Dirígete a la Tierra del Presidio y tendrás que luchar por segunda vez contra El Durmiente. El combate será casi idéntico al primero, con la diferencia de que podrás contar con un gran invento de Malton: una catapulta que lanza bombas. Úsala para detener al Durmiente cuando intente escalar las paredes, y también para paralizarlo temporalmente y atacarle cómodamente. Por lo demás, atácale como la primera vez y, cuando lo derrotes, baja para cerrar el sello con el rayo celestial de tu espada.
A continuación podrás activar el portal del tiempo en el Templo del Presidio y viajar al pasado, donde hablarás con Impa y Zelda. Tras la escena tendrás al fin la forma final de la Espada Maestra: vuelve a cruzar el portal y ve a Altárea.