Crítica de ¿Sabes quién es? (Pieces of Her), la fallida serie de suspense de Netflix que ni Toni Collette consigue levantar

El pasado viernes llegaba a Netflix la serie ¿Sabes quién es? (Pieces of Her) y rápidamente se posicionaba dentro del top 10 de las series más vistas en la plataforma, dejando constancia de que el género del suspense es de lo más agradecido. Máxime cuando cuenta en el cartel con una actriz de la talla de Toni Collette, de la que hemos disfrutado en Hereditary o Puñales por la espalda.

Se trata además de una serie conclusiva que se desenvuelve a lo largo de ocho episodios de entre 45 y 60 minutos, de modo que todo queda atado y rematado. El problema es que de esa duración, le sobra fácilmente la mitad del metraje.

¿Qué es lo que ralentiza el tempo de ¿Sabes quién es? hasta ese punto? Sobre todo, una serie de larguísimos flashbacks que no son tan interesantes como para "comerse" tanta narración y una serie de giros deguión resueltos de forma bastante pobre.

Es, por decirlo de forma liviana, una de esas ficciones creadas con el gancho de llegar al final: sabemos desde el principio que hasta los últimos minutos no descubriremos "el pastel". Pero por desgracia, dan ganas de pasarla a cámara rápida para ir de final de episodio a final de episodio, dado que es donde está la enjundia de la historia.

Ejerce como guionista Charlotte Stoudt, responsable de muchos de los episodios de series como Homeland o House of Cards, pero aquí tiene un grave problema al no conseguir construir de forma sólida a los personajes: ni quedan claras sus motivaciones finales ni suele ser coherente su comportamiento con respecto a sus supuestas metas.

Le sirve de base el bestseller del New York Times escrito por Karin Slaughter en 2018, mientras que se encargan de la producción las artífices de Big Little Lies y The Undoing.

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La serie comienza mostrando la disfuncional relación entre una madre, Laura, y su hija, Andy, que parece que nunca han terminado de conectar. Un buen día, cuando están charlando en una cafetería para celebrar el cumpleaños de Andy, un hombre abre fuego de forma indiscriminada asesinando a varias personas. 

A pesar de que cunde el pánico de forma general, Laura consigue actuar con la cabeza fría: protege a Andy y se encara con el asaltante, asestándole un tajo en el cuello que lo deja postrado.

Pronto, los medios de comunicación empiezan a hacerse eco del suceso y las cadenas de televisión se afanan por entrevistar a Laura, haciendo que despierten los fantasmas del pasado. Esa misma noche, es atacada en su casa, constatando que su vida, tal y como ha intentado mantenerla, se ha hecho pedazos. Ahora está en el punto de mira y no podrá esconderse más.

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Minkie Spiro, que venía de dirigir algunos episodios de seriazas como Better Call Saul, Fosse/Verdon o La conjura contra América, deja claro que sabe dónde poner la cámara para construir planos evocadores, misteriosos y cargados de sentido, pero tiene peor fortuna a la hora de guiar al elenco.

En pocas palabras, la dirección de actores hace aguas en más de un momento. No ayuda la labor previa de casting tampoco: ni los intérpretes se ajustan físicamente a sus papeles ni se parecen a sus versiones jóvenes en esos teatrales flashbacks de los que ya os hemos hablado. Tal es el caso de la Laura joven interpretada por Jessica Barden (que no se parece absolutamente nada a Collette).

Superado el golpe de efecto inicial, con ese episodio inesperado de violencia, se abre la caja de Pandora y nos veremos abocados a completar el retrato de una mujer misteriosa, contradictoria y que tomó en su pasado unas cuantas decisiones equivocadas.

Lo hacemos a través de la mirada atónita de su hija, que se da cuenta de lo intrincado que resulta este camino. Cada vez que piensa que la comprende, se le escapa entre los dedos dado que va "descubriéndola" capa a capa. Y eso se trasluce en varias metáforas visuales interesantes: reflejos de una Laura dividida, fragmentos de las aficiones del pasado a las que tuvo que renunciar...

Ella es una mujer poliédrica y llena de recovecos a las que nos tocará ir "armando" poco a poco. Tal y como se reafirma a sí misma en una ocasión, tiene una historia previa a su maternidad, pero ¡qué difícil nos lo pone la serie para empatizar con ella! 

¿Sabes quién es?  cuenta con medios: no se puede decir que tenga un defectuoso o humilde diseño de producción, pero sin embargo da la sensación de fallar en "lo más fácil": recrear tiempos anteriores, vincular a los personajes entre sí y darles una coherencia a su forma de actuar creando ese vínculo con el espectador que hace que no pueda apartar la vista de la pantalla.

Se alarga en exceso de forma injustificada y redunda en las mismas ideas demasiadas veces, lo que hace que pierda comba y que ya desde el segundo episodio muestre síntomas de agotamiento. El final es mucho menos impactante de lo que se pretende y el desarrollo está plagado de trampas argumentales. En resumen, el rompecabezas que propone encaja a duras penas y cuesta mantener el interés.