pine cinematográfico fue sustituido por John Krasinski para interpretar al protagonista de otra saga literaria de éxito adaptada por Prime Video, de la que esperamos una tercera temporada este mismo año, por cierto. Ojalá funcionaran igual de bien, pero, por desgracia, no es el caso.

"Zona peligrosa" ("Killing Floor") es la novela de Lee Child que se ha adaptado en esta primera temporada de Reacher, que, como veremos, tiene mucho margen de maniobra para mejorar en el futuro. Así la opción del showrunner Nick Santora (Safety) ha sido comenzar la historia por los cimientos, puesto que fue la obra inaugural, escrita en 1997.

De momento ya os anunciamos que esta tanda se compone de ocho episodios de una duración aproximada de 50 minutos a lo largo de los cuales se nos presenta una trama que discurre de forma bastante lenta y con menos acción de la imaginable. Eso sí, cuando llega es bastante sangrienta y brutal, así que tiene su punto disfrutable (aunque se haga esperar).

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¿De qué trata la serie? Jack Reacher es un veterano investigador de la policía militar que acaba de regresar a la vida civil, un nómada que viaja a su aire por el país para explorar la nación a la que una vez sirvió sin ataduras ni mayores problemas gozando del anonimato.

Cuando Reacher llega a la pequeña ciudad de Margrave, en Georgia, se topa con una comunidad que está lidiando con su primer homicidio en veinte años. La policía lo detiene inmediatamente y los testigos oculares sitúan a Reacher en la escena del crimen, así que va a tener que luchar duro para demostrar su inocencia.

Mientras se alía con el detective Oscar Finlay (Malcolm Goodwin) y la agente Roscoe Conklin (Willa Fitzgerald), empieza a surgir una conspiración que requerirá de su inteligencia y fuerza, pero una cosa es segura: han elegido al hombre equivocado para que cargue con la culpa.

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Por si no lo recordáis, cuando se anunció que Cruise daría vida a Jack Reacher hubo bastante polémica porque físicamente no se ajustaba al personaje: ahora los responsables del casting han cortado por lo sano y han optado por Alan Ritchson (Titans). ¿Queríais músculos? ¡Tomad tres tazas, han debido pensar!

No hay lugar a dudas de que la apuesta por un protagonista que capta mucho mejor el aspecto del protagonista debería ser una baza ganadora, pero la verdad es que el tiro termina saliendo por la culata porque a pesar de su excepcional entrenamiento y contundente presencia, le falta labia, carisma y naturalidad, al punto de que en algunos momentos sus limitaciones interpretativas son todo un lastre.

A Reacher le falla otra cuestión: cuesta verle a Jack la vulnerabilidad lo que redunda en que empatizar con él sea complicado. Sus compañeros de reparto son más "humanos" y por ende, accesibles.

Y, ¿qué hay del plano técnico? El primer episodio de Reacher parece querer apelar, al menos en lo que tiene que ver con la fotografía, a una especie de western en la que Jack sería un justiciero solitario pugnando por demostrar su inocencia. La fotografía virada a los tonos amarillos y hasta el ritmo pausado de la historia así lo atestiguan.

El problema es que esos códigos, dentro del thriller policiaco que se propone, no son ninguna novedad ni aportan nada particularmente refrescante, de modo que el tono y el tempo de la serie se antojan plomizos y algo trasnochados... Vamos, que cuesta distinguir esta producción de cualquier otra de las muchas que pueblan cualquier canal temático al uso (y son una cuantas).

El potencial de un personaje tan magnético queda por tanto desaprovechado y como cuenta pendiente que se explote de una forma más arriesgada, entretenida y ágil. Hay material de más y de sobra para que tenga nuevas oportunidades de brillar, dado que ha querido ser una serie bastante rupturista respecto a la versión cinematográfica, pero le falta encontrar su propia personalidad.