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Las game jams, ingredientes para el crecimiento

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Jorge Pedraza Jurado, programador y socio de Pixel Cream, nos cuenta qué se siente en una Game Jam. Hacer juegos en pocas horas y conociendo gente muy interesante puede ser muy gratificante...

“Salió de casa. Más concentrado que de costumbre. Planeando cuales iban a ser sus movimientos al llegar allí, qué posibilidades tenía de completar su misión y cómo iba solventar los problemas que pudiesen ocurrir. Llevaba días dándole vueltas en su cabeza, pero había que estar preparado. Sabía que no sería fácil. Una tarea contrarreloj y en un ambiente virtualmente aislado.

Con todos estos pensamientos en su cabeza y, probablemente con alguno más descabellado, continuó su camino asimilando un pequeño mensaje en el fondo de su ser: que iba a disfrutar ejecutando cada paso de la misión que se había propuesto.”

Podríamos estar hablando del comienzo de un thriller, pero hoy no es el tema que nos ocupa. Sin tanta lírica, esta u otras premisas similares, podrían ser el comienzo de muchas de las historias de los participantes de las ya famosas Game Jams. Para quien a estas alturas no las conozca, se trata de eventos cuya finalidad es la de realizar un videojuego en un corto período de tiempo. Hay gran cantidad de ellas a distintos niveles y con distintas modalidades: en diversas ciudades de España o a nivel mundial, con participación presencial o a través de internet, presentándose con un grupo formado o de forma individual (en algunas si vas solo te asignan un grupo con el que participar), etc.

El 29 de enero me embarqué en la que sería mi primera experiencia en este ámbito, ya hacía tiempo que tenía ganas de participar en una. Bajo el paraguas de la Global Game Jam 2016, una jam en la que participaron más de 600 ciudades alrededor del mundo y que llevó a muchas delegaciones españolas a participar en este evento, acabé en la preciosa Córdoba participando en la Game Jam ODB.

Organizadores, coachs, y participantes de la Game Jam ODB 2016
Organizadores, coachs, y participantes de la Game Jam ODB 2016

Más allá del propio evento del que ya se ha hablado aquí, saqué ciertas lecturas, y también me apropio, con el permiso de sus autores, de algunas que leí de forma posterior al evento, que creo que son importantes y las cuales desgloso a continuación.

No te preocupes, que no muerde.

Quien me conoce sabe que soy un gran defensor de la formación fuera de las aulas. En este mundo cada vez más competitivo, tienes que saber diferenciarte. Te están formando a ti a la vez que están formando a cientos o miles de personas en lo mismo, por lo que tienes que buscar esa alquimia que te haga mejor que ellos, tienes que descubrir en lo que eres bueno y explotarlo al máximo, despertar y dormir con ello, incluso te tocará tener sueños y otras veces pesadillas.

Con esto no quiero decir que tengas que renunciar a la vida personal (aunque siempre hay que realizar ciertos sacrificios), sino que busques la mejora manera de integrarlo dentro de tu rutina y busques ese ingrediente extra en otras actividades.

Las jams, creo que son uno de esos ingredientes esenciales. Te pones a ti mismo en un entorno de experimentación en el cual, si lo aprovechas bien, sales “transformado”. Puedes aprender lo quees trabajar bajo presión, trabajar con un equipo fuera de tu individualismo, adquirir nuevos conocimientos técnicos, tomar decisiones difíciles (como por ejemplo qué cosas del juego se quedan fuera porque no hay recursos para completarlo todo, algo bastante habitual en la industria), y un largo etcétera de conocimientos que serán distintos tanto en forma como en fondo dependiendo de cada persona.

¡Las chicas son guerreras!

Participantes femeninas de la Game Jam ODB 2016
Participantes femeninas de la Game Jam ODB 2016

Una de las cosas que causó un opción muy positiva fue el aumento de participación femenina en el evento.

Las chicas hicieronun trabajo estupendo tanto en el lado de la organización, como en el de las participantes.

Es de agradecer que poco a poco se vayan uniendo a estas batallas y que, como se puede apreciar en la foto, llenaran el ambiente con sus buenas vibraciones.

¡Y los jóvenes también!

También fue remarcable el aumento de jóvenes que vinieron a dar guerra.

Unos jóvenes que seguramente estarán mucho mejor formados que nosotros gracias a la amplia oferta formativa que se está creando en este país y personalmente me alegra ver que, además de esta formación que se ofrece y detrás de la pasividad que a veces parece caracterizar a las generaciones de jóvenes, demuestran su buena disposición ante lo que he comentado anteriormente como formación fuera de las aulas.

Venga, que tú puedes.

Una de las motivaciones principales que me llevó a escribir este artículo no fue el evento en sí, sino todo lo que vino después.

Ver que esos vínculos que se habían creado no eran cosa de un fin de semana, sino que se perpetuaban con el paso de los días.

La disposición de la gente a ayudar a los demás tanto dentro como fuera del evento.

Y sobre todo, las ganas de continuar o comenzar de mucha gente. No sabéis la cantidad de frases que leí del tipo: “me han dado ganas de empezar un proyecto personal”, “voy a retomar ese proyecto que tenía a medias”, “a ver si nos juntamos para hacer…”; espero que las ganas de esa gente no decaigan y consigan terminar los proyectos que se propongan.

Como ya he dicho anteriormente, y aquí va mi aviso para navegantes, creo que el sector de los videojuegos es muy exigente, por lo que a veces necesitas distanciarte en cierto tipo de eventos o actividades como estas, y coger ese burst para continuar. Como a mí me gusta decir “no estoy retrocediendo, estoy cogiendo impulso”.

¿Y el sector público?

Hay que asumir que no todo es bueno. Y me gustaría terminar comentando de forma breve, y no quiero diluir las buenas vibraciones del artículo, la poca o escasa ayuda que viene de parte del sector público.

No me gusta la gente que barre para casa, como muchas veces pasa en estos casos, por lo que no hablaré únicamente del sector que nos ocupa. Como se ha dicho muchas veces, y hasta el cansancio, y lo seguiremos diciendo hasta que no se demuestre lo contrario, hay una asignatura pendiente con la cultura en este país. A lo mejor hay gente que aún no se ha enterado de que los videojuegos también son cultura.

Por suerte se compensa, y doy las gracias a título personal, por la cantidad de asociaciones y personas que mueven y sacan proyectos adelante, tanto de este tipo como de otros, tanto de este sector como de otros. Por citar algunos de los que conozco del sector: Devs & Dungeons, MalagaJam, Pintxo Developer; y todos los que no conozco pero espero conocer. Este artículo va por ellos y por toda la gente que disfruta gracias a su esfuerzo.

“Y volvió eufórico. Aún no sabía cómo lo había conseguido, pero allí estaba después de la dura batalla. Tres días habían pasado y había vuelto como una persona nueva. Había sufrido una metamorfosis del ser, una alquimia en el alma. Misión cumplida, se dijo a sí mismo.”

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