Horizon II Forbidden West, análisis del esperado regreso de Aloy en PS5 y PS4

Sobre los hombros de Aloy, de la tribu de los Nora no sólo recae el destino del mundo. Ella se ha convertido también en un estandarte; Horizon II Forbidden West fue el juego con que Sony decidió promocionar PS5 en su puesta de largo, The Future of Gaming, en 2020.

Puede que algunos se pregunten, ¿por qué escoger Forbidden West como punta de lanza de la consola de nueva generación? 

Hace 5 años, Horizon Zero Dawn sirvió para demostrar el talento de Guerrilla Games más allá del "shooter" en primera persona. El estudio holandés no sólo fue capaz de desarrollar una aventura de mundo abierto estupenda, sino que construyó una herramienta, el motor Decima Engine, capaz de sacar el máximo partido a la consola.

De hecho, fue el mismo motor gráfico que utilizó Hideo Kojima para Death Stranding.  Aquellos logros catapultaron a Hermen Hulst, hasta entonces cabeza del estudio, hasta el puesto de líder de PlayStation Studios. 

También convirtieron Horizon en una IP "de cabecera" para PlayStation y a su protagonista, Aloy en uno de los héroes más reconocibles de la marca. 

Ahora, Horizon II Forbidden West está en el punto de mira de todo el mundo. ¿Es el juego que demuestra de qué es capaz PS5? ¿Le ha perjudicado un lanzamiento intergeneracional, ya que también aparece en PS4? ¿Hasta dónde pueden llegar Aloy y su historia en un mundo dominado por las máquinas?

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Vamos a profundizar en todos estos aspectos, en lo que el juego ha evolucionado y en aquello que se mantiene respecto al anterior. Pero antes de continuar con nuestro análisis, os podemos adelantar que Horizon II Forbidden West es un espectáculo. Es una buena demostración del salto gráfico que permiten las nuevas consolas. 

Podríamos congelar el juego en cualquier momento y sorprendernos con el nivel de detalle, la belleza del mundo y las bestias mecánicas que lo pueblan Pero es cuando cruzamos al Oeste, bien entrado el desarrollo, cuando el apartado técnico da lo mejor de sí.

• Desarrollo de mundo abierto
• Las nuevas habilidades de Aloy
• El combate y las bestias de metal
• Un estupendo apartado técnico
• ¿Es todo lo prometido?

Un mundo abierto clásico

Horizon II arranca cinco años después de lo ocurrido en el primer juego (y en la expansión The Frozen Wilds). Ya conocemos por qué la Tierra está plagada de animales mecánicos, el origen de Aloy y cómo llegó a convertirse en libertadora. aún siendo una paria "sin madre". 

El juego consigue "ponernos" al día en poco tiempo (aunque quizá sobreexplica algunos elementos de la historia), y sin entrar en spoilers, esta vez nos ofrece un argumento es más ambicioso y complejo.

Aloy debe detener una plaga que arrasa las tierras fértiles, hacer frente a nuevos enemigos, como los cabalgamáquinas que dominan el Oeste, y resolver un enigma relacionado con el programa de terraformación y la doctora Elisabet Sobeck.

También entran en juego nuevas tribus de supervivientes, dinosaurios mecánicos que hacen las veces de jefes de zona y personajes secundarios, que van complicando la trama original.

Todo narrado con una estructura que no se separa de los mundos abiertos más tradicionales. Forbidden West nos invita a atravesar un escenario de naturaleza exuberante salpicado de asentamientos tribales y restos de la antigua civilización. La cantidad de misiones que nos encontramos a lo largo del viaje es enorme.

No sólo se trata de cumplir objetivos relacionadas con la historia, unas 25 horas, sino que el juego propone un montón de actividades secundarias: recados, terrenos de caza, campamentos rebeldes , contratos de rescate, ruinas en que se esconden reliquias o el foso de lucha. 

Con tanto por hacer, es inevitable encontrarse con misiones descompensadas. Los objetivos que conforman la historia principal son variados, presentan un buen equilibrio entre exploración y combate, y nos ofrecen encuentros con las máquinas más espectaculares. Si acaso, abusan de los viajes demasiado largos.

Sin embargo, las secundarias, rescates y territorios de caza nos han parecido menos inspirados. Hay numerosas conversaciones que aportan muy poco a la historia y demasiados encargos que consisten en acudir a un lugar, derrotar a un grupo de máquinas y recoger suministros.

Mientras avanzábamos perdíamos la necesidad de cumplir todos los retos que iban apareciendo en el (enorme) mapa. Pero son un estupendo recurso como "endgame", una vez que hayamos terminado la aventura principal y llevan la duración total a cientos de horas. 

Las mecánicas de juego

Aloy es una de las protagonistas más versátiles con que nos hemos cruzado, y en Horizon II, sus habilidades se multiplican hasta lo inimaginable. En estos cinco años ha aprendido nuevas formas de moverse por el entorno. 

Lo primero que nos llama la atención es el uso de nuevas piezas de equipo, como un ala escudo para planear (al estilo de la paravela en Breath of the Wild) y un garfio para sujetarse en puntos de anclaje y abrir algunos accesos. 

El sistema de escalada ahora es mucho más orgánico. No se limita a senderos marcados en la roca, sino que podemos trepar por paredes cuyo relieve lo permita (si las exploramos con el foco, se marcan los agarres). Aloy también puede deslizarse cuesta abajo, para escapar de las máquinas o avanzar más deprisa.

Y por último se introduce el buceo, con detallados fondos acuáticos, su propia fauna y recursos que recoger. Bajo el agua, hay otro mundo, que añade variedad y riqueza al juego de Guerrilla.

Regresa la posibilidad de "hackear" algunas máquinas para utilizarlas como montura, lo que resulta muy útil para viajar más deprisa y también durante el combate. Sin adelantar demasiado, si os podemos decir que alguna de las monturas son épicas.

Y también se añaden nuevas armas y armaduras, que modificar en los bancos de trabajo de distintos campamentos. Como podéis ver son muchas mecánicas, y tantas posibilidades a veces juegan en contra del juego, ya que complican demasiado acciones básicas.

Más no siempre es mejor, y Forbidden West nos deja con la sensación de que sobran algunos elementos. En general el sistema de mejoras resulta bastante complejo, con 6 árboles de habilidades simultáneos. Hay numerosas armas que se parecen entre sí, y la cantidad de materiales es abrumadora.  

Y lo mismo ocurre al aprender los combos en las arenas de combate, a través de tutoriales, En muchos casos, más que disfrutar mejorando a nuestra aventurera, se trata de pasar "un trago" para conseguir la correspondiente bonificación. 

En este aspecto de diseño, Horizon II supone un paso atrás respecto a otros juegos de mundo abierto como Breath of the Wild o Red Dead Redemption 2.

El sistema de combate

El primer juego se construyó alrededor del arco. El arma "de cabecera" de Aloy ofrece enormes posibilidades, tanto para el combate como para la caza de animales salvajes y recolección de piezas de máquina. 

El sistema de disparo, con la posibilidad de concentrarnos para ralentizar el movimiento de los objetivosy hacer zoom, vuelve y sigue funcionando de maravilla. No sólo es una gozada romper las piezas de armadura de una máquina para revelar sus puntos débiles, sino que el tipo de munición juega un papel muy importante. 

Podemos fabricar flechas de ácido, de hielo o de fuego, que resultan más dañinas contra diferentes enemigos y provocan estados alterados.Y utilizar diferentes tipos de arma para aprovechar la precisión, la cadencia de tiro o la potencia. 

Cada uno de los arcos cuenta con munición limitada, de modo que tenemos que acostumbrarnos a alternar entre ellos (con una rueda de selección en tiempo real) durante los encuentros más duros, y eso le añade un toque estratégico. 

Precisamente si queremos explotar todas las posibilidades tácticas de Aloy, podemos sembrar trampas, utilizar el sigilo para asestar golpes críticos o aprovechar elementos del entorno para causar daño adicional.

Es un buen sistema de partida, pero lo que lo eleva son los objetivos a los que hacer frente. El catálogo de animales mecánicos a los que plantamos cara es extraordinario. Los mejores momentos del juego son esos primeros encuentros con atronadores, desgarramareas y terremamut.

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Dejamos para el final el combate cuerpo a cuerpo con la lanza. Los fosos de lucha nos sirven para familiarizarnos con un buen puñado de combos, que convierten al arma de mano en una herramienta mucho más útil que en el juego anterior.

Es un combate principalmente ofensivo, y basado en esquivas y combinaciones de ataques rápido y fuerte, que en general funciona bastante bien (más para los humanos que para las máquinas).

Los avances técnicos

Como hemos dicho al comenzar el análisis de Horizon II Forbidden West, el apartado visual está especialmente cuidado. El juego utiliza un montón de recursos para dejarnos pasmados con cada imagen. Como vimos en Ghost of Tsushima, por ejemplo, siempre nos encontramos partículas que añaden profundidad a la imagen.

También se utilizan recursos como el destello de lente, tanto en el sol como en las luces de las máquinas, y una paleta de colores muy rica que cambia en cada uno de los biomas: bosque, jungla, desierto, nieve y playas. Con ciclo día noche y clima dinámico.

La dirección artística ayuda, por supuesto, y además de volver a incidir en el diseño de las máquinas, nos gusta el modo en que cada tribu tiene sus propios elementos que los diferencian, con un tipo de edificios, ropa y adornos que responden a su cultura y actividades (se reconoce perfectamente a agricultores, guerreros y cazadores).

Los efectos que acompañan a la superficie del agua, arena y nieve tienen un comportamiento estupendo. Y a la cabeza de estos avances se encuentra la propia Aloy, que resulta muy expresiva, cuenta con un buen repertorio de animaciones y algunos detalles increíbles, como el movimiento del pelo. 

En otras ocasiones, el doblaje de un actor famoso no nos ha convencido demasiado, pero en este caso Michelle Jenner lo borda, y le da a la protagonista una personalidad única. Sin apartarnos del aspecto sonoro, de nuevo nos encontramos con una banda sonora muy correcta y unos efectos de sonido 3D que sacan lo mejor del Tempest Engine de PS5.

Es también la versión "next-gen" la que se beneficia del uso del Dualsense en varios aspectos. Además de la vibración y el uso de gatillos adaptativos (que se prestan especialmente bien al arco o a forzar cerraduras) el mando emite sonidos, como el zumbido de las flechas eléctricas o la vibración de la cuerda del arco al disparar.

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Para tratarse de un "first party" nos ha sorprendido que no estuviera más pulido. En algunas cinemáticas la mirada de Aloy no sigue a los interlocutores, la carga de texturas es demasiado brusca en los viajes aéreos. Incluso nos ha tocado repetir alguna misión porque no aparecía un objetivo. 

De nuevo, en nuestra experiencia, han sido fallos menores que no nos han impedido terminarlo (y seguir cumpliendo secundarias para subir el nivel de Aloy).

Para terminar, el juego cuenta con modo fidelidad a 4K y 30 FPS, pero nosotros recomendamos el modo rendimiento, con una tasa de 60 FPS muy estable. 

Un gran juego, ¿a la altura de lo esperado?

Horizon II está concebido como una secuela " de manual". Es un juego más grande, con una historia más enrevesada, una protagonista con muchas más habilidades y un montón de nuevas máquinas. Pero ha perdido la frescura del original y en su ambición a veces se pierde. 

No cabe duda que como demostración técnica, la versión de PS5 tiene momentos impresionantes, pero hemos encontrado algunos errores en el diseño que juegan en su contra. En un juego de mundo abierto tan grande, es innecesario que haya misiones repetitivas o que nos obliguen a cruzar enormes distancias (el viaje rápido está penalizado con el consumo de suministros). 

En su afán por abarcar tanto, nos quedamos con la sensación de que se diluye. La cantidad de horas necesarias para conseguir todas las habilidades de Aloy es exagerada, y el sistema de modificación de equipo y armas requiere bastante dedicación.

Si os sirve de ejemplo, escribimos este análisis después de haberlo terminado, con más de 50 horas de juego, nivel 50 y tan sólo el 62% del contenido terminado.

Así que depende mucho del tipo de jugador que seamos. Si buscamos una experiencia más comedida, en la línea de Ghost of Tsushima o Marvel´s Spider-Man (otros dos mundos abiertos de PlayStation Studios), Horizon II Forbidden West puede parecer demasiado.

Pero también hay otro tipo de gamer, aquel que verá en este diseño la oportunidad de pasar en este mundo cientos de horas, siempre con nuevos encargos por realizar o suministros que encontrar. Para estos "completistas" el Oeste Prohibido esconde interminables horas de diversión. 

En cualquier caso, todos vamos a disfrutar de belleza de las localizaciones, el carisma de Aloy y los épicos combates contra estas bestias de metal. Es sin duda un gran juego para "presentar" la consola.