Crítica de la temporada 2 de Supernormal: Patricia Picón sigue siendo una fenómena

Ha pasado año y medio desde el estreno de la primera temporada de Supernormal y tenemos de vuelta a Miren Ibarguren en el papel de la irreductible Patricia Picón en Movistar+ con seis nuevos episodios de una media hora de duración que se beben como el agua.

Esta serie cómica creada por Olatz Arroyo y Marta Sánchez (guionistas de Allí abajo) es, con toda la razón, una de las más vistas de la plataforma gracias a un humor muy fresco y la química de la que goza el reparto.

De nuevo en clave de falso documental, como han venido haciendo series como Lo que hacemos en las sombras o la recién galardonada Escuela Abbott, nos presenta las andanzas de una superejecutiva agresiva que, para quien no lo recuerde, al final de la primera temporada se había quedado sin trabajo y descubría que estaba embarazada por cuarta vez.

Del sótano a la cima

La segunda temporada de Supernormal arranca por tanto con Patricia Picón dedicada a sus hijos y su hogar a tiempo completo dado que Alfonso está a punto de abrir su propia clínica dental y necesita de vuelta el apoyo que él le brindaba cuando ella trabajaba. Sobre todo desde que se quedaron sin niñera.

A pesar de que parece haber encontrado un punto de estabilidad, a ella le va la acción y pronto se ve a sí misma asesorando a todas las madres del parque sobre sus finanzas... Hasta que conoce a Pitu, una empresaria que le pone los dientes largos y la impulsa a retomar su pasión: su trabajo.

Sin embargo, volver al ruedo tras dos años de parón va a ser muy difícil, máxime en un sector tan competitivo como el suyo (tropezarse con Mauro, parecía inevitable), así que su primera opción es tirarse al cuello de sus antiguos clientes, forzando a veces la situación a más no poder. Pero antes de eso, va a necesitar recabar el apoyo de Marisol, que ahora trabaja en una mercería y a su niñera.

Ni que decir tiene que en todo este proceso, su marido Alfonso será una pieza fundamental, primero a ciegas y luego como el aliado fiel que ha sido para ella en todo momento.

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El renacer del Ave Fénix

Si la primera temporada de Supernormal se centraba en la conciliación personal y laboral de forma descacharrante, ahora le toca el turno al regreso al ruedo después de ser madre (sí, por cuarta vez). Como le dicen en un momento dado "antes eras madre pero no lo parecía". 

Todas las mujeres trabajadoras del mundo saben lo complicado que es volver a trabajar cuando se acaba de tener un bebé y toca atender ambos frentes, pero es que además Patricia Picón se ha convertido en una proscrita en su entorno de trabajo y va a tener que empezar de cero.

Como es natural, las entrevistas a cámara jugarán con la disonancia: una cosa es lo que dice nuestra querida Patricia y otra muy distinta lo que pasa de verdad. Vamos, como la vida misma.

Uno de los aspectos más importantes de la serie es que jamás se centra en los aspectos más tristes o da una visión melodramática de situaciones que, en la vida real, pueden llegar a ser bastante descorazonadoras, y esto es gracias a la construcción del personaje de Patricia Picón, un torrente de energía inasequible al desaliento y capaz de cualquier cosa por guardar las formas.

Miren Ibarguren brilla en este papel porque está muy bien escrito y ella es capaz de aportarle todavía más enjundia (vía improvisación), quizás porque de hecho la grabación coincidió con su embarazo.

Ojo, que aunque ella es la absoluta protagonista, y el personaje que agita las aguas con sus decisiones dándoles "vidilla" a los demás. está muy bien rodeada de secundarios que desarrollan sus propias subtramas.

En los nuevos episodios hay además algunas incorporaciones como Alexandra Jiménez (Superlópez), quien interpreta a Pitu, y Álex Barahona (Voy a pasármelo bien), que da vida a Rubén. Debutan las gemelas Clara y Natalia Martínez Fernández, que encarnan a Camila, el bebé de Patricia.

Y vuelve la extensa galería de colaboraciones especiales entre las que sobresalen Joaquín Reyes, María Esteve, Llum Barrera, Marta Fernández-Muro, Usun Yoon y Juanjo Pardo.

Veredicto: queremos más. A la espera de una tercera temporada que siga desarrollando a estos personajes y retuerza aún más las situaciones, nos quedamos con el espíritu guerrero de Patricia Picón, a ver si nos infunde fuerzas para no perder las energías y romper las equiquetas sociales.