Crítica de The Walking Dead: The Ones Who Live, o el amor en tiempos de caminantes

¡Es la hora de conseguir contestar a un buen puñado de preguntas que nos venimos haciendo desde hace años y que el universo de The Walking Dead nos debía! 

El servicio de streaming AMC+ (disponible en España en Orange TV, Vodafone TV, Jazztel TV y como canal en Prime Video y Apple TV Channels.) ha estrenado en exclusiva The Walking Dead: The Ones Who Live el 26 de febrero en España, solo un día después que en Estados Unidos.

Está compuesta únicamente por seis episodios de entre 45 y 55 minutos de duración aproximadamente cuyos tres primeros se han titulado "Years", "Gone" y "Bye", de modo que el 1 abril verá la luz este último y quedará concluida, al menos de momento, esta historia.

¿Quién no recuerda el desgarrador evento de la temporada 9 de The Walking Dead relacionado con la desaparición de Rick Grimes?

Allá por noviembre de 2018 se emitía el episodio 9x05 de la serie madre titulado "What Comes After" ("Qué viene después") en el que nos despedíamos del personaje de Andrew Lincoln, que por aquel entonces era el protagonista principal, por más que estuviéramos ante una serie muy coral.

Tendríamos que avanzar más en el tiempo, hasta el año 2020, para decirle adiós a Danai Gurira y su Michonne, que también salía de la ficción en el episodio 10x13 "What We Become" ("Cómo nos volvemos").

Desde entonces hemos tenido píldoras, huellas, destellos de qué podría haberles pasado a los personajes y albergábamos toda clase de expectativas. Ahora sabemos qué les ha sucedido, cómo han cambiado y de qué forma el apocalipsis zombi les ha convertido en personas distintas, obligadas a reinventarse e incluso a vivir separados de los suyos.

La cuestión es que nosotros, como espectadores, también hemos sufrido una enorme transformación en seis años: primero tuvimos que aprender a sobrellevar la pérdida de nuestro personaje protagonista, que era la columna vertebral de la serie. Y después tuvieron que irnos enamorando de la larga galería de secundarios y atrapando en sus subtramas. 

Al punto de que los dos últimos spin-offs centrados en ellos han funcionado de maravilla: Daryl Dixon y Dead City han sabido aportar nuevos sabores a la saga: localizaciones inéditas, personajes de nuevo acuño y aventuras bien curiosas que nos han regalado los ojos con historias que respiraban más allá de lo ya conocido.

¿Está esta serie a la altura de las expectativas? ¿Consigue ser apasionante? ¿Es honesta con los espectadores? Vamos a dar respuesta a todas estas preguntas evitando incurrir en spoilers para no reventar ninguna sorpresa antes de tiempo.

Sinopsis oficial de The Ones Who Live

The Walking Dead: The Ones Who Live presenta una historia épica de amor de dos personajes transformados por un mundo cambiante, separados por la distancia; por una fuerza imparable; y por los fantasmas de quienes fueron.

Rick y Michonne son catapultados a otro mundo, construido en una guerra contra los muertos… y finalmente, una guerra contra los vivos. ¿Podrán encontrarse el uno al otro y también a ellos mismos en un lugar y situación inéditos?

¿Son enemigos? ¿Amantes? ¿Víctimas? ¿Vencedores? Si no se tienen el uno al otro, ¿están realmente vivos o descubrirán que ellos también son muertos vivientes? 

La serie cuenta con la producción ejecutiva del showrunner Scott M. Gimple (encargado del guión del primer episodio), además de Lincoln, Gurira, Denise Huth y Brian Bockrath.

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TWD: The Ones Who Live (4 imágenes)

¿Puede el amor sobrevivir a un mundo que se ha ido a la m*erda?

Por más que se oculte bajo la máscara del fenómeno zombi y adorne la acción con caminantes a los que cargarse de un machetazo en la cabeza, The Walking Dead es una serie que siempre ha tratado de arañar la superficie para analizar la naturaleza humana. Y eso es lo que está en el corazón de The Ones Who Live. 

¿Qué significa estar vivo? ¿Se puede una persona considerar completa si se le priva de aquello que más anhela? ¿Hasta qué punto es fuerte el amor? ¿No se expresa precisamente en ocasiones como un acto de renuncia?

No vamos a engañar a nadie: es una miniserie algo cursi pero también con sus momentos emocionantes, reflexivos y descorazonadores. Le pesa el olvido: hay un gran esfuerzo por reconstruir situaciones, enderezar la narrativa (flashbacks, menciones e insertos mediante) pero está reforzada por un diseño de producción y unas interpretaciones de diez.

Lo peor, con mucha diferencia de The Ones Who Live es el momento en el que se estrena: no es que llegue tarde, es que llega tardísimo, cuando el interés por estos personajes se ha diluido y estamos ya todos a otra cosa.

Esto no quiere decir que no sea interesante conocer todos los entresijos de la República Cívica Militar, sus alianzas, su modus operandi... Es, simplemente, que este agua habría movido el molino hace tres años, ahora se percibe como una información adicional relevante pero no como la línea principal de desarrollo de este universo.

Enganchará, eso sí, con fuerza, a quienes han estado esperando pacientemente a conocer el destino de estos personajes y soñaban con volver a reunirse con ellos a través de su ficción favorita.

Solo hemos podido tres de los seis episodios que componen la serie y podemos constatar que hay cliffhangers brutales al final de cada uno de ellos y que la serie pone toda la carne en el asador para reconquistar a su audiencia.

El primero es un verdadero atracón de nueva información (hay que rellenar muchos "huecos" y dotar de credibilidad las largas ausencias) y luego el ritmo se relaja, cayendo a veces en su característico paroxismo hasta que se producen clímax desconcertantes.

Son los sellos de la casa y una de las razones por las que no podemos dejar de mirar así que... Iremos con ellos hasta el final.