Crítica de Scream VI: de recuela a franquicia que ya no sabe qué inventar para inmortalizar a Ghostface

¡Bu! ¿Hace una de miedo? Los fans de Scream están de enhorabuena porque Ghostface vuelve a matar y lo hace a lo grande en una sexta entrega de la saga que exprime ooooootra vez todo su potencial en materia de metalenguaje y reproducción de los esquemas clásicos del slasher tradicional.

Que nadie se llame a engaño, Scream VI no cuenta con el ingenio, la versatilidad y la mala baba de las pelis de Wes Craven, pero sí que proporciona un entretenimiento liviano que busca homenajear a la franquicia más consciente de sí misma que nunca.

¿Se puede seguir haciendo lo mismo una y otra vez? Se ve que sí... de momento podemos adelantaros que esta vez no con Neve Campbell, que no aparece en la película aunque sí se la nombra. Del cast de la película del 96, por tanto solo encontraréis a Courtney Cox y a Skeet Ulrich en un rol fantasmagórico.

¿De qué va la película?

Tranquilos, que esto va sin spoilers: Ghostface vuelve a matar, en esta ocasión a una profesora de cine afincada en Nueva York que cree tener una cita pero que en realidad se las va a ver en un callejón con un enmascarado. Como punto original, esta vez vemos el rostro del asesino tras perpetrar el brutal asesinato a puñalada limpia y no está solo... ni a salvo.

Poco después, recuperamos a Sam y Tara, quienes alertadas por los nuevos asesinatos se plantean dejar la ciudad a la que han llegado apenas hace seis meses y donde la segunda ha iniciado sus estudios y consolidado un grupo de amigos.

Sin embargo, las sospechas recaen sobre todos y cada uno de ellos. Es más, esta vez, al repasar "las reglas del slasher" queda claro que nadie se libra de estar involucrado de una forma u otra. Para más inri, Sam inicia una terapia en la que confiesa que se "sintió bien" acabando con su enemigo... ¿habrá heredado el gen Loomis albergando en su interior a una psicópata?

La saga Scream está ya más que amortizada y encontrar un ámbito de innovación se antoja imposible. Scream VI lo intenta, por supuesto, pero no ofrece gran cosa que no hayamos visto ya con anterioridad y de mejor forma. Hay secuencias de gran tensión y violencia, pero por lo general están rematadas de una manera bastante pobre.

Un buen ejemplo es la del metro: el encierro con una multitud es otro clásico de las películas de terror con la potencial víctima tratando de encontrar a su atacante entre la masa de gente de la que está rodeada, pero al final da la sensación de que en esta película todo es sota, caballo y rey.

Amén de las trampas: da igual cuántas cuchilladas se lleven los personajes y que los hayas visto en los estertores de la muerte... son capaces de sobrevivir. Y de volver de la muerte, como es el caso del personaje de Hayden Panettiere en un papel... increíble.

Pero, ¿y el argumento? Después de la "recuela que no cuela" que fue la quinta entrega ya queda superada la fase de hablar de la secuela de la recuela, que sería ya de traca, las nuevas normas son ya de franquicia: no se puede seguir tirando de nostalgia ad infinitum y los personajes originales no son indispensables (aquí lágrimas por Dewey, que tiene un pequeño momento in memoriam).

Por lo demás sí, se eleva la apuesta con más muertes, más Ghostfaces, más giros locos de guión y muy poca verosimilitud. Las explicaciones, cogidas con pinzas, y el guión bastante prosaico aunque también muy entretenido. Una montaña rusa de llamadas, puñaladas y tiros. La única regla cierta es que todo vale.

Donde sí es algo mas fuerte es en la elección del elenco nuevo, que queda mejor asentado que en la entrega anterior: tenemos a los "cuatro protas" bien cómodos en sus roles con Melissa Barrera, Jenna Ortega, Mason Gooding y Jasmin Savoy Brown dándolo todo y un montón de secundarios que se quedan bastante por debajo de su talento y carisma.

Juega en la misma liga que la película anterior, que gustó bastante y por tanto dio pie a lo que ahora se nos ofrece. Si el púbico gusta tendremos otra cita para ver Scream VII... y pide un cierre a gritos porque ya no hay parentescos de los que tirar ni personajes a los que traer de vuelta. A Ghostface le han drenado la sangre del todo.