El creador de Rumbo al infierno analiza las comparativas entre su serie y El juego del calamar
Yeon Sang-ho comprende por qué hay tantas comparaciones entre Rumbo al infierno y El juego del calamar, pese a ser "muy diferentes".
Este año ha sido de lo más productivo para las producciones surcoreanas de Netflix. El juego del calamar se ha convertido en la serie más exitosa de la historia de la plataforma, y en todo un fenómeno mundial.
Apenas dos meses después de la llegada del battle royale coreano, otra serie llegada de Corea del sur aterrizaba en el catálogo de Netflix: Rumbo al infierno.
La serie creada por Yeon Sang-ho nos trasladaba a una realidad alternativa en la que unas criaturas daban caza de forma brutal a los "pecadores" tras ser advertidos por un "Ángel" de que iban a morir.
Este evento sobrenatural generó una respuesta social tremenda, creando cultos religiosos como la Nueva Verdad, que se aprovecharon al máximo del miedo de la gente.
Hablando con el New York Post, Yeon Sang-ho ha afirmado que es comprensible que la gente compare El juego del calamar con Rumbo al Infierno, y viceversa.
El cineasta explicó que, hasta hace pocos años, la televisión coreana se especializaba en series de comedia y romances, pero que ha visto el surgimiento de las series dramáticas con mucha fuerza.
Yeon Sang-ho cree que el hecho de que El juego del calamar y Rumbo al infierno compartan críticas sociales, aunque distintas, es el principal factor que impulsa estas comparativas.
Obviamente, el director no ignora tampoco el hecho de la proximidad en el tiempo que sendos estrenos han tenido, y de que Rumbo al infierno se ha visto, en parte, impulsada por la estela de éxito de El juego del calamar, al igual que otras series surcoreanas.
El juego del calamar fue renovada oficialmente por una segunda temporada, pero Rumbo al infierno todavía está estudiando cómo abordar el futuro de los eventos que la serie dejó abiertos.
Mientras tanto, otras series coreanas irán llegando a Netflix, quizás buscando un trozo de pastel o, directamente, hacerse con el título.
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