Si Daryl Dixon era tu personaje favorito de The Walking Dead, algo harto probable a pesar de lo maltratado que fue por parte de los guionistas allá por la séptima temporada, entonces el spin-off centrado en él es definitivamente para ti.

De momento ha conseguido que, siendo uno de los pocos personajes no extraídos del cómic original, su proyección haya sido espectacular en la ficción audiovisual. Ni siquiera el hecho de que Melissa McBride (Carol) se bajara del carro ha hecho que la serie se suspendiera... Hay que reconocer la fuerza de Norman Reedus y el excelente trabajo que hace dando vida a un hombre tan ostracista.

La serie arranca obligándonos a dar un salto de fe echando mano de la suspensión de la incredulidad, pero desde el momento en el que Reedus hace acto de presencia y arranca su aventura en solitario, nos tiene en su mano.

Tú también te mereces un final feliz

El indómito motero llega a la costa francesa después de haber tenido problemas en un carguero, pero esto es algo que iremos descubriendo poco a poco dado que sus antagonistas andarán tras su pista. 

La sombra de la desaparición de Rick Grimes alargada y él parece obsesionado con encontrarlo a él y a Michonne y llevarlos de vuelta junto a los suyos. En su deriva hasta tocar tierra firme podemos escuchar la voz de Judith Grimes resonando en su mente, que precisamente en el último episodio le decía "Tú también te mereces un final feliz".

¿Significa esto que conseguirá completar su misión y reunirse con los demás en Alejandría o bien que encontrará su propio destino al margen de la comunidad entablando relaciones que le permitan echar raíces? Aún no lo sabemos.

Dixon caerá en manos de un grupo religioso (la Unión de la Esperanza) obsesionado con la idea de que ha encontrado al nuevo Mesías, un muchacho llamado Laurent que dice tener la capacidad de "sentir en el estómago" cómo se sienten los demás y está llamado a guiar a la Humanidad para superar el Apocalipsis, si se cumple la profecía de un monje budista.

La idea de su protectora, la monja Isabelle, es enviarle hacia el norte del país hacia una red de contactos segura que pueda ponerlo a salvo y dado que se cierne sobre el convento la sombra de Codron, un tipo sanguinario, en Daryl va a recaer la tarea de cuidar de él hasta dejarlo en buenas manos.

En resumen, el punto de partida de la serie nos da ya dos focos de villanos (los del carguero y los que están en tierra), lazos afectivos (Dixon conecta rápidamente con Isabelle y Laurent) y un propósito, además de esa vaga esperanza de encontrar la felicidad ya sea en tierras lejanas o de regreso a sus raíces.

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The Walking Dead: Daryl Dixon - Galería de imágenes (4 imágenes)

The Walking Dead: Daryl Dixon hace varias cosas muy, pero que muy bien. La primera de ellas es salir de su área de confort de una forma que nunca antes habíamos visto.

Es cierto que ya Dead City, el spin-off centrado en Negan y Maggie, sabía explorar nuevos espacios, pero el paseo por Europa le permite a los creadores de la serie introducir nuevas iconografías, explotar localizaciones emblemáticas y sacarse del sombrero novedades bien chulas como esos "hambrientos quemadores" que parece ser que expelen ácido y abrasan la piel al contacto.

Esto nos lleva además a revivir uno de los episodios de World Beyond, en los que vimos a una científica siendo asesinada de un disparo en un laboratorio en Francia, donde se llevaban a cabo experimentos con el virus. La mujer se reanimaba rápidamente tras esto, mostrando una gran fuerza y velocidad. Así que parece que las variantes de caminantes veloces van a ser un plato fuerte aquí.

Pero, aún más interesante, la mordedura no será la única forma en la que los caminantes serán una amenaza: su tacto también puede expandir ese veneno hasta infectar a la víctima.

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The Walking Dead: Daryl Dixon - Galería de imágenes II (6 imágenes)

Daryl lo experimenta en sus carnes porque Isabelle tiene que cauterizarle la quemadura producida por el ácido de esta nueva variante. Y ojo, que ella le señala que solo es una más... podemos esperar sobresaltos porque también veremos corredores, lo que recuerda un poco a ciertas criaturas que vimos en The Last of Us por más que la serie sea muy distinta.

El productor ejecutivo de la serie Greg Nicotero ha explicado que se han hecho eco de las quejas de los fans de TWD que estaban cansados de que los caminantes hubieran dejado de ser una amenaza y confirmaba grandes cambios para generar nuevas inquietudes en los protagonistas y en la audiencia.

“Los caminantes que tenemos en este programa son todos bailarines. No son extras, son bailarines, por lo que se doblan y se mueven de maneras extrañas. Es una combinación de una película de terror mezclada con el Cirque du Soleil. Es una locura”.

Si nos atenemos a la factura técnica de la serie hay que decir que con Daryl Dixon estamos ante un producto muy cuidado. Narrativamente se aligera mucho en la medida en que no hay tantísimos personajes como en la serie original y por tanto no es necesario desarrollar varios arcos argumentales simultáneamente en un circo de cinco pistas.

Adicionalmente tanto la fotografía como la banda sonora son exquisitas, y las distintas ambientaciones, añaden capas a un personaje que de por sí es interesante. Daryl Dixon, el eterno errante, se merecía un cambio de escenario así y no deja del todo su rol de protagonista en segundo plano, puesto que pronto descubrimos que será el escudero de Laurent.

Merece la pena invertir el tiempo en ver los seis episodios que componen la primera temporada de The Walking Dead: Daryl Dixon que emite AMC+: ofrece aspectos nuevos y sabe dirigir la atención de los espectadores, aunque los episodios sean bastante largos.